–Que gusto verte Harry, ¿Cómo estás? –Me devolvió la sonrisa y dejó de trabajar en su portátil para prestarme completa atención.

Había algo en esa mujer que me hacía sentir bien, era como un especie de cariño familiar que nunca antes había sentido. Cuando ella estaba cerca yo sentía que todo estaba bien, que nadie me podía dañar, incluyendo a Louis.

–Estoy bien, bueno, eso supongo. –Tomé asiento en una de las sillas que se encontraban frente a su escritorio–. ¿Usted?

–Yo muy bien. –Esperó a que yo mencionara alguna otra cosa, como el motivo de mi visita–. Bueno Harry, dime, ¿En qué te puedo ayudar? Supongo que no estás aquí solo para pasar un tiempo con tu anciana jefa.

–Oh, claro que no. –negué rápidamente–. De hecho si hay algo en lo que me puede ayudar.

–Dime, te escucho.

–Necesito un cliente. –Se sorprendió demasiado al escucharme–. Para esta noche. Cualquier cliente, no importa la categoría, solo necesito algo con que distraerme.

Ella estaba demasiado confundida, sin embargo decidió ayudarme con lo que le pedía. –De acuerdo Harry, veré que puedo asignarte… –abrió uno de los cajones de su escritorio y sacó una libreta para comenzar a ojearla buscando una cita sin cubrir para esa noche–. Pero tienes que saber que no es necesario que salgas, tienes la semana cubierta por el señor Moch.

–Lo sé. –respondí rápidamente–. No lo hago por dinero, lo hago porque no quiero estar aquí esta noche.

No pasó mucho tiempo cuando yo me di cuenta de que no había sido una buena idea mencionar esa última frase. Bajé la mirada y rogué para que ella no hiciera preguntas sobre el tema.

Estuvimos un rato en silencio, pero yo podía sentir su mirada sobre mí. –Lo sabía.

Subí la mirada y negué con la cabeza. –no lo decía por el lugar en sí ni mucho menos por usted, lo decía por las personas que lo habitan.

–Lo sé Harry, lo he notado. –Sentí un poco de alivio que rápidamente se esfumó–. He notado como lo miras.

–¿Mirar a quién? –Fingí confusión, en realidad si sabía a quién ella se refería, pero me negaba a aceptar que se hubiera dado cuenta.

–Al novio de James, al chofer del señor Moch.

–No, no, para nada. –Mi nerviosismo había terminado de delatarme. Ella comenzó a reír levemente–. No sé de qué habla.

–Vamos Harry, conmigo no tienes que fingir. Me he dado cuenta de todo, de la forma en la que miras a ese chico, de lo mucho que has cambiado desde que lo conociste, pero sobre todo, de lo mal que has reaccionado desde que James sale con él.

–No es verdad. –Un nudo enorme se había formado en mi garganta dejándome con apenas un hilo de voz. No quería que nadie supiera eso, me avergonzaba demasiado estar enamorado de Louis.

–A decir verdad a mí tampoco me agrada su relación con James. Está provocando que él descuide demasiado los negocios. Ahora pasa la mayor parte de su tiempo con él y ha dejado de atender a varios clientes que pagaban bien.

–Louis es un buen chico, ellos están muy bien juntos. –Quería demostrarle de alguna manera que no era lo que ella pensaba, pero aun así, todos mis intentos se iban a la mierda cuando me miraba a los ojos y yo solo lograba enseñarle lo dolido que me sentía con todo eso.

–Tienes que entender que él está con James, Harry. No quiero que sufras por eso. –Acercó su mano hacia la mía y la tomó dándole un leve apretón–. Quiero que te olvides de él, ¿De acuerdo? Quiero que te concentres en el señor Moch, que él sea el único que realmente importe.

Banned Skin (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora