Destino Hibrido

XI

— ¿Así que se quedaran aquí? —Pregunto el Señor Yazzie de pronto mientras seguía con la cena.

— Eh, bueno... Sí no le molesta...—Dijimos mi hermana y yo completando la frase.

— Por supuesto que no me molesta—Dijo el alegremente— Pero tengo mis condiciones...

— ¿Cómo cuales, señor?

— Si te pones nervioso, no empieces a hablar en inglés, porque no te entendemos mucho ¿Sí? Somos más o menos de acá, pero no estamos acostumbrados al inglés, acá en la manada se habla más el español y el navajo, nuestro idioma nativo ¿Entendido?

—Si, señor. —EL asintió y sonrió.

— Pero no me digas señor, no soy tan viejo aun; Dime Jackson.

— Claro, Jackson.

— Bien. La segunda condición es para ti, Vanesa; No puedes usar super velocidad no sé cuánto en esta casa...

—Super velocidad vampírica—corrigió mi hermana en un susurro.

—Eso, eso mismo; No la puedes usar, porque no quiero que rompas nada—Sophie le dio un codazo— Ah, y tampoco que vayas a lastimar a alguien.

— No hay problema, señor. —Jackson rodo los ojos.

— Niña, por favor... Cualquiera que no sea mi hijo me puede tutear. Ya, relájate...—Vanesa asintió y siguió con la cena.

— Tercera condición: esta es la misma que tiene Frederick; No pueden deber sangre aquí. Si alguien los ve cazar, pasaran una semana en el calabozo secándose hasta expulsar toda la sangre.

— ¿Por qué hacen eso? —Pregunto Vanesa.

— Porque la mayoría de los vampiros aquí, son protectores, y a ellos se les entrega semanalmente una dosis de sangre humana para que estén fuertes y no descuiden el oficio por ir a cazar. En el caso de los mates, que, de hecho, son muy pocos vampiros, son solo 2 además de ustedes... Oh, no recuerdo, querida ¿Tu lo recuerdas?

— Em... ¡Si! Creo que los dejan salir a cazar fuera de la manada. Aunque no estoy segura... Pero igualmente pueden preguntarle a Roció si les inscribe en la lista de la reserva, no creo que tenga problema.

— ¿Hay vegetarianos aquí? —Pregunte.

—¿Te refieres a la casa o a la manada? —Pregunto Sophie.

— La manada.

— Me refiero a la manada.

— No, querido, no hay. Aquí todos comemos carne. —Vanesa hizo el ademan de sonreír y señalo sus colmillos— Si, ellos también. Los protectores no pueden ser vegetarianos porque se vuelven débiles y no controlan la sed muchas veces, eso puede afectar mucho en el oficio.

— Oh, Ya veo... ¿Entonces aquí más o menos aceptan a los vampiros?

— Mas o menos...—Dijo Jackson haciendo un gesto con la mano— Si forman parte de la manada...

— ¿Los protectores forman parte de la manada?

— Si, por supuesto. Ellos protegen el futuro del linaje, son muy importantes, tanto como lo son los guardias y los guerreros.

— Papá, hablando de guerreros... ¿Tú de verdad crees que necesito ir al instituto si yo seré un guerrero? —Pregunto Alex.

— No... Fue idea de tu madre enviarte al instituto para ver si encontrabas más fácilmente a tu mate, y funciono.