Su única esperanza (Editada)

Capítulo 7

Capítulo 7

—¿Y esa sonrisa? ¿Te estás poniendo muy bonita?

— Hoy voy a salir con Ethan...

— ¿Con Ethan?— le miró con extrañeza su madre.

— Sí... He decidido darle una oportunidad de que me muestre quien es realmente.

— ¿En verdad?

— Sí... Quiero empezar a creer en él.

— ¿Lo amas tanto?

— Demasiado... Sólo que no se lo digas...

    Aquella fue su primera cita formal. Y su oportunidad de mostrarse quienes eran. Todo ello fue el inicio en aquella historia que empezó a escribirse en medio de ellos. Aquella historia que a pesar del tiempo, cinco años después, se haría aún permanente y eterna.

— Te dije que terminarían siendo novios...— le decía Zöe a Tom, molesta al ver a Ethan junto Daphne.

— Cálmate...

— No sé qué le ve... Si es más pálida que el blanco.

— ¿Celosa?— dijo al reírse con cierta ironía cómica.

—Muy gracioso... ¿No me dirás que también te simpatiza? ¿O que también has empezado a babearte por ella?

— En la obra no se veía nada mal. Jamás había visto a la Daphne que se ocultaba detrás de ese sentido de la moda que tiene ella tan particular.

— ¡Por dios!... Más simple y desabrida no puede ser.

— Probablemente...

— No me ayudes mucho...— dijo al interrumpirlo, queriendo terminar aquel tema en aquel momento.

    Daphne era feliz. Ethan era cada vez más amable con ella. Realmente era alguien distinto cuando estaban junto a ella.

— ¿Por qué me miras así?—le preguntó Daphne, cuando al levantar la mirada, mientras estaban estudiando biología, lo descubrió mirándola como si fuese un ángel.

— Estaba pensando que todavía no te he pedido que seas mi novia formalmente. ¿He pasado la prueba? ¿Puedo pedirte que seas mi novia, Daphne? ¿O debo seguir esperando?

— ¿Yo? — sonrió al sonrojarse, mientras intentaba parecer graciosa.

— Si tú...

— Mmm... ¿Puedo pensarlo?

— ¿Me harás sufrir, entonces?— se sonrió con dulzura, mientras rozaba su mejilla derecha.

— Tal vez un poquito... No todos los días a uno se le declara el chico que a uno le gusta...

— Mmm... ¿Eso es un sí o debo decir algo más para que sea más rápida la decisión?

—Mmm... Sí... Puede ser.

—Tú eres mi primer pensamiento en las mañanas. Y el último al anochecer. Tú eres el amor que llegó sin aviso... Te necesito, quiero que lo sepas— en ese instante sus labios volvieron a unirse—. Eres el motor que me ha impulsado a querer ser diferente y buscar el camino correcto— sonrió con cierta picardía al verla de nuevo a los ojos—. ¿Qué te haría falta para darte cuenta que en mi corazón no importa lo que digan la gente, siempre y cuando yo este a tu lado?... Si tuviera que vivir mi vida sin ti cerca. Todos los días serían vacíos. Las noches parecerían muy largas. En conclusión... No quiero vivir sin ti...

     Tras aquellas palabras, Daphne aceptó ser su novia. Era lo más hermoso que le había dicho alguna vez alguien.

    ¿Quién podía decir que en medio de ellos quedaría una historia inconclusa? ¿Quién podía decir que cinco años ni siquiera sería un tiempo prudente para olvidar y dejar el tiempo atrás?

— ¿Qué cantabas?

— Me asustaste, Ethan...

— Lo siento... Lo siento... Es que te estaba buscando y tu madre me ha dicho que te encontrabas aquí mirando el cielo estrellado.

— ¿No te parece una noche preciosa?

— Realmente... Aunque tú luces aún más hermosa... ¿No me dirás que cantabas?

— "Dreaming Of You" de Selena.— sonrió, sin hacerle saber que aquella canción le hacía recordarlo cada vez que miraba las estrellas. Era la canción que le recordaba a él, desde que lo había conocido tiempo atrás.

— Es preciosa... ¿Te habían dicho que tienes una hermosa voz?

— Eres el primero... ¿Y eso que has venido?

— Quería verte...

— Me ves todos los días en clase...

— No importa... Quería verte. Además, me prometiste que me permitirías escucharte tocar el violín.

— No se vale... Debiste avisarme que vendrías.

— ¿Tocaras para mí? Dime que sí... No me dejaras esperar hasta que seas una gran estrella. Y sea imposible tenerte en exclusiva.

— Está bien... Tú ganas. Te llevaré a mi habitación... No te hagas muchas ilusiones._ dijo al ver aquel gesto de pícaro en sus ojos.

— Imagino que si tu madre no confiara en ti, no tendría acceso a tu habitación.

— Exactamente...

— ¿Aun cuando quisiera seducirte?

— Aun cuando quisieras hacerlo... ¡Pórtate bien!

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Perdonen la tardanza a todos los lectores que han esperado por los demás capítulos que estoy por editar. Gracias por su paciencia, trataré de subir los que más pueda hoy.