Capítulo 25

178 7 2
                                    

EVAN

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

EVAN

Cuando entramos al edificio, salieron varios hombres armados que nos escoltaron a dentro del lugar, y fue entonces cuando descubrí que aquel edificio no estaba completamente abandonado. Sino que todo era una ilusión. ¿Desde cuando está esto aquí?

Los hombres nos llevaron hasta el elevador apuntándonos con armas. Vi a uno de ellos presionar el número 5.

—Están aquí, señor —le dijo uno de ellos por medio de un teléfono—. Ahora mismo los escoltamos para allá.

Apreté el puño con fuerza, necesitaba hacer algo. Le di una mirada a Steve, él asintió entendiendo a lo que me refería. Dentro del elevador había tres hombres, dos nos apuntaban con armas y el último estaba en frente dándonos la espalda. A continuación, empujé al hombre de mi costado con todas mis fuerzas, provocando que el arma se le cayera de las manos. Steve también hizo lo mismo, pero con el segundo hombre. Me le balanceé al tercer hombre mientras le soltaba un golpe en el rostro. Este se fue hacia atrás golpeándose contra la puerta del elevador. Algo que podía agradecer, era que la fuerza que tenía era totalmente inhumana. Retrocedí inmediatamente cuando el otro hombre que había golpeado primero se levantó con el arma e iba a apuntarme, pero en eso Steve lo golpeó por detrás provocando que cayera al suelo inconsciente. Cuando las puertas se abrieron, Steve y yo salimos del elevador antes de que alguno de ellos despertara.

—Vamos —añadió Steve con rapidez—. No hay tiempo que perder.

Nos adentramos al quinto piso en busca de Charles. Al final había una puerta de metal la cual abrimos y entramos. Era una clase de laboratorio. Charles estaba sentado frente a una computadora, se giró hacia la entrada y se levantó de la silla en cuanto nos vio.

—¿Nos extrañaste? —le preguntó Steve con una sonrisa demente.

Charles sacó un arma que llevaba detrás de él y nos apuntó.

—Al suelo —añadió con dureza—. Si no quieren morir, hagan lo que les digo.

Steve y yo no nos movimos por ningún motivo.

—¡Ahora! —gritó Charles.

Como vio que no nos movíamos, soltó un tiro al aire.

—Mataré a Kirby si no me hacen caso —masculló.

Apreté el puño con enfado, sabía que Kirby era importante para mí, y no permitiría que la lastimara. Finalmente hicimos lo que nos dijo. Charles caminó hacia nosotros sin dejar de apuntarnos con el arma.

—Por fin vuelvo a tenerlos en mis manos —dijo, sin quitar la mirada de nosotros.

—Eres un idiota si crees que vas a volver a utilizarnos —soltó Steve con rabia—. Maté a muchas personas, ¿No crees que pueda hacer lo mismo contigo?

CORPSEOù les histoires vivent. Découvrez maintenant