La familia perfecta.
Asesinatos desgarrados.
Mentiras de por medio.
Y un secreto,
con muchos misterios que resolver.
Después de que Kirby y su familia llegaron al pueblo de Morwick, esa misma noche encontraron un cadáver en el bosque, sucesos extrañ...
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KIRBY
Un ruido se escuchó desde mi ventana. Me senté rápidamente en la cama sin saber lo que pasaba, aún era de madrugada y todo estaba oscuro, pero pude lograr ver dos siluetas entrando por mi ventana. Encendí la luz rápidamente encontrándome a Keith y Connie.
—¿Qué están haciendo aquí? —les pregunté confundida—. Casi me matan de un susto.
Noté rápidamente a Keith, su rostro se veía rojo de tanto llorar.
—Necesitamos tú ayuda —contestó Connie.
—Tenemos que ir al instituto -añadió Keith caminando hacia mí—. El asesino tuvo que haberla matado ahí mismo, eso significa que las cámaras grabaron todo.
Miré a ambas perplejas, ¿Qué estaban planeando hacer?
—Keith quiere saber quien mató a Lisa —agregó Connie—. ¿Vienes con nosotras?
—¿Quieren que nos metamos al instituto? —mi voz sonó absurda—. ¿Y a esta hora?
—No te pediríamos esto si no fuera importante —añadió Keith sentándose en mi cama.
—¿Entonces vienes? —insistió Connie.
Lo pensé por unos segundos hasta que acepté.
—Bien, las acompañaré.
★ ★ ★
Entrar al instituto de madrugada no era lo mío. Todas las calles estaban semi oscuras y no había ni una sola persona en las calles. Comenzaba a inundarme el miedo y los pensamientos de que aquello que íbamos a hacer era una locura.
El instituto tiene tres entradas; la principal, dónde solemos entrar todos los días, la del final, que algunas personas suelen usar y por último,la que está por las canchas. Nosotras no entraríamos por ninguna de ellas, sino por una ventana cerca de la cafetería, y que según Keith, siempre está abierta.
Cada una llevaba una linterna en las manos, esto parecía de película.
—¿En qué parte está la sala de tecnología? —preguntó Connie en voz baja.
—Síganme —contestó Keith.
Ambas la seguimos en silencio, nos metimos por un pasillo hasta llegar a la sala.
—Está cerrada —comentó Keith mientras intentaba abrirla sin éxito.
—Déjame abrirla —comenté, ella se hizo a un lado para dejarme pasar. Saqué un prendedor que supuse que necesitaríamos e intenté forzar la puerta, hasta que esta se abrió. Keith y Connie me miraron estupefactas—. Uno aprende viendo películas.
Entramos a la sala de tecnología. Keith estaba buscando en la computadora escolar, mientras Connie vigilaba en la puerta. Yo estaba buscando en los expedientes los documentos de las chicas que habían muerto, algo tenía que conectarlas entre ellas y necesitaba saber qué.
