Capítulo 15 ✓

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Jueves, 8 de enero del 2015.

Mi humor había paso de cinco a menos cien, después de esa noche como se estaba haciendo costumbre, Akari y yo no nos volvimos a hablar.

Ella se había ido de mi rango visual y yo no quise ir tras ella, no estaba molesto ni nada parecido, me sentía en la nada, con un tremendo nudo en mi garganta, pero aun así con el orgullo inflándose en mi pecho, no quería llorar, no lo iba a hacer y no lo hice.

Tal vez si lo hubiera hecho esta amargura no fuera tan densa, pero no me gusta llorar y estoy seguro que pasara lo que pasara, ese hecho no iba a cambiar.

Con todo esto rondando en mi cabeza había llegado a la panadería de Big moon sin darme cuenta, entre en el local sintiendo de una vez el agradable olor de los panes y dulces que ahí se hacían, mire alrededor dándome cuenta de que el local estaba hasta rebosar de gente.

—¡Demonios! — Los niños a mi lado me miraron con los ojos bien abiertos y su madre me miro con reproche, ¡Vamos! como si no oyeran cosas peores en la escuela, rode los ojos con mucho fastidio, no tenia de otra más que acercarme a la enorme fila para pedir los panes.

Mientras llegaba al final de la cola, tropecé sin querer con una chica, cuando me voltee a ayudarla me paralice, era Akari.

Ambos nos quedamos mirando fijamente, la ayude a incorporarse y ella murmuro un "gracias" para luego irse rápidamente.

«Jodida vida la mía»

Hoy no iba a ser mi día, todo lo que estaba sucediendo eran claras señales de ello, mi mal humor empeoro a medida a que avanzaba el tiempo, una hora estuve esperando para que me atendieran ¡una jodida hora!

Para rematar al salir y al estar cerca de mi casa, me topo con esa jodida escena ¡por un demonio! ¡maldito sea el mundo! ¡¿Qué hace Akari besando a ese tipo?!

Me quede paralizado mientras sentía mi sangre hervir en pura rabia, ¡¿Quién demonios era ese tipo?! No sé por qué, pero me acerqué lo más rápido que pude hacia ellos y mientras lo hacía pude escuchar lo que ella le decía.

—¡¿Qué haces?!— El chico la tenía agarrada de los brazos y mientras más me acercaba más notaba la fuerza con la que la sujetaba—. ¡Suéltame ahora, maldito mal nacido! ¿¡Suéltame!!

—¡Quédate quieta y baja la maldita voz Akari! — El chico le grito en toda la cara y con mucha rabia, le soltó el brazo derecho y lo levanto en forma de puño, tiré la bolsa que cargaba y corrí hacia ese imbécil lo más rápido que pude tacleándolo en el proceso.

Sentía la adrenalina recorrer mi cuerpo, eso ligado con la rabia y las ganas de golpear a ese rubio hijo de puta, me puse al frente de Akari mientras esperaba a que el tipo se levantara.

El chico se levantó limpiándose la ropa, iba vestido con una franelilla negra y encima de esta una camisa a cuadros de colores negros y purpura, unos jeans claros y zapatos al estilo militar, su cabello era rubio, pero bastante pálido y sus ojos de color negro me apuntaban como un par de pistolas a punto de disparar.

—¿Quién eres? — Su tono era bastante tranquilo, pero sabía que en cualquier momento podría venir a golpearme, vi como llevaba su mano a su bolsillo izquierdo.

—¿Qué te importa? — Estaba decidido a golpearle la cara, así que no tenía por qué andarme con cuidado.

—Sera mejor que te largues mocoso, si es que sabes lo que te conviene— Me erguí más en mi posición dejando en claro que no me iba a ir.

—¿Eres tan iluso? ¿Crees que después de ver que la ibas a golpear me voy a ir? Serás imbécil— Sentí unas manos aferrarse en mi espalda, sabía que era Akari—. Tranquila ¿Si? — Susurré lo más bajo que pude.

—¡Y a ti que te importa una maldita cualquiera! — Comencé a ver todo en rojo, sentía la sangre y la adrenalina burbujear en cada poro de mi piel.

Me abalance contra el rubio, propinándole un puñetazo en toda la mejilla con tanta fuerza que lo tire al piso, no le di oportunidad para que se incorporara y me tire encima de él, dándole un sinfín de golpes, sentía unas manos jalarme lejos de él, pero algo en mí no reaccionaba, quería matarlo a golpes.

—¡¡Ace por favor para!! —Al escuchar la voz de Akari pude recobrar un poco la conciencia, me dejé arrastrar un poco lejos del muchacho y fue cuando me di cuenta que mi cara ardía un poco, sentía un sabor metálico en la boca y que mis manos dolían como el infierno.

Me encontraba sin aire, como si hubiera corrido una maratón y los sollozos de Akari no hacían más que darme ganas de abalanzarme contra ese bastardo.

Él se levantó a duras penas, escupió un poco de sangre mientras se sobaba la quijada, suponía que le había roto la nariz y la boca, además de algunas marcas rojas que adornaban el resto de su rostro, pero aun así mis ganas no disminuían.

—Esto no lo dejare pasar— Se acomodó la ropa y me sonrió, dejándome ver la sangre en sus dientes—. Tú y esa puta van a tener que cuidarse.

—Inténtalo y te juro que no abra nadie para evitar que te mate a golpes— Escupí cada palabra con rabia, me levante poniéndome delante de Akari—. Acércate a ella y te hare ver el infierno.

Me di la vuelta para ayudar a la pelirroja a levantarse, dándome cuenta de lo mal que se veía, su cara estaba empapada de lágrimas, sus mejillas estaban rojas, pero no causaron nada en mí sabía que estaban así a causa del llanto, sus labios temblaban levemente y sus ojos desprendía miedo y mucho coraje.

—Ella me pertenece, ten eso en claro desde ahorita— Me voltee con la intensión de propinarle otro golpe, pero el chico ya se estaba alejando.

Sentía el corazón encogerse en mi pecho, tenía muchas emociones revoloteando por todo mi cuerpo y mucha intranquilidad, ese tipo era peligroso.

—¿Ace? — El murmullo de la voz a mi lado causo que mi cuerpo se pusiera en alerta, ese tipo iba a ir tras ella sabía dios porque y eso no lo iba a permitir.

La mire y vote todo el aire que estaba en mi sistema, ella acerco sus manos a mi cara y pude ver la culpa golpear su cara, agarre sus manos quitándolas de mi cara.

—Te acompañare a tu departamento.

Ella agacho su mirada y durante todo el camino ninguno de los dos dijo algo, esto se sentía como la mierda.










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Les comparto un poco del talento Venezolano. Viniloversus es una de las mejores bandas de Rock, que hay en mi país♥

P. S. Las letras de esas canciones, no tienen nada que ver con la historia... Creo.

El enamorado y La escéptica│Portgas D. Ace│ #LCA18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora