52. Jugada final.

1.6K 118 39
                                    

He aquí el último capítulo de la novela. No me maten por favor :'v

Dylan's P.O.V.

La observo lanzarse a los brazos de él, con una expresión indescriptible.

Siempre lo ha preferido a él.

Siempre.

«Sepáralos ya, deja de ser tan estúpido al quedarte parado viendo como se besan, ella te está pisoteando, te está haciendo menos, te está despreciando de la manera más vil y cruel posible. Haz lo que te he dicho.»

-Inyéctenlo. - Lanzo la orden.

Las manos de mis hombres toman control de su cuerpo, cargándola y alejándola de él.

Mientras uno, coge la jeringa que le otorgué el día anterior. Por si las cosas se complicaban.

Carter trata de forcejear con todas las cosas que lo sujetan a la camilla, intentando débilmente que suelten a Megan. Pero no cae en cuenta, de que lo acaban de inyectar con un potente calmante.

Poco a poco, sus ojos se van cerrando, y su cuerpo va tomando una posición pacífica, a los segundos, sólo su respiración se escucha, y ya no sus quejidos y reclamos.

-¿¡Qué le has hecho!? ¡Esto no era parte del trato, estúpido! - Chilla Megan. Intentando soltarse, pero todos sabemos que eso es imposible.

-No te preocupes cariño, es sólo un simple y potente calmante. - Sonrío.

-Por favor deja que me quede con él.

-Uhmmm. - Simulo pensar. - Está bien, me he dado cuenta de que tu felicidad es lo más importante.

-Oh por Dios... ¿Hablas... Hablas en serio? - Su voz sale toda ilusionada.

Oh vamos, ¿¡Es en serio!?

-No. - Respondo. - Andando.

-¡No! - Vuelve a chillar.

Comienza a moverse, y patear a todos, hasta que de una logra soltarse, y vuelve a besar a Carter.

- Nunca te olvidaré. - Susurra.

Oh, sí que lo hará.

Vuelven a sujetarla, y yo me acerco a ella.

-Vas a obligarme a inyectarte antes de tiempo.

-¿Qué me vas a inyectar? ¿Tranquilizantes? Por favor, no seas ridículo. - Rueda los ojos mientras forcejea.

-No me creas idiota, maldita estúpida. Te voy a inyectar con lo que alguna vez ya mandé a inyectarte, y con lo que alguna vez, borré tus recuerdos. - Su expresión de aburrimiento cambia por una de terror y confusión.

-Fuiste tú... - Susurra. - ¡¡Fuiste tú, maldita sea!! - Grita con furia. Intenta volver a soltarse, pero esta vez no lo consigue. - Todo este maldito tiempo viví creyendo que no recordaba a causa del accidente automovilístico, pero ya veo que fuiste tú, maldito pedazo de mierda, no mereces vivir, no mereces nada. -Grita. - Te odio. Te odio, te odio, te odio, ¡¡Te odio!! -Vuelve a chillar. - Te odio como nunca he odiado a alguien. - La repulsión en el tono de su voz es más que notoria.

¡IDIOTA! #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora