C18:Tierra, trágame

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Miro al cazador y aunque tiene los ojos vendados sabe que lo estoy escrutando

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Miro al cazador y aunque tiene los ojos vendados sabe que lo estoy escrutando. Nadie de los cambiantes utiliza los poderes en uno ya que, desde ahí puede adueñarse de tu cuerpo. Alaska es la excepción por supuesto, con ella ya nada tiene sentido. 

—Eso es imposible, a Eva no se le ha visto en un buen tiempo— habla mi padre, furioso

—no me creas, yo sólo dije la verdad— dice Charlie, importándole poco todo este asunto. Agarro a mi chica del brazo y la saco de ahí, inmediatamente. Una vez que estamos afuera la miro a sus hermosos ojos. 

—no se si eso sea verdad, Alaska—digo y con eso capto toda su atención—cuando venga John resolverá bien tu caso— aseguro 

—es que... se me hace todo imposible, mi padre siempre me dijo que...—pero su voz se corta

—lose... pero no quiero que le digas nada a tu familia, Alaska— suspiro—por lo menos, aún no—ella asiente no muy segura— Alex se queda aquí, mi padre lo sigue inspeccionando. Lo llevaré a la escuela

—mi padre se preguntará donde estoy, será mejor irme— me dice, en un susurro— ha pasado mucho en estos días no te hablaba, eras el chico con quien siempre quise estar y después ya soy tu alma gemela— alzo una ceja, divertido— y existen los cambiantes 

—¿siempre quisiste estar conmigo?— digo con diversión teñida en mi voz, como era de esperarse ella se sonroja

—si-si bue-bueno yo si, si lo-lo eres—dice, bajando la mirada. Con mi mano levanto su mentón para que me mire 

—yo también siempre quise estar contigo— y de un solo movimiento, juntamos nuestros labios. 

Soy consiente de las miles de descargas eléctricas, de las miles sensaciones y emociones que un solo roce con los labios de Alaska provoca en mi. Nuestros labios danzan como si ya lo hubiéramos hecho muchas veces antes. Siento muchas cosas cuando estoy con ella y ninguna podría explicar con palabras porque sinceramente, no las hay. 

Nos separamos por falta de oxígeno, solo pegamos nuestras frentes. Ella sonríe y aunque no hemos tenido muchos besos, una sonrisa después de un beso se ha sumando a mi lista de besos preferidos. 

No pregunten de esa lista por que apenas la he inventado. 

—¿sabes? nunca pensé que me harías caso— sonrío, aún con las frentes pegadas

—siempre he tenido ojos para ti, siempre fuiste tú—digo, mirándola tiernamente—venga, te llevare a casa 

—¿nos vemos en la escuela?—asiento 

Maldita Fantasía (DISPONIBLE EN FÍSICO)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora