⚜Ｒａｓｔｒｏ ｄｅ Ｓａｎｇｒｅ ｙ Ｍａｇｉａ⚜

3. 2012: Primera Parte

2012. New Orleans. 

El barrio francés durante años fue asediado por vampiros que mantenían una tiranía liderada por Marcellus Gerard.; Tiranía que les prohibida a todas y cada una de las brujas del Barrio y alrededores del mismo. Pero, los vampiros tenían una bruja de confianza a la cual el líder le pedía hacer los anillos solares para su circulo más cercano.

¿Quién era ella? 

Simple: Danae Matthews. Una bruja nacida en el Loussiana Memorial, en el centro del condado. Una joven bruja de -ahora- 23 años dueña de la pequeña tienda "Molaine", una tienda que vendía hierbas naturales y magia especial y por encargo.

Pero, Danae escondía una pequeña-gran- secretito: Morraine, la antigua bruja Géminis habitaba en ella y era quién tenía control total del cuerpo.Danae (Morraine) estaba terminando unas cosas, unos anillos encargados especialmente por vampiros. Al terminarlos se puso a escribir en su anotador el pedido terminado. Esa era su forma de llevar la contabilidad de las cosas que hacía para fuese quién fuese.Esa precisa tarde, mientras hacía su inventario, la campanilla de la puerta de entrada del sitio resonó en el silencio. La dueña del lugar levantó la mirada hacía allí y volvió la vista a su inventario.

— "Necesito hablar contigo, Danae"Decía el hombre que había ingresado, no era muy alto ni muy bajo, sino promedio, moreno de tez un poco oscura y ojos avellanas, llevaba una chaqueta de cuero, unos vaqueros simples y sueltos y tenis.

Parecía un tanto nervioso, exaltado más bien.

La mencionada simplemente levantó un poco la vista y le miró un tanto curiosa y asombrada.

— "No puedo hacer magia o pedidos mágicos sin permiso de Marcel, creo que ya lo saben todos eso."

Decía la mujer mientras volvía a bajar su rostro para proseguir con su escritura, sin darle demasiada importancia a su visita.

— "¡Solo escúchame!"El hombre, en su nerviosismo, y de imprevisto golpeó con ambas manos -palmas abajo- el mostrador, a modo de querer llamarle la atención.

— "Soy toda oídos, aunque claro, trata de no romper mi tienda entre charla y charla, ¿Quieres?"Dánae soltó su bolígrafo y levantó la vista a él, un tanto molesta pero se contenía.

— "Marcel no debe saber que estuve practicando magia, mucho menos que tuve una premonición."La dueña del local enarcó una ceja. Y con curiosidad preguntó.

— "¿Premonición? ¿Sobre qué?"

— "Un bebé. Una híbrida que nacerá aquí y esta destinada a grandes cosas, pero...también te vi a ti en esa premonición."

— "¿Una híbrida? ¿Híbrida de qué?"Ahora si tenía todo la atención de la mujer en sus manos.

Él aún permanecía nervioso, asustado porque no quería que nadie supiese de su práctica mágica, si no, el castigo era sabido cual sería...

— "No estoy seguro de qué. Solo vi que era una híbrida."

— "¿Una niña? ¿Seguro?"

— "MUY seguro."Ella quería asegurarse que fuese el género correcto y él, estaba seguro que era una niña lo que vio y no un niño.

Danae se levantó de su asiento, rodeo el mostrador hasta ponerse de frente a él. Apenas le sonrió y sin previo aviso lo tomó del cuello y dejo quieta su mirada en la de él.

— "Olvida lo que me acabas de decir; Olvida lo de la híbrida y olvida que has venido a mi. Ahora largo."

Estaba usando su magia en su mente. Quería que olvidase que le había dicho aquello. Y sin más, soltó su cuello y el hombre se fue caminando como si nada de allí.

La mujer se dirigió hacía la puerta y dejo puesto el cartel de "cerrado". Apenas hizo un ademán con sus manos y solo eso bastó para desaparecer del local donde había estado para reaparecer en el Viejo Cementerio La Fayette.Esa era la ventaja que ahora poseía Morraine: hasta ahora, cada cuerpo que había habitado, o la gran mayoría de los mismos habían sido humanos, ahora como una bruja Matthews podía desarrollar sus dones más antiguos y generar más poder en sí misma.

Caminó por entremedio de las tumbas y bóvedas que se encontraban en el cementerio. Pasaron unos minutos y, al llegar a una gran puerta en cuya misma había una gran "M" tallada en una letra gótica, simplemente apoyó su mano y recitó una especie de hechizo.

La puerta se abrió. Ella miró hacía los costados para ver que nadie la siguiese y luego de cerciorarse de ello, ingresó. Caminó un par de pasos y llegó a otra puerta, la cual simplemente empujó un poco y la abrió dejando ver unas escaleras en forma de caracol que descendían.Las bajo con calma y tiempo, tenía mucho tiempo de sobra para llegar a destino. Cada cierto tramo de las escaleras habían lamparas colgadas al costado de las mismas, para poder ver cada escalón y no trastabillar.

Al llegar abajo, un par de pasos más adelante luego de bajar el último escalón habían tres puertas más distribuidasDanae se dirigió hacía la del centro e ingresó allí. En el centro de la habitación había un ataúd de cristal posado encima de un especie de taburete largo el cual era de madera blanca y casi del mismo largor del ataúd.

La mujer se acercó allí, se paró a escasos dos centímetros del ataúd y lo miró unos segundos desde esa distancia; Luego se inclino sobre el mismo y limpió un poco el cristal para dejar relucir a una mujer aparentemente dormida, de cabellera negra ondeada y puesta hacía los costados de sus hombros, labios bien rojos, tez clara y su atuendo medieval color azulado con ligeros tonos dorados y negros la hacían lucir tan pacífica.Danae simplemente suspiró y dijo.

— "Falta poco...pronto nacerá una híbrida como lo que fuimos y así podré volver a ti.. Voy a terminar mi maldición y voy a retomar mi venganza contra mi familia. Solo hay que esperar un poco más..."