⚜Ｒａｓｔｒｏ ｄｅ Ｓａｎｇｒｅ ｙ Ｍａｇｉａ⚜

16. "Bienvenidos a Mystic Falls"

« Iba corriendo por aquel bosque desierto, chocando con algunas ramas que parecían querer evitarle le paso por el lugar, al rasgar su vestido y su piel debajo del mismo. Por alguna razón su hipervelocidad no funcionaba, la habían conseguido inhabilitar como vampiro.

A lo lejos podía oír las voces que venían tras ella, al grito de furia de su propia sangre. ¿Acaso no les había bastado con lo que le habían hecho a ella misma y la consecuencia de ello? Parecía que no. Pero no les daría el gusto de tenerse ante nada. Por un instante la bruja pensó que los había perdido dos aldeas atrás. Aparentemente no lo había hecho del todo y estaban cerca. Tenía que huír, perderlos de una buena vez.

Llevaba su morral al costado de su cuerpo, y en él, llevaba su grimorio. Su amado y gran Grimorio. Aquel que le había pertenecido a su abuelo y su madre y, que se suponía que fuese de ella y se lo prohibieron por ser...diferente a sus hermanos.

Alguien salió delante suyo, la bruja se frenó un momento al verle allí parada. "¡Ven! No tienes mucho tiempo". Fue lo único que la mujer delante suyo dijo y sin dudarlo, la bruja fue con ella. Su única persona de confianza que le quedaba..su hermana. »

El asiento era incomodo, molesto para dormir, aún así había conseguido conciliar un poco el sueño durante la madrugada y había tenido pesadillas nuevamente.

Hope apenas entreabrió sus ojos, por un breve momento se sintió perdida pero luego recordó que estaba sobre un bus, viajando.; Tenía su mochilla aferrada a ella con ambos brazos. Había usado de almohada el vidrio de la ventanilla, sin darse cuenta claro estaba.

Ahora, veía el amanecer a través de los amplios prados por los cuales aquel vehículo pasaba. La I-85 N parecía no tener fin. Era tan así, que la joven se había dormido, despertado y vuelto a dormir una y mil veces durante la madrugada. Perdía por momentos el sentido del tiempo que llevaba allí arriba.

Pero en ese momento pudo sentir como el bus iba deteniendo su marcha lentamente. Nadie entendía nada. Estaban en el medio de la nada, faltaba todavía para llegar a la terminal de Virgina.; El olfato de la híbrida era bueno, y por él pudo sentir un ligero olor a humo. Trató de mantenerse calmada, pero sabía que algo se incendiaba.

El bus al fin se detuvo. Todos los que estaban en sus asientos comenzaron a ver por las ventanillas -o al menos los despiertos-, aquellos que recién despertaban se desconcertaron ante semejante situación.

El chofer, ni bien el vehículo se detuvo, bajó del mismo y fue a inspeccionar que era lo que estaba pasando. La causa de su freno.; Al cabo de unos minutos regresó y dijo

<< El motor esta fundido. Todo el mundo debe bajar >>

Las protestas de los pasajeros no se hicieron esperar; Aún así, todos tomaron sus cosas y empezaron su descenso del bus. Hope iba casi a lo último, llevaba su mochila en la espalda y su morral al costado de su cuerpo.

Una vez abajo, miró para todos lados: estaban en el medio de la nada. No tenía siquiera idea para donde ir.

Alcanzó a oír que el otro bus que venía detrás de ellos, demoraría al menos dos horas en llegar allí. Demora que podría costarle un poco de tiempo valioso.; Caminaba de un lado al otro pensando.; Vio a un hombre sentado en un escalón del pequeño bar que estaba a pocos metros de allí, y se le acercó a preguntar un tanto impaciente.

— Por causalidad.. ¿Tiene idea de donde hay, no se, un motel, un pueblo tal vez?

— Pues si señorita, hay un pueblo a unos 3 kilómetros maso menos. Por esa dirección.

Respondió muy amablemente el hombre de avanzada edad, señalando más adelante el camino. De seguro le huiese quedado de pasada si el bus no se hubiese roto.