35. Repercusiones

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Las brujas de New Orleans cuyos hechizos repercutían en cada rincón de su tierra, incluyendo la consagrada -el Cementerio-, habían tenido la sensación de qué alguien que no pertenecía a ninguno de los nueve aquelarres de esas tierras estaban usando magia. No una magia más u ordinaria, si no más bien, una magia extraña, poderosa y especial.

La Regente estaba conectada a esa especie de "aparato de rastreo magico" impuesto en la tierra. Ella fue la primera en percibir dicho poder y no supo porqué pero cuando lo sintió automáticamente lo asoció a la magia de Hope. Era la única que no pertenecia a ningún aquelarre y que era más poderosa, tanto como la propia Davina, solo que ésta no sabía que la pequeña híbrida era más poderosa que cualquier otro ser que existiese.

Un grupo de brujas se acercaron a La Fayette, estaban listos para poder acabar de una buena vez a aquello que se suponía que debían destruir desde el primer instante en que nació.

Caminaban por cada rincón del Cementerio, buscando de donde provenía la emerción de la magia de la híbrida Mikaelson, buscaron en cada rincón, cada bóveda, no hallaban nada. A nadie más que visitantes curiosos o personas que venían a visitar a parientes ya fallecidos.; Por un breve instante, las brujas se estaban por dar por vencidas, cuando nuevamente el pulso se hizo presente en la tierra, rápidamente supieron a donde ir.

Freya estaba alerta a cada cambio o cosa sobrenatural que pasase.

Pese a que no estaba muy apegada con su familia y las diferencias en cuanto a lo que debería de pasar o debería haber sucedido con respecto a su sobrina, aún así eso no implicaba que no le importase su bienestar, era su sobrina después de todo, la quería, era su familia.

La rubia Mikaelson se encontraba en La Fayette, había sido una de las primeras en llegar al lugar al presentir la magia de su sobrina. Caminaba por cada uno de los entremedios de las lápidas y bóvedas. Se agacho en el suelo y posó su mano abierta sobre la tierra fría, miraba a los alrededores esperando, queriendo precabirse si alguien más estaba allí. Veía a miles de personas, algunas brujas que pasaban por allí.; Consiguió percibir el punto exacto de donde la magia prevenía. Se levantó y se encaminó hacía allí.

Estaba decidida a hacer lo que fuese, no herir a su sobrina si no, salvarla del resto. Claro que creía que era un error, aún así no tenía el corazón de matar a una niña de 6 años que llevaba su propia sangre. No era tan cruel y menos cuando le había prometido que la cuidaría, tal vez, su mejor forma de cuidarle era entregarla al aquelarre al cual pertenecía y que ellos hicieran lo que considerasen prudente para salvar a todos.

La fila 9 se llenó de visitantes en un par de minutos.

Toda bruja, incluso algunos vampiros curiosos se acercaron al lugar. Todos los presentes se miraron entre ellos, como curiosos y algo desorientados. Se miraron entre ellos y luego todos dirigieron su mirada hacía un espacio en el centro de la fila.; Dos brujas y un brujo se acercaron con sumo cuidado a la bóveda central, abrieron la puerta con sumo cuidado pero no había nada allí, estaba vacío, invocaron varios hechizos para saber si había alguien pero no salía nada, no se veía nada extraño.

Salieron nuevamente de la pequeña bóveda y uno de ellos dio la señal de que allí no había nadie. El resto se extrañó ante ello, pero no se daría por vencidos, era el lugar correcto no podían perderla esta vez.; Freya los observaba en silencio. Le imposible creer que no había nadie allí. Aún podía percibirla, ¿Cómo el resto no halló a nadie? No podía haberse ido tan lejos.

Pero adentro de la bóveda, más bien abajo, en el escondite las cosas eran muy diferentes.

Hopie se encontraba sentada en una de las esquinas de la habitación. Tenía su maquillaje corrido, sus labios inchados, su rostro de un color rojizo fuerte, tenía las piernas flexionadas y estaba sentada sobre las mismas, sus brazos rodeaban su propio cuerpo en un intento de protegerse a sí misma.

Estaba llorando desconsolada, llevaba así un rato largo. Su mirada se mantenía en el cuerpo yaciente en el centro del lugar. Su cabeza era un revoltijo que seguía girando y girando cada vez más.; Llevó sus manos a los costados de su cabeza y cerró fuertemente sus ojos, agachó el rostro y mecía su cuerpo adelante y atrás.

[Sé que fue corto, pero prometo hacerlo más largo a la próxima y disculpen la tardanza...]


⚜Rastro de Sangre y Magia⚜Where stories live. Discover now