Capítulo 22

196 7 0
                                    

EVAN

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

EVAN

Todo comenzó cuando la capsula se detuvo. Hubo una falla que provocó que yo despertara por accidente. Intenté moverme pero no logré hacerlo, estaba inmovilizado dentro de aquel tanque. Me percaté que llevaba puesto una mascara de gas por donde respiraba. Quise mover mis brazos pero cada vez se me dificultaba más, como pude logré llevar mis brazos al vidrio e intenté golpearlo, pero no hubo ningún efecto. Me di cuenta que no estaba solo, había más tanques como el mío, tal vez más de 100, dentro de ellas también había personas, solo que estás dormían.

A lo lejos alcancé a ver a un hombre con una bata blanca. Él me miró y corrió a mí inmediatamente. Vi que algo me decía, pero yo no lograba entenderle nada. Este hombre presionó el botón que se encontraba a un costado de la capsula, y esta comenzó a moverse, la capsula se fue moviendo al modo de que terminara acostado. Y finalmente se abrió. Aquel hombre me ayudó a sentarme dentro de la capsula, pero era como si mi cuerpo fuera de goma, no podía sostenerme por mi mismo, tampoco podía mover alguna de mis articulaciones debido a que me sentía entumido. Me quitó cuidadosamente la mascarilla y sentí rápidamente como si me faltara el aire, que comencé a toser varias veces sin detenerme. Poco a poco el aire entró por mis pulmones hasta llegar a respirar mejor, pero aún así sentía la falta de oxígeno.

—Es normal que te sientas demasiado ligero, es la gravedad porque estuviste dentro de un tanque de congelación, tus músculos siguen sin responder, solo espera un poco más —comentó el hombre.

Quería preguntarle que estaba sucediendo, pero no podía hablar, ni gritar, ni absolutamente nada. Tampoco recordaba porque estaba aquí.

—Sé que estas confundido —añadió un poco después—. Probablemente no recuerdas nada, pero poco a poco tus recuerdos irán regresando.

Lo miré perplejo, no tenía idea de que hablaba.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó.

—Yo... —intenté hablar pero no podía. Era como si me hubiera quedado sin voz, y como si las palabras no se formaban con facilidad.

—¿Puedes pararte?

Intenté levantarme pero no pude. El hombre me ayudó, pero mis piernas temblaban. Di un suave paso, pero sentía mis pies pesados y frágiles.

—¿Don-de es-toy? —logré preguntar.

—Estás en un laboratorio —respondió—. ¿Recuerdas tu nombre? ¿Recuerdas por qué estás aquí?

¿Mi nombre?

Negué ligeramente con la cabeza.

No me acordaba incluso de donde soy o que edad tengo.

—¿Qu-e a-ño es? —pregunté con dificultad.

—2021 —respondió.

Respiré profundo e intenté hablar.

CORPSEWhere stories live. Discover now