18: Lado "B"

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Narra Natsu.

Desperte, unos ojos chocolates estaban centrados en mi, por un momento pensé que eran los de Lucy pero se veían algo más bien muy diferentes que los de ella, estos le pertenecían a una mujer de cabellos castaños, guapa pero no más que mi Luce, nadie le gana a ella.

-Oh veo que ya despertaste- habló la chica -Doctora Fabiola Campos, soy la que está a cargo de usted y sus compañeros- ¿Mujeres doctoras? ¿Que sigue? ¿Hombres enfermeros?, estrecho mi mano con una sonrisa, se veía amigable la verdad.

-Un gusto- hable un poco confundido -¿Donde estoy?

-¿En una tienda de zapatos no ve?- preguntó riendo -Bueno poniéndonos serios usted está en la tienda de campaña para los heridos, fue un héroe señor, ayudó a los demás soldados a encontrar una de las muchas bases del enemigo.

Que lo eh logrado, además soy un héroe según ella, me siento genial, bueno siempre me siento genial pero ahora más que nunca, por favor es que soy un héroe, alábenme o algo así ¿no?

-Pero lamentablemente cayó en coma debido a la inhalación de polvo de la granada- ¿Coma? ¿Granada? ¿Eso fue lo que exploto contra los enemigos? Tuve que suponerlo, no era tan difícil.

-¿Cuánto tiempo estuve así?

-Jaja- río ¿Que es tan gracioso? Un héroe cayó en come ¡Debería agradecerme! Ok creo que lo de héroe se me está subiendo a la cabeza-ya casi van cinco meses, durmió mucho la verdad.

-¿¡Cinco meses!?- intente levantarme pero un dolor punzante en le brazo me lo impidió -¡Ahh!

-Tenga más cuidado aún no se recupera al cien, no pudimos extraerle la bala porque no teníamos los utensilios necesarios -me ayudó a recostarme -Lo trasladaremos a un hospital en Estados Unidos junto con sus compañeros, después de ahí estoy segura de que volverá a servir a nuestro país.

¿Volver? Yo no quiero volver a aquí, no pueden hacerme esto, no pueden simplemente mandarme a casa y hacer que vuelva así de la nada dejando todo atrás de nuevo, no lo soportaría, sería demasiado cruel.

-¿Que mi vida no corre riesgo por las balas que ahora mismo están en mi cuerpo?

-Aquí dice que los doctores que te atendieron en urgencias dijeron que no tocaban ningún nervio- leía un papel que se encima de una tabla -Así que con tal de que no muevas la pierna no el brazo estarás bien.

¿No mover las piernas ni el brazo? ¿Como planeaban que llegara al helicóptero que me llevaría a casa entonces?

-Que casualidad que estuviera aquí justo cuando desperté ¿no?- intente cambiar de tema, no quería saber más sobre eso, me siento inútil por no poder hacer nada.

-Era la hora de su baño- ¿¡Baño!? ¡La única que me puede tocar el Lucy! ¡Es una pervertida que me quiere desnudar!

-¡Nadie me toca a parte de mi novia!- grite sonrojado mientras tomaba mi bata con mis brazos.

-Tranquilo no seré yo, además- levantó su mano y pude ver un anillo muy reluciente -Estoy casada ¿Ve?

-Oh, perdone doctora- dije algo avergonzado, ¿Como no pude verlo? Brilla demasiado, casi me deja ciego pero no tanto como la sonrisa de la ¿Jenny? ¿Así se llamaba la novia de mi hermano, no?

-Doctora Campos, la llaman en la camilla 9- dijo una enfermera abriendo la cortina.

-Ya voy- tomó uno cuaderno y se fue hacia la salida -En un momento vendrán a darle su medicamento y no se preocupe ninguna enfermera pervertida lo intentara desnudar ni tocar- cerró la cortina.

-Hey guapa ¿Porque no te quitas esa bata y vienes a darme una consulta privada? ¡Muñeca! se oyó que un hombre le gritó desde afuera, parece que aún no se gana todo el respeto que merece de este lugar.

-Que su madre le de su consulta privada- respondió enojada la doctora.

-¡Responder es de hombres!- gritó alguien más ¿Que no estaba el conmigo en la escuela?

-Elfman ¿Que te hemos dicho de hablar así?- hablo una voz masculina está vez, estoy casi seguro de que era un doctor.

-Disculpe soldado Dragneel- una chica de cabellos morados y uniforme blanco de unos veinticinco años abrió la cortina con un carritos en donde se encontraban varios frascos -Traigo sus medicinas.

-Gracias- ella apunto un bote pequeño indicando que eran esas, solo me limité a asentir y tomarlas, hacía tiempo que no tomaba pastillas, no desde que me dio gripa el invierno pasado.

-Oye- empezó a jugar con su cabello intentando parecer atractiva -¿Está soltero?

-Tengo dieciséis.

-Me voy- tomó el carrito y salió de ahí lo más rápido que pudo cerrando la cortina.

Cinco meses, no puedo creerlo, eso significa que no le eh escrito a mi Lucy desde hace cinco meses ¡Por Dios! ¡Debe pensar que eh muerto o algo así! Vi la mesa que estaba a mi lado y encontré muchas cartas, demasiadas más bien, las tome y empecé a leer de dónde venían y quienes las habían enviado.

Lucy Heartfilia.
Calle #20
Col. Venice.
Magnolia, California, EUA

(Si en este fanfic Magnolia se encuentra en California y sobre de las calles o colonias soy poco creativa para eso)

Ah mi Lucy ¿Como estarás en este momento? ¿Aún pensaras en mí? ¿Me seguirás amando con la misma intensidad de cuando me fui? Oh nena, muero por verte, te debo muchos besos que me eh prometido darte.

Grandeeney Dragneel.
Calle #18
Col. Gate.
Magnolia, California, EUA

Mamá perdón por haberte preocupado tanto, en verdad no veo la hora volver y que me envuelvas en tus brazos como cuando era un pequeño de 4 años y me venias a visitar a Nueva York.

Igneel Dragneel.
Edificios Madison Square.
Manhattan, Nuevo York, EUA.

¿El viejo me había escrito? Esto sí que no me lo puedo creer, se preocupo por mi, no sé cómo sentirme, supongo que es normal que lo haga, soy su hijo y viví con el más que mis otros hermanos.

Había muchas cartas más, la mayoría eran de mi madre y Lucy, algunas de mis amigos y unas cuantas más de mis hermanos.

Extraños y divertidos 50sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora