⚜Ｒａｓｔｒｏ ｄｅ Ｓａｎｇｒｅ ｙ Ｍａｇｉａ⚜

57. Memories..

× Flashback. 2360 años atrás. Bosque del Este×

Poco tiempo atrás, Draven y el resto consiguieron debilitar a la Aberración Morraine -como la habían denominado-. Sin embargo, Antoine, por extraño que sonase, sentía remordimiento. Claro, no lo podía haber modostrado antes pero ahora, en la soledad propia lo hacía.

Era por eso que salía a caminar por los bosques, en silencio, solo. Recapacitar lo hecho por más que no tuviera vuelta atrás. Además, era el único que podía estar solo: su hermano tenía una nueva joven esposa, Draven pretendía tomar una también, incluso Thalia parecía querer empezar su propio linaje....Antoine tenía sus dudas.

Caminó durante horas, se adentró demasiado en el bosque sin darse demasiada cuenta de ello al punto de llegar a un rincón prohibido.

Aquel sitio era sospechado de ser donde Tiara se escondía y mantenía escondida a la Aberración. Siquiera recordaba el camino que había hecho y si quería volver le tomaría tiempo. Pero para ello también debía de ser cuidadoso de cualquier ruido o cosa que hiciera.

El problema comenzó cuando oyó un ruido, sabía que no debía seguirlo pero lo hizo. Llegó al límite de un claro donde se hallaba un viejo sauce rojo y allí la vió, claro que el joven castaño se escondió detrás de un tronco a observar la situación, y pese a que ella se encontraba de espaldas pudo reconocerla sin dudar: Morraine vestía de negro y parecía estar cabiz baja, ¿Orando quizás? No estaba seguro, alcanzaba a ver una especie de roca a unos pocos centímetros delante de ella que se asemejaba a una lápida en una tumba.

Antoine ahí dedujo que quizás se trataba de la tumba del bebé que esperaba. Él sabía que la poción de Thalia mataría a la criatura antes de nacer más no la privaría de hacerlo. Aquella crueldad de la que la menor de la familia se regordeó al hablarlo, aquella crueldad de forzar a una mujer a dar a luz a una criatura asesinada antes de nacer....él sabía que no tendrían perdón por ello. Nunca..

A lo lejos, en frente de la tumba, la tribida original mantenía su cabeza baja, apretaba sus ojos para no llorar, pero aún así algunas lagrimillas se deslizaban por su mejilla.

La sola imagen de lo que podría haber sido su pequeña hija si tan solo hubiese tenido la oportunidad de vivir.; Si hubiese sido por ella, hubiese enterrado a Calindor al lado de su pequeña hija, consagrarlos a ambos, juntos, pero Tiara no consiguió encontrar el cuerpo al regresar y, ambas asumieron que aquellos con los que, lamentablemente, compartían sangre quermaron dicho cuerpo.

Lo que podría haber sido la perseguía en sus sueños, los deseos de una familia propia, de felicidad, de tener lo que más quería...nada mas ni nada menos, solo los que quería: su marido, su pequeña, su hermana y quién fuera que ella eligiera...¿Tan odiado era ser diferente que los llevó a destruir lo distinto, lo desconocido?

Antoine sintió una punzada en el pecho, se giró para no ver más aquello, quedando de espaldas al tronco.Con lo que no contó fue qué, sin querer, pisó una ramilla que hizo bastante eco, y para el oído de la mujer a unos metros de él sería imposible no oírlo.

Dijo algo insonoro. Justo a tiempo. La mujer en menos de un segundo estuvo a pocos pasos suyos. Buscando la razón, parecía preocupada, ahí el menor de los Gemini vio el rostro de su hermana más pálido de lo normal, así como sus ojos más grises. Lucia desganada, quizás un tanto paranoica buscando el ruido sin cesar. No parecía ver a nadie, siquiera a un animal. Y aún así ella parecía olfatear cuál animal buscando una presa.

El joven se mantuvo en total silencio, al limite de contener bastante la respiración para no ser detectado. Mantenerse así, en calma, sin poder encubrir sus nervios. Lo que más lo podría delatar sería el palpitar de su corazón, el cuál se aceleraba conforme su hermana mayor se acercaba.