Último

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Me acerqué y no lo podía creer, esto es inaudito, insólito, algo del diablo. ¿Cómo fuese posible que él cuerpo de Rafael estuviese en él yate? Y peor aún ¿Se está moviendo? ¡Se mueve! ¡Esto debe de ser una broma! ¡Un mal sueño! ¿Cómo medio tronco y pierna pueden moverse? ¡Ya me volví loca!

NARRA SIMÓN--
Me coloqué de pie abandonando a Adele, quien se encontraba dormida, por unos minutos para observar que tan lejos seguíamos de la orilla, me asomé por la borda y logré ver el muelle, me alegré debido a que eso significaba que estábamos cerca.

Me di una vuelta para conocer el lugar y para enterarme que hacían las demás personas que se encontraban con nosotros. Miré que todo estuviese bien y que nadie necesitara mi ayuda, como todo estaba perfecto volví a con mi mujer.

Al llegar, ella se encontraba moviéndose con rareza y susurrando cosas sin sentido, la moví un poco para que despierte pero no resultó, de veras que su sueño es muy pesado.

Luego empezó a llorar así, dormida. Me preocupé demasiado, volví a moverla pero esta vez un poco más fuerte y tampoco abrió sus ojos. Después de varios segundos ya no lloraba ni hablaba, me tranquilicé.
Me acurruqué a su lado y cuando me estaba quedando dormido, una gota de agua me cayó en la frente, pensé que iba a llover pero estaba equivocado, era Adele.

Volvió mi preocupación y con ella, llegó a mi una idea. Golpeé suavemente su mejillas y naríz esperando que se despertara y por fin lo hizo. Me miró extrañada por unos segundos para luego abrazarme fuerte y afectivamente, recostó su cabeza en mi pecho mientras lloraba con unas ganas inmensas. Sobé su rubio cabello tranquilizándola, estaba dando resultado, ahora sólo me abrazaba con fuerza. Quería preguntarle lo ocurrido pero me daba cosa que preguntándole volviese a llorar y me haga sentir como un idiota.

-Nunca me dejes Simón, por favor- Pidió con la vez entrecortada.

-Nunca lo haré amor ¿Por qué dices eso?- La separé un poco para ver sus ojos.

-Porque lo soñé- Contestó bajando la mirada. Tomé su rostro con mis manos e hice que

-¿Lo soñaste?- Asintió -¿Por eso llorabas y me abrazabas así?- Volvió a asintir -Amor yo nunca, escúchame bien, nunca dejaré de amarte y protegerte, quizás cuando muera pero ten seguro que siempre te amaré y cuidaré esté donde esté.

-Gracias, eres tan lindo. Te amo- Comentó entre lágrimas.

-Y yo a ti, pero ya no llores, me duele verte así- Limpié sus lágrimas con mis pulgares y seguido de eso la besé.

Un beso en el cual le demostraba todo mi amor, todo lo que podía hacer por ella, toda la felicidad que siento al estar con ella. Un beso en el que le transmitía toda mi tranquilidad y seguridad.

Tiempo después, propuse asomarnos para observar el mar y medir a qué distancia estábamos de llegar pero Adele se negó rotundamente, así que nos quedamos en ese mismo lugar hasta que llegamos. Por fin llegamos.

Todos bajamos, algunos con felicidad y otros con suma tristeza. Y como no estarlo si perdieron a sus compañeros quizás eran hasta amigos, medios hermanos, que sé yo. Sólo sé que les estaré eternamente agradecido.

Todos se comenzaron a parar frente a la orilla del mar, sus cabezas gachas y sus gorras en las manos, estaban dándole el más sentido pésame a todos los fallecidos. El Mayor y su mano derecha colocaron unas velas encendidas en una especie de vasijas por cada alma elevada al cielo, dedicaron unas cuantas palabras en honor a todos los valientes hombres y después todos nos marchamos.

NARRA ADELE--
Cuando ya nos retirábamos, entre la multitud logré ver a una loca y desgreñada Laura, mi corazón latió con fuerza, después de todo la vuelvo a ver.

Me Cambiaste La Vida (Sidele)Where stories live. Discover now