El enamorado y La escéptica│Portgas D. Ace│ #LCA18

Capitulo 9 ✓

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Jueves, 23 de octubre del 2014 8:23 a.m.

Han pasado cuatro días desde que hui del departamento de Akari, desde ese día he tratado de no pensar en ella, de hacer como si ella nunca hubiera llegado al instituto, pero no ha sido nada fácil. Se me hace difícil no mirarla y apreciar cada uno de sus gestos.

Creo que madure un poco, o eso trato de decirme a mí mismo, no quiero encapricharme con ella, no debo de hacerlo.

— ¡Portgas, ponga atención o váyase a detención! — Ante el llamado de atención, di un pequeño brinco, estaba sumamente metido en mis pensamientos, miré al profesor y luego hacia mis lados -está bien, mire hacia Akari, quien me miraba preocupada-.

Bueno, tal vez he estado evitándola, ya saben, evitando meterme en su camino, aunque ella ha querido hablar conmigo y eso me emociona un poco, pero he tenido que aplastar ese sentimiento hasta el fondo.

Tome una bocanada de aire y me levanto, Akari y el profesor me ven con una ceja enarcada, después veo a Marco y Thatch, les sonrió y me dirijo con mis cosas hacia la salida.

No estoy de humor, solo quiero dejar de pensar en el dichoso tema, quiero pensar que Akari no existe y que mi vida esta como siempre, pero que va, la vida se encarga de escupirme en la cara cada vez que puede.

— ¡Ace! — Y ahí estaba la razón de mi frustración. Su voz provenía de mi espalda y de verdad, no quería verla, pero esto que siento es más fuerte que yo, así que termino volteándome, conteniendo la respiración en el proceso.

Ella me miró fijamente a los ojos y pude observar como apretaba los labios, mientras que volvía sus manos en puño, camino hacia mí y me tomo de la mano, jalándome, haciendo que comenzara a caminar detrás de ella.

—Aka...

—¡Cállate y camina! — Genial, ahora está molesta.

Mientras caminábamos no pude despegar mi vista de nuestras manos, sentía demasiado calor en mi cara y mi estúpido corazón volvió a retumbar en mis oídos. Me regañe mentalmente, esto no debería de estar sucediendo, yo no debía de estar cerca de ella, sin embargo, el fuerte agarre de Akari me emboba e impide que me zafe de su delicada mano.

La pelirroja nos dirigió hacia la azotea del instituto, el tiempo no estaba muy acogedor que digamos, se estaba acercando el invierno y obviamente estaba haciendo bastante brisa y frio.

Nos detuvimos en medio de la azotea, Akari seguía de espaldas a mí y con nuestras manos unidas todavía, no lo niego, siento una calidez agradable subiendo desde nuestras manos y esa calidez se está concentrando en mi pecho, haciéndome sonreír por un momento, claro, tuve que quitar mi sonrisa de idiota cuando Akari se voltio con una cara que me hizo entender, que no estaba feliz.

Estaba enojada, todo en ella decía enojo, en mayúscula y con colores de neón. Para nada bueno.

—Tu y yo no hemos terminado de hablar— La iba a interrumpir, pero ella rápidamente me agarro del cuello de mi camisa, jalándome hacia ella, quedando cerca, muy cerca. Su respiración golpeaba con la mía y podía decir que sus labios estaban tan tentadoramente cerca, pero la fina línea que se dibujaban en ellos, hizo que me quedara lo más quieto posible—. Escúchame muy bien Portgas, te voy a decir todo y si me llegas a interrumpir juro por todo lo bendito, que mi mano no va a temblar en querer encontrarse con tu cara ¿Entendido?

Yo solo asentí.

—Es verdad, en un principio no quería nada contigo, te ignoraba, iba con tus amigos y los saludaba, pasando por alto tu presencia, pero la verdad es que, me era difícil hacerlo. Me llamaste tanto la atención desde que me llevaste por delante, no, la verdad es que, todo fue por tu estúpida sonrisa— Akari soltó una pequeña risa y su mirada se suavizo por un momento, pero luego volvió a estar seria—. Le pregunte a Elizabeth sobre ti y ella me dijo que no me ilusionara, que tu solo buscabas a las chicas para una salida y ya. Yo no quiero una cita y ya, yo quiero algo duradero, algo realmente fuerte y embriagante, pero eso ya lo había tenido y resulto un fiasco, así que decidí que iba a protegerme a toda costa.

» Aquel día que te entregué tu cuaderno, te mentí, no había buscado a tus amigos y ni mucho menos a Sabo, a quien había visto mientras cargaba tu cuaderno en mi bolso, tu cuaderno era la excusa perfecta para saber cómo eras y ¡Demonios! Todo lo que había pensado, en cómo me recibirías, como me hablarías, si me sonreirías coquetamente, todo eso se fue a la basura, me disté una sonrisa sincera y realmente— Akari se detuvo por un momento, sus mejillas enrojecieron levemente y vi como sus hombros se movían, respirando de forma profunda, después continuo como si nada—. Realmente encantadora, que solo podía pensar ¿Este chico realmente es tan egocéntrico como dicen? Estaba nerviosa y solté aquella mentira y sin querer, te herí, lo sentí y te puedo asegurar que mentalmente me di una cachetada, porque a mí también me hubiera dolido.

«Después estuvo el trabajo de química, fuiste gentil y sobre todo un encanto conmigo, fuiste paciente y te reías de mi sarcasmo y expresiones, yo solo podía pensar que todos estaban equivocados contigo. Ace eres un chico realmente encantador, no puedo dejar de pensar en ti en esa manera y yo, yo solo quiero que empecemos desde cero, ya sabes, sin alguien de por medio que diga que eres un galán, sin confusiones y sin que corras de mi departamento por no saberme expresar bien.

—Akari, yo, bueno tu... ¡Woa! — Estaba sorprendido, ella creía que era encantador, o sea ¡Encantador! Por amor a todo lo bueno, podría saltar de esta azotea y sería absolutamente feliz, pero bien es hora de no ser idiota. Debia de comportarme seriamente, tome varios respiros antes de poder seguir hablando—. Akari, yo lo siento, si te hubiera dejado hablar el sábado, pues te hubiera ahorrado el enojo.

Rasco mi cabeza totalmente avergonzado, era la verdad, si solo la hubiera dejado hablar, pues nos ahorraríamos toda esta vergüenza, sé que ella lo siente, por el entrecejo de sus ojos y sus mejillas coloradas. Y ahora dándome cuenta, seguimos muy juntos, ella se dio cuenta y soltó mi camisa lentamente

—Lo siento, por la agresividad, pero no quería más malos entendidos— Akari llevo sus manos hacia atrás y comenzó hacer un pequeño balanceo, un déjà vu me recorrió el cuerpo y ambos sonreímos, una sonrisa para el otro—. Bien, empecemos de cero ¿Te parece?

—Me parece— Le tendí mi mano con una sonrisa, que sentía que abarcaba toda mi cara—. Soy Portgas D. Ace.

—Soy Akagami Akari, es todo un placer, Ace— Ella me dio su mano, entrelazándose con la mía.

—Igualmente Akari.

Esto era increíble, se sentía tan bien todo esto, sentía la felicidad desbordado en el ambiente y eso era magnifico.

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