¿Amigos o Enemigos? 2 [Jimin] TERMINADA

C. 46

Las cosas en Corea se estaban descontrolando, los pasajes estaban llenos de periodistas, fans locas gritando y maldiciendo a mi familia. Mis padres desde que llegaron a casa no han podido volver a la suya, y estaba claro que no lo harían después de todo habían traído consigo unas maletas llenas de ropa y artículos de aseo. Estaban decididos a no dejarme sola.

Me Ri tuvo que ir hasta la casa de sus padres para poder alojarse mientras mis padres se quedan pero de vez en cuando regresa para hacerle compañía a Yang Mi.

Llamar a los carabineros es imposible, ya lo hemos echo varias veces pero la gente sigue viniendo. Las fans siguen lanzando huevos podridos a la casa, siguen dejando carteles con insultos hacia mi persona, pero no podía seguir aguantando que le hagan esto a Yang Mi, a nuestra preciada hija.

Estaba furiosa, herida y mi orgullo de madre se sobreponía ante todo aquél que desee hacerle daño, es por eso que en más de una ocasión llamé a los carabineros, salí y recibí los huevos podridos, sólo para suplicar que dejaran de hablar así de mi hija, que ella no es culpable de los rumores, que pensaran en el daño psicológico que le podían causar, pero nada de eso era suficiente.

— ¿Qué harás? Tae dice que vuelven hoy en la noche a Corea. ¿Qué le dirás a Jimin? ¿Qué es lo que él hará Tn? — Preguntaba Me Ri mientras sacudía mi ropa manchada con huevo podrido y harina.

— Iré a cambiarme.

— ¿Porqué no le has dicho a Jimin cómo lo has estado pasando? Dile la verdad Tn. — La miré a los ojos, por unos segundos sentí que miraba al vacío, me sentía extraña, dolida, pero no podía hacer otra cosa más que esperar. Jimin prometió que nos vendría a ver, que solucionaría todo. ¿Cómo? No lo sé. Pero me estaba cansando de sus locas fans, las estaba odiando con todo mi ser.

Suspire — Deja que primero me bañe. Yang Mi no debería de verme así. — Entré al baño cerrando con pestillo, no fui capaz siquiera de sacarme la ropa, me meto a la ducha y abro la llave, el agua comenzó a tocar mi rostro, mi ropa comenzó a sentirse pesada y sin darme cuenta ya estaba sentada, dejando que el agua me limpiara.

Comencé a recordar palabras como "hija de perra" "tu madre es una puta" "mal nacida" y en mi mente se dibujaban los carteles con mensajes como "deberías de haber echo un aborto" "devuelvele a Jimin su libertad" "eres una más del montón" "¿cuanto dinero le has pedido a bighit?" "yang mi no es tu hija ¿cierto?" "Yang Mi: tu madre es una puta" "Esa mocosa debería de haber sido un aborto" "¿Cuanto dinero le has pedido a Jimin?" "muere perra" "mueran mal nacidas"

Muerdo mi labio inferior con fuerzas sin darme cuenta que me sangraba, y las lágrimas de desesperación se hicieron presentes. Odiaba leer esas cosas, escucharlas y más que Yang Mi lo haga. Todos los días la mantenía en un rincón escuchando la televisión, colocando sus dibujos animados favoritos, sólo para que no escuche tanta barbaridad. ¿Pero qué tan segura estaba de que no los escuchaba? La realidad es que nada me asegura que no las escuche, que lea tales cosas, pero muy en el fondo sabía que lo hacía, no por nada por las noches desea dormir conmigo desesperadamente.

En un acto de furia arranco mi ropa gritando histérica, llorando y maldiciendo mi vida. Ya había soportado lo suficiente, no, he soportado más de lo que mi cuerpo es capaz y ya no podía más. Limpié mi cuerpo del mal olor, de la grasa y del sudor. Salgo envuelta en una toalla pero me mantengo encerrada. Suspire pesadamente, me miro al espejo y noto mis ojos inchados , rojos. Yang Mi no puede verme así, nadie debería de verme así.

— ¡Tn! — Gritaba Me Ri desde el otro lado de la puerta. — ¡Tn ¿Estás bien?! — abrí el pestillo y en menos de un segundo Me Ri estaba dentro del baño.

— Es injusto... — Me Ri toca mi mejilla limpiando las lágrimas que caían. — Es injusto todo esto.

— Lo sé.

— ¿Porqué tengo que aceptar que gente extraña venga a tratarme así, y a Yang Mi? ¿Porqué tengo que escuchar tales cosas? — No podía entender, porque debía de aceptar y conseguir la aprobación de gente que no me conoce. Porqué. — Me Ri... — Decía aún llorando. — ¿Porqué me pasa esto a mí? Te juro que intenté ser fuerte, pero no puedo más... Yo...

— Tranquila. Tranquila. — Me abraza con fuerzas. — Todo va a salir bien, no debes de sentir que es el fin.

Fuimos hasta mi habitación, me visto y sin preguntarme si lo que quería era descansar me acuesta en la cama tapandome por completo y sin decir nada más se fue de la habitación, yo sólo pude cerrar los ojos y dejarme llevar por el cansancio que he acumulado por todos éstos días.

//Jimin//

Llegando al aeropuerto cada uno se subió a los autos designados, según el mánager yo tenía que subirme a un auto diferente.

Todo esto me estaba cansando. — Dile a PD Nim que tomaré un taxi. — y sin escuchar las amenazas del mánager tomé el primer taxi que vi. Los chicos comenzaron a gritar mi nombre pero no tenía intenciones de escucharles, ahora no es momento de estar encerrado en el departamento. Tenía que ir a verlas.

Al llegar vi que estaba lleno de gente, reporteros, fans tirando harina y huevo a la casa. Miré el reloj, son las tres de la mañana.

Ni siquiera estaba pensando en ese momento, pasé entre la multitud y comenzaron a gritar mi nombre.

— ¡Es Jimin! — las fans gritando se acercaron a mí con unos póster en sus manos, no tarde en leer cada una de esas palabras escritas y un odio inmenso se apoderó de mí. Tomé sus póster y comencé a despedazarlos y arrugarlos y a tirarlos al piso molesto, furioso. Las fans y reporteros se me quedaron viendo murmurando. Una de las chicas se puso a llorar desconsoladamente.

— Nunca más escriban cosas así. — sentía odio hacia esas personas y mis palabras lo hacían notar.

— ¿Señor Jimin ella es su novia? ¿Es su hija realmente?

— ¿La cancelación de sus actividades tiene algo que ver con esto?

— ¿Aborto? — dije riendo sínico. — ¿Qué más? — volví a reír. — ¿Mueran mal nacidas? — las miro molesto. — ¿Qué clase de educación le dan sus padres? ¿Como para querer desear la muerte de otro? — Las chicas agacharon la mirada.

— Estamos defendiéndote, es injusto que tengas que sufrir por culpa de ellas Oppa.

— ¡¡¿Que sabes Tú?!! — grite enfurecido. — ¡¿ayudarme?! ¡¿quien diablos te crees para hacer esto?! Ellas... — dije apuntando a la casa de Tn. — son mi familia. ¡Yang Mi es mi hija! — por unos segundos hubo un silencio abrumador, pero se vieron opacados por las constantes preguntas de los periodistas. — No vuelvan a aparecerse por acá, no responderé ante daños.

Comencé a caminar sin dar respuestas a las preguntas de los Periodistas y entré a la casa sin escrúpulos.