『Conflicto por la Basquetbolista.』|✂E-D-I-T-A-N-D-O|

Capitulo XLVII

✒Capítulo Cuarenta y siete.

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No soy mi hermana
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Esto no podía estar sucediendo. Siete segundos exactos duraron los labios de Natsume sobre los de ____[T/n], quién, para su sorpresa no le devolvió el beso. No porque le hubiera pillado desprevenida, sino simplemente porque su cuerpo no respondió al gesto. De alguna forma, el no esperarse que fuera precisamente él, el que fuera a hacerlo, podría habérselo esperado de Tsubaki pero esto había conducido sus pensamientos por otro rumbo. Y también sus gestos.

En ese preciso momento dejo de ver a Natsume como el hermano que visitaba la residencia cada sábado por la tarde llevando consigo demos de videojuegos que su compañía pensaba poner a la venta; quien la acompañaba hasta horas de la noche en la sala principal para controlar que no hubiera fallas en la narración, saber su opinión sobre el rumbo de la historia y preguntándole que le gustaría que agregaran o cambiarán.

Quería reaccionar y hacer algo con el gesto que le proporcionaba el mayor pero luego recordó la conversación con Yuusuke.

Hace tres días Ema había rechazado los sentimientos de sus hermanastros. Tal vez por eso actuaban de esa forma, les dolía que la mujer que amaban no les correspondieran como ellos desearían. Pero no era necesario tener una segunda opción si la primera fracasaba; ella no seria el remplazo de su hermana.

Al separarse Natsume, decepcionado con el resultado de su atrevimiento, había hecho una idea diferente de lo que sucedería-tal vez una donde la chica correspondía tal gesto-.
Pero ____[T/n] actuó de una manera que no se la esperaba. Se echo hacia atrás-absolutamente relajada, siendo que en realidad su cabeza estaba en blanco- y miro a Natsume con una expresión de dolor en su rostro.

-Eres un cobarde.

Debía ser demasiado franca, demasiado honesta.

-Si de verdad la amas...¿Porqué no sigues luchando por ella?-preguntó mientras se alejaba del anaranjado.- Se que todos están tristes porque Ema los a rechazado pero yo no soy su segunda opción en su primera decepción amorosa. Además no es necesario que busquen consuelo de mí, si tanto la aman luchen por ella y no se dejen caer en la primera negación. Yo no soy el remplazo de mi hermana.-sentenció para luego dirigirse a la salida y retirarse del apartamento dejando a un sorprendido Natsume en la sala de su apartamento.

Ella no era su hermana, ella no es Ema.

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Por otro lado la azabache caminaba por las calles de Tokyo, mientras con sus brazos intentaba cubrirse de las fuertes brisas de aire. Se maldijo en ese mismo momento por haberse retirado del apartamento sin tomar su abrigo.

Cuando dejo de maldecir, algo en su mente hizo "click" y sus labios invocaron nuevamente la sensación de tener los labios de Natsume encima, intentando juntar dos piezas de puzle que no eran simétricas. Había sido gratificante, maravilloso e increíble y ella, con su carácter de mierda, había dejado al chico plantado de cualquier forma allí arriba. Se llevo la mano entera a la boca, iba manchándose de los recuerdos de lo sucedido hacia tres minutos.

Natsume, no cualquier Natsume, sino que Natsume Asahina, el hombre que le dijo hace unos minutos atrás que todavía amaba a su hermana, había dejado una minúscula parte de si mismo ahí, pegada en sus labios.

Natsume habia besado a ___[T/n] Asahina y ___[T/n] Asahina había huido. No, error. Todavía no había huido, estaba en proceso de huir. Y huiría.