Me Cambiaste La Vida (Sidele)

Capítulo 45

- ¿Ah si? ¿Y ustedes qué hicieron al respecto? - Pregunté asombrada. No creí que me habían denunciado.

- No mucho, debido a, que él Sr no tenía una imagen clara para describirla, al parecer no porta buena retentiva como la usted  - Respondió.

- Y ahora que sabe que fuí yo ¿Qué hará? -.

- Absolutamente nada, ya que, remendó el daño que hizo algo muy admirable - En su rostro se formó una pequeña sonrisa.

- Le agradezco - También sonreí.

- Bueno ¿Eso es todo?...- Asentí - ¿No hay nada más que deba saber?

- De hecho, si hay algo - Confesé.

- ¿Qué? - Volví a recordar y a contar.

>>Recuerdo<<
Después de haber visto a Adele caer de las escaleras, Marcos se acercó a mi para así lograr ver la trágica escena. Lo jalé hacia donde nos encontrábamos con anterioridad.

- ¿¡Por qué hiciste eso!? - Pregunté eufóricamente sorprendida y asustada.

- Porque si. Porque quiero a Adele sólo para mi ¡Entiendes! - Gritó.

- ¿¡Eres idiota o qué!? Ahora la policía estará incluída - Exclamé.

- No me importa. Yo sólo quiero recorrer el cuerpo de ¡Adele! -.

- Claro que debe de importarte porque ¡Yo no seré la única perjudicada en esto! - Aclaré en tono autoritario.

- Escúchame bien...- Tomó mi cuello con sus manos, lo fue apretando - Ni se te ocurra mencionar mi nombre, ni siquiera me pienses...- Cada vez lo apretaba más y más - Si lo haces te irá muy mal. Ya viste lo que le pasó a Adele, a tí puede pasarte algo mucho peor ¿¡Entiendes!? - Gritó muy cerca de mi rostro.

Asentí. Me estaba quedando sin aire, mi rostro estaba rojo y pálido a la vez. Algo muy raro. No podía hablar estaba como en una especie de trance y shock. Sólo logré mover mi cabeza, asintiendo. Estaba furioso, sus ojos me veían extremadamente abiertos, sus brazos son muy fuertes y por ende también sus manos, apretaba muy fuerte mi cuello.

Luego de pocos segundos de haber asentido, por fin, me soltó. Sentí que el alma y otros colores me volvían al cuerpo. Él se alejó, mirándome de una manera penetrante, amenazadora, diabólica, en modo de advertencia. Eso me asustó mucho, demasiado.

Toqué mi cuello, todavía no captaba lo que acababa de pasar, nunca me había pasado algo parecido. Ni siquiera cuando me drogaba y me perdía en mi mundo.

Me dirigí al baño a lavarme la cara para así aclarar mi mente. Cuando lo hice, alcé la mirada para observarme en el espejo y noté las marcas que Marcos había dejado en mi cuello. Sus dedos se quedaron marcados en mi piel. Me asusté, me aterré hasta que Alex llegó y me preguntó si yo había empujado a Adele. Primero me asusté más debido a que si no le decía la verdad me dejaría y yo lo amo, no soportaría estar y vivir sin él. Y así fué, le dije la verdad y no me dejó, me llenó de alegría cuando me abrazó y me dejó en mi casa. Realmente lo adoro.
>>Fin de recuerdo<<

- Me está diciendo que su propio primo ¿La amenazó con morir si decía algo y que también intentó extrangularla? - Preguntó el oficial entre sorprendido y molesto.

- Así es oficial, lo hizo. Aquí está la prueba - Me descubrí el cuello y se lo enseñé. Las marcas no se habían borrado.

- Bien ¿Sabe su dirección? -.

- Si claro, vive en la ciudadela Door Of Paradise, el número de su casa es 0352 - Respondí.

- Muy bien...- Dijo anotando la dirección - Eso es todo. Mañana mismo iremos a buscarlo. Por su seguridad no se preocupe, dos policías custodiarán su casa - Dicho esto se puso de pie.