11: Lado "A"

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Narrador omnipresente.

Una rubia se encontraba viéndose en el espejo de su habitación mientras arreglaba su cabello emocionada ¿Porque? Hoy era el baile de bienvenida y su ahora novio vendría a recogerla a su casa, ahí se los presentaría a sus abuelos y a su madre como su novio formalmente.

Traía un hermoso vestido blanco, un poco sencillo si pero aveces lo sencillo es lo más lindo, un collar rosa pastel que era de su abuela, sus zapatillas blancas, iba con el cabello suelto claro, con sus confiables rulos y una diadema que hacía juego con su vestido y como no, su ramillete que le había regalado su novio cuando le había pedido ir con el.

El timbre sonó, se puso un poco de perfume y bajo emocionada las escaleras con tremenda velocidad y con una gran sonrisa en su rostro mientras se repetía a si misma -Ya está aquí, Ya está aquí, Ya está aquí- al llegar a la puerta tomó una gran bocanada de aire y tomó la perilla, le dio la vuelta y ahí se encontró a su novio con un traje formal negro, una corbata blanca mal amarrada y una flor en su bolsillo.

-Wow- el chico se quedo pasmado al ver a su novia, para el parecía un hermoso ángel bajado directamente del cielo para darle alegría y color a sus días, claro también algunos pensamientos pervertidos cruzaron su mente al encontrarse con el escote del vestido de la chica haciendo realzar sus pechos -Te ves.. preciosa.

La rubia se sonrojó y ahí fue cuando Natsu quiso explotar de amor por ver ese color rojizo adornando sus mejillas.

-Gracias- dijo apenada pero luego recobró el sentido -¿Te intentó matar la corbata antes de llegar?- preguntó burlona la chica.

-Mi mamá no estaba para ayudarme con la corbata y mi hermano se fue a quien sabe donde con ella- dijo riendo.

-Ven déjame ayudarte- se acercó a él y empezó a acomodarle la corbata sonriendo, un momento perfecto que le gustaría recordar toda la vida.

De pronto salió su abuelo en calzoncillos mientras rascaba su trasero, bien ya no quería recordarlo nunca más.

-¿Quien es el, Lucy?- preguntó su abuelo sin quitar su típica expresión de amargura.

Su abuela salió de la cocina, ella claro bien vestida e hizo la misma pregunta del abuelo, su madre también bajo y se preguntó lo mismo, empezaron a hablar ellos tres al mismo tiempo sacando conclusiones y teorías de quién era el, así que espero a que todos se callaran para empezar a hablar.

-Abuela, Abuelo, Mamá- Lucy respiro hondo y soltó el aire por la boca -Les presentó a mi novio Natsu Dragneel.

-Es un placer- dijo Natsu nervioso, no lo demostraba pero pro dentro estaba sudando como si estuviera en un sauna.

-Mildred- hablo el abuelo -Ve por mi escopeta.

-¡Abuelo/ Papá / Harold No!- gritaron las tres Heartfilias al mismo tiempo asustadas.

Después de calmar al abuelo o más bien amarrarlo a una silla para que no le hiciera nada al pobre chico.

-¡Ah! ¿Así que tú eres el novio de mi pequeña Lucy?- preguntó la abuela sonriente mientras juntaba sus manos feliz -¿Para cuando la boda?

-¡Abuela!- gritó Lucy apenada.

-Para dentro de poco si me dan el permiso- dijo Natsu en plan de broma haciendo que su abuela y madre rieran.

(Natsu ganándose a todos menos al abuelo desde tiempos inmemorables :v)

-En verdad eres un chico de lo más adorable- sonrió mi abuela mientras apretaba las mejillas de el -¿O no Harold?

-Mmmm- le habían tapado la boca con cinta adhesiva para que no amenazara más al chico.

-Estoy segura de que dijo que si- volvió a sonreír la abuela -Layla ve por la cámara y tómale una foto que se ven adorables.

Su madre subió rápido y bajo con una gran cámara entre sus manos.

-Vamos chicos júntense para la foto- Natsu se puso detrás de Lucy y tomo sus manos entre la suyas rodeando su cintura mientras sonreía a la cámara, Lucy sonrojada también sonrío y vieron el flash reventar y luego un sonido haciendo que la foto saliera.

-A ver vamos a ver- dijo la abuela mientras tomaba la fotografía entre sus manos y la agitaba para revelarla -Pero mira qué lindos se ven.

-Bueno chicos váyanse en paz no regresen muy tarde- sonrió su madre feliz.

Él abuelo se quitó la cinta de la boca -¡La quiero devuelta a las 8:00!

-¡Abuelo son las 7:30!

-¡Me vale!

Después de aquella discusión y que la abuela le subiera que no era cierto salieron de la casa tomados de las manos mientras sonreían viéndose el uno al otro.

-Permítame señorita- abrió la puerta del copiloto del auto y le ofreció la mano.

-Que caballero- río y tome su mano para subir al asiento.

-Lo mejor para mi doncella- se subió a la parte del piloto y puso en marcha el carro, el camino fue silencioso pero no un silencio incómodo si no uno lindo y calmado, finalmente llegaron a la escuela porque si el baile sería en el gimnasio como la mayoría de los de esa época.

-¿Lista para entrar?- preguntó el pelirosa tomando la mano de su amada.

-Más que lista.

Empujaron las puertas del gimnasio encontrándose con todo bien adornado, un poco oscuro, varios chicos bailando y una que otra pareja manoseándose en los rincones.

-¡Natsu! ¡Lucy! ¡Por aquí!- gritó Levy desde una mesa un poco lejana en donde se encontraban todos, Erza, Juvia, Levy, Gajeel, Gray y el princeso es decir Jellal.

Los chicos se acercaron y se sentaron a platicar con sus amigos hasta que algunos se pararon a bailar, entre ellos nuestra pareja favorita.

-¡Oye Gajeel!- gritó una pequeña peliazul a su pareja -¿No puedes sacarme a bailar o algo por el estilo? Me estoy aburriendo.

-Oye enana que te puedo dar más cosas que un simple baile- le guiñó el ojo a lo que ella se sonrojó violentamente.

-¡Gray! ¡Estaremos en tu auto olvidamos algo allí! ¡No abras la cajuela!- gritó Levy mientras se llevaba a su novio de la mano corriendo hacia el estacionamiento.

Esta sería una noche muy loca para todos.

Extraños y divertidos 50sWhere stories live. Discover now