23.- Entendiendo.

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(En multimedia: Nancy)

Recuerdo que cuando alguna de mis amigas peleaba con su pareja, recurrían a mi por un consejo o simplemente para que las escuchara. Siempre acaba burlándome un poco de ellas porque normalmente las razones de la discusión eran por celos sin sentido. 

Y ahora, aquí estoy yo: discutiendo con mi novio por un arranque de celos que tuve al ver una foto de una chica bastante atractiva -que al parecer tuvo que ver con él- en su pared.

¿A esto se le conoce como karma? 

–¿Y bien? –Pregunté, luego de unos minutos en silencio–. ¿Te vas a quedar allí parado como idiota o me vas a responder? 

Estaba a punto de abrir la boca pero unos sonidos en la puerta se lo impidieron, seguido de Ariana entrando en la habitación. 

–No te dije que pasaras. – Habló Jace, cortante. Debo admitir que me sorprendió mucho oírlo hablar de ese modo tan frío, ya que conmigo nunca utiliza ese tono. 

–Respeto tu privacidad tocando la puerta pero reafirmo mi autoridad como hermana entrometida pasando de todos modos. – Se encogió de hombros y soltó una risita, la cual acompañé, por muy molesta que estuviera, se me hizo gracioso–. ¿Qué pasa? ¿Discutieron? 

Yo asentí lentamente con la cabeza mientras Jace negó. 

–Ok. ¿Qué sucede? – Ariana alzó una ceja, dándose cuenta de que sin duda algo pasaba.  

–No te incumbe. – Respondió Jace en el mismo tono que la vez anterior.

–¡No le hables así! – Reclamé. El hecho de que estuviéramos enfadados no le daba el derecho de tratar de esa manera a su hermana.  

–No te preocupes, él se pone de ese modo siempre que está molesto o estresado. –  Hizo un movimiento con la mano, restándole importancia–. ¿Me pueden decir que ocurre?

Señalé la foto de la pelirroja sin decir nada más. Ariana siguió la mirada hasta dar con el objetivo y alzó las cejas, comprendiendo todo. 

–Oh... Con que ya viste la foto de Charlotte. – Asentí–. Hermanito... ¿Por qué no le explicas bien lo que sucedió? Yo iré a traerles algo de beber para que no se maten.– Dio media vuelta–. Mejor dicho: Para que Isabelle no te mate.– Corrigió–. Ya regreso.– Y desapareció por el pasillo.

Me cansé de estar de pie sin hacer nada así que caminé por la habitación para sentarme en la cama y recostarme en el espaldar. 

Él me imitó y se sentó frente a mi en posición de indio, entrelazando sus manos sobre sus piernas. Me le quedé mirando unos minutos sin saber que hacer o que decir. Abrió su boca para hablar pero lo interrumpí pidiéndole que no dijera nada hasta que Ariana regresara, suspiró y se quedó callado nuevamente. A los minutos, Ari volvió. 

  –Hey. – Traía una bandeja en las manos con tres tazas.

–¿Qué traes ahí? –Preguntó Jace. 

–Café para Isa y para mi. Para ti traje té. Sé que odias el café. 

–Aún no entiendo como no te puede gustar el café. –Hablé indignada en broma hacia Jace, me miró y sonrió de lado–. Sigo molesta. –Soltó una pequeña risa y volvió a ponerse serio. 

–No lo sé, sólo no me gusta. – Tomó una de las tazas y le agradeció a Ariana. Hice lo mismo. Puso la bandeja en la mesita de noche y se sentó al final de la cama junto a nosotros.

–Sé que esto es algo de pareja pero soy parte de esta historia así que me quedaré, les guste o no. – Sacó la lengua a lo que reí mientras Jace bufó–. Bueno, para empezar tengo que contarte que junto con Isa nos conseguimos a Charlotte hoy. 

Two Ellipses.Where stories live. Discover now