Tres amores tuve en la vida

CAPITULO 11 "LOS TULIPANES MISTERIOSOS"

Baje a desayunar mamá seguía un poco molesta conmigo por lo que había pasado, pero por dentro sabía que se le pasaría rápido el enojo, mis abuelitos me preguntaron si estaba bien, ya que ayer los había preocupado y no los había visto hasta en la mañana, papá y Hanni estaban de lo más tranquilos. Después de desayunar ayudamos a mi abuela Cons a hacer el aseo de la casa y arreglamos más tarde el jardín, ya casi daba la hora en que Fernando llegaría, me había mandado un mensaje donde decía que llegaría dentro de unos 40 minutos, así que me fui a bañar y arreglarme para verlo, ya que aún andaba en pijama ayudando a mi abuelita.

Hanni entro a mi habitación y me aviso que nuestro primo estaba en la sala y me estaba buscando, entonces baje la escalera y me dirigí a la sala, cuando llegue ahí, mi mamá estaba sentada platicando con él, le había ofrecido un vaso de agua ya que Fer tenía un vaso en su mano.

- Hola Fer, ¿Cómo estás?- lo salude con un beso en la mejilla, después me senté junto a mi mamá en el sofá. - ¿Qué haces por aquí?- me hice la que no sabía porque él había ido a verme y me siguió el juego.

- Venía a verte, quería que me acompañaras a comprar un regalo para una niña, como tú eres mujer me puedes orientar más para comprar el regalo perfecto.- Fer se había inventado una historia en ese momento.

- Fernando, temo decirte que tu prima está castigada y no tiene permiso de salir.-dijo mi mamá volteando a verme. - ¿Por qué no le dices a Soni que te acompañe?- le pregunto.

- Le dije que me acompañara, pero salió con un amigo, además siento que Mel me puede ayudar más a encontrar el regalo ya que es para una de sus compañeras. Por favor tía deje que me acompañe, yo me encargo de venirla a dejar.- le dijo a mi mamá poniendo cara de niño bueno.

- No se cariño.- movió en negación la cabeza y cruzo los brazos.

- Por favor mamá déjame acompañar a Fer por su regalo.- le suplique.

- Dele permiso tía, yo la cuido, va a estar bien conmigo.- también suplico Fer. Y mi mamá se quedó pensando un momento.

- Bueno está bien, solo porque sé que la dejo en buenas manos.- dijo mi mamá viendo a Fer. - Pero la quiero de vuelta a las 5:30 en punto.- se levantó del sillón.

- Gracias mami.- le dije dándole un beso en la mejilla.

- Gracias tía, a esa hora estará aquí, no se preocupe.- le dijo Fer.

Tome mi teléfono y una sudadera azul marino, me despedí de mi familia y nos fuimos. No sabíamos a donde ir, lo que yo quería era platicar con el sobre el tema de Luca, nos decidimos a entrar a un café, tenía una temática muy vintage, elegimos una mesa que estaba en un rincón, cerca de un gran ventanal, pedimos cada quien un café y un sándwich ya que teníamos hambre. Y en lo que llegaba nuestra orden comenzamos a platicar de distintos temas y luego de unos 30 minutos llego nuestro pedido.

- Y bien cuéntame ¿Por qué estas castigada?- pregunto Fer.

- Si te cuento no me creerás.- puse mi mano sobre mi frente.

- Jaja, ya cuéntame no creo que haya sido muy malo ¿Por qué fue?- puso sus brazos sobre la mesa.

- Jajaja cálmate, que no fue nada grave.- me comencé a reír.

- ¡Ya dime!- dijo impaciente.

- Salí con Luca.- lo solté así nada más, él se recargo sobre el respaldo de la mesa y bajo sus brazos. - Y me castigaron porque no avise que saldría y llegue tarde a mi casa.- alce los hombros. Fernando se había quedado mudo y solo me veía. - Dime algo, no te quedes callado.- chasque mis dedos frente a su cara.