ESPECIAL 300K

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Natalie's P.O.V.

-¡Dylan! - Exclamo al verlo a pocos metros de distancia.

-Eh, hola. - Se me acerca.

-¿Recuerdas lo que me dijiste...? - Me paso la mano por la cabeza. El frunce el ceño. - Dijiste que... Que me ayudarías con Sean. - Esbozo una sonrisa inocente. Si sigo así pensará que soy una psicópata. Y no queremos eso.

-Uhmm, claro. ¿Te parece que pase por ti en la noche? - Frunzo al ceño al escucharlo.

¿Noche?

¿Él y yo?

¿Y si Cameron tiene razón y me quiere violar?

-¿E-en la noche? - Pregunto.

-Sí, es que Sean siempre va a las carreras por las noches... Es como un pasatiempo.

-¿Carreras ilegales?

¿El lindo e inocente Sean en carreras ilegales?

-Ni modo que leg... Sí, ¿Irás? ¿O te perturba la idea? - Da una sonrisa ladina.

¿Y-yo? ¿En carreras ilegales?

Megan me mataría...

Pero por otro lado... Podría llegar a tener una oportunidad con Sean...

-E-está bi-bien, si iré.

-Bien. - Sonríe. - Paso por ti a las 10. Sé puntual por favor. - Sin más, se aleja de mí perdiéndose en los pasillos de la escuela con toda la gente.

No sabía que esa decisión cambiaría mi vida por siempre.

(Varias horas mas tarde...)

Nueve en punto. Nueve en punto y no tengo ni la más mínima idea de como debería vestirme.

¿Debería vestirme sexy?

¿O como me visto siempre?

¿A Sean le gustaría más si me visto sexy?

Agarro mi ordenador, y comienzo a googlear.

"Cómo vestirse para ir a carreras ilegales"

Espero unos segundos hasta que por fin cargan los resultados.

Oh mierda...

(...)

Termino de bañarme, exactamente a las 8:00.

Y ahora, ¿De dónde carajos saco la ropa?

Uhmm... Puede que Madison tenga...

-Ehmm, ¿Maddy? - Toco su puerta dando golpecitos leves. La puerta se abre, dejando ver a una Madison con mayas negras, un short, un top, y mucho, mucho maquillaje. Hago una leve mueca, haciendo ver que necesito de su ayuda. - Necesito... Que me hagas un cambio de look...

-Sabía que llegaría este día. - Hace una sonrisa triunfal. - Pasa, siéntate ahí. - Señala una silla giratoria. - Y bienvenida a tu nuevo mundo.

-T-tengo miedo... - Digo ya sentada, y examinándome en el espejo

-Sólo cierra los ojos, y sé paciente...

(...)

-¿Ya terminaaaaas? Me duele el poto.

Hasta este entonces, Madison, mi querida prima, ha hecho un montón de cosas en mi cabello, por el olor, puedo percibir que lo ha teñido, o eso creo... Ahorita ella está risándome las pestañas.

¡IDIOTA! #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora