Me Cambiaste La Vida (Sidele)

Capítulo 44

Los acompañé hasta la delegación, me sentaron en un cuarto en donde una pared era de espejo, me reflejaba en él.

Un policial se sentó frente a mi, en sus manos portaba una hoja en la cual se plantaba las preguntas que, supongo, me hará.

Varios segundos después entró un señor quien se sentó en una esquina con una máquina de escribir. Sip todavía las usan aquí.

- Muy bien, supongo, que ya sabe para que estamos aquí ¿Verdad? - Habló el policial acomodándose en su asiento.

- Si, tengo una idea - Contesté.

- Comencemos...- Leyó el papel de sus manos - ¿Es cierto que usted estuvo en la fiesta sorpresa que la señorita Adkins le hizo a su pareja?

- Si, es cierto. Yo estuve allí - Acepté.

- Bien...¿Es cierto que la relación entre la señorita y usted no ha sido tan agradable, que digamos? -.

- Si es cierto, ella enamoró a Simón quien me gustaba -.

- Le gustaba ¿Ya no? -.

- No. Ahora mi novio es Alex, y me gusta mucho más que Simón - Respondí sinceramente. Lo amo, amo a Alex.

- ¿Usted empujó a la srta Adkins por las escaleras? -.

- Si -.

- ¿Lo hizo por voluntad propia? -.

- No, una persona me empujó a mí, haciendo que yo también la empuje a ella - Contesté segura de mis palabras.

- ¿Cree que podrá decirme el nombre de la persona que hizo aquella cosa con ambas? - Preguntó mirándome fijamente.

No respondí, me quedé pensando en cómo explicarle lo que, yo, había tenido la ignorancia y la estupidéz de hacer anteriormente y con lo cual él me estaba chantajeando.
Entonces, llegué a la conclusión de simplemente narrarle lo sucedido. Claro si pregunta, estoy segura de que lo hará. Su mirada seguía clavada en mi, me incomodaba e intimidaba eso. Suspiré.

- Fue mi primo. Marcos - Respondí finalmente.

- ¿Su primo?...- Asentí - ¿Por qué él haría algo así?

- Porque momentos antes de que Adele cayera, él y yo estábamos discutiendo - Expliqué.

- ¿A qué se debía esa discución? -.

- A que yo ya no quería seguir ayudándolo a separar a Adele y a Simón, que me había enamorado de Alex, que desde ahí para adelante él haría sus cosas solo, sin mi ayuda - Contesté corridamente, sin comas ni puntos que me detuvieran.

- Supongo, que el Sr Marcos se molestó por eso ¿No?...- Asentí - Entonces, esa fue la razón por la cual la empujó.

- Correcto - Confirmé.

- ¿Por qué usted ayudaba a su primo? - Preguntó.

Volví a quedarme en silencio, el sonido de las teclas de la máquina de escribir me desesperaba.

- Porque él me chanteajaba - Contesté mirando mis manos.

- ¿La chantajeaba? ¿Con qué? -.

¡Maldición! Justo la pregunta que no quería que me hiciera, me da vergüenza contar lo que hice. A mis padres lo que hice los avergonzó mucho. Me entristecía recordarlo. Bieno, ahora solo contaré la verdad. Diré toda la verdad sin importar lo vergonzoso y terrible que sea.

- Con una tontería que hice en el pasado - Contesté, tratando de que él no pida aclaración.

- ¿Qué tontería? Me pude aclarar - Pidió. ¡Vaya mi suerte!