21.- Primer mes. Parte II

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(En multimedia: Garret)

¿Conocerme? ¡¿Su mamá quiere conocerme?! Esto no puede estar pasando, ¿no es muy rápido? Es decir, apenas mañana vamos a cumplir un mes saliendo, no es como si fuera la gran cosa.

Isa, hace un rato decías que era algo especial e importante.

¡Pero tengo miedo de conocer a su madre!

No precisamente miedo de conocerla, más bien tengo miedo de no agradarle. ¿Que por qué me asusta tanto? Porque... Es la familia de Jace, él es realmente especial para mí y no quiero causar una mala primera impresión en su familia.

– Deja de morder tus uñas. Es un hábito horrible. –Una voz interrumpió mis pensamientos. Levanté mi vista lentamente para encontrarme con Nick mirándome con una expresión de asco en su rostro.

– Cierra la boca.–Retiré las uñas lejos de mis dientes y acomodé mi cabello hacia un lado.

– ¿Puedo sentarme?–Preguntó, sin siquiera dejarme responder porque ya estaba sentado junto a mi.

–Ya lo hiciste. –Respondí de manera obvia, poniendo mis ojos en blanco. Crucé mis brazos sobre mi pecho. –¿Puedes decirme para que querías verme? Pasé al menos veinte minutos buscándote. 

–¿Y por qué viniste para acá?

Miré a mi alrededor, estábamos en la cancha de fútbol del Palmen, donde normalmente veo a Jace y sus amigos jugar.

– Me gusta venir, es lindo.

–Sí, sobre todo las porristas. ¿No crees? –Alza una ceja y me mira sonriendo. Vuelvo a poner mis ojos en blanco pero esta vez con una sonrisa burlona.

–Creo que Michi hará las pruebas el próximo semestre. –Miro mis manos para luego mirarlo a él y darme cuenta de que sonríe como idiota enamorado. Me imagino que está imaginando a mi amiga vestida con el uniforme de las animadoras.

–Debería hacerlo, por el bien de todos. –Asiente con su cabeza repetidas veces.

-¿Por el bien de todos o por el tuyo?

–Cierra la boca, Isabelle.–Reí. –En fin. Te dije que me esperaras porque quiero que me devuelvas el favor por haberte ayudado con tu trabajo.

–¿Qué quieres que haga por ti?

–Quiero muchas, cariño. –Me regala una de esas sonrisas torcidas que me hacen asustarme un poco, pero se me pasa rápidamente en cuanto oigo la palabra 'cariño'.

–¡Te he dicho que no me llames de esa manera! ¡Me molesta!

–Y es por eso que lo hago. –Me guiña un ojo.–Como decía, necesito que me devuelvas el favor. Ya sé exactamente lo que puedes hacer por mi.

–¿Qué necesitas?

–Que me ayudes a que Michelle acepte salir conmigo.

–Creí que ya estaban saliendo.

–Sólo nos vemos aquí en el colegio y nos acostamos un par de veces, no creo que a eso se le pueda considerar "salir".

–No era necesario decir eso. –Arrugué mi nariz.

–Oh, disculpa. ¿Eres virgen, no?

–¡Eso no te incumbe! Ahrg. –Gruñí, fastidiada. – ¿Se puede saber como te puedo ayudar en eso?

–Pronto te diré, pero ¿sí me ayudarás?

–¿Acaso tengo otra opción? –Pregunté de manera retórica.

Two Ellipses.Where stories live. Discover now