Uno

415 15 15
                                    




1

Reencuentro

Finalmente había vuelto, después de todo lo sucedido, por fin Jack me había dejado volver a casa; con él y Cristiana, mi madre, lo único que faltaba era cumplir el trato que teníamos, aquel que se suponía estaría valido para mi tan pronto como mi cumpleaños pasara.

—¡Maldita sea! es increíblemente pesada ¡maldita maleta! —subí la escalera detrás de Jack, sus manos y las mías no eran suficientes para las maletas que había llenado, mientras las había hecho, no me pasó por la cabeza el que sería una tortura acomodar toda la ropa que había dentro de ellas.

—Con esa boca comes, sí yo fuera tú, tendría cuidado de no hablar así frente a nuestra madre —Jack dejó las maletas en mi antiguo cuarto, estaba rodando los ojos, como era de costumbre cuando me escuchaba decir maldiciones; pero era verdad, debía cuidarme de Cristiana.

Mantén la compostura, Maggie.

—Para tener diecinueve años, actúas realmente como un viejo, respira un poco y relájate, hermano —solté en tono burlón. Lo miré, oh mi hermano, estaba tan tranquilo y cómodo, no como la ultima vez que lo había visto, exaltado, en shock por lo que sus ojos y oídos habían sido testigos.

—Para tener recién cumplidos los diecisiete, eres bastante... —Jack se detuvo un momento a pensar en una palabra que lograra definirme. Entrecerré los ojos, esperando que la encontrara.

—Audaz.

Touché

Jack y yo dirigimos nuestra mirada a la tercera persona, que se encontraba recargada en el marco de la puerta de brazos cruzados. Mis ojos escanearon al intruso, refrescando mi memoria al instante, embriagándome de recuerdos, la presencia del individuo me había dado un pase directo a lo vivido hace siete meses atrás, cuando fuimos descubiertos justo en la habitación donde ahora nos encontrábamos, pero ahora, a diferencia de ese día, estábamos tranquilos. No podía negar que lo había extrañado con locura los primeros días de mi estadía con mi padre, él era el culpable de mi reasignación de dirección, por nuestra negligencia terminé viviendo con Marlon, por siete meses, Logan estaba de pie, justo allí, y con él, mi corazón seco, roto; él por otro lado, estaba quieto, mirándome, como solo Logan sabía hacerlo, para hechizarme.

—Hola Logan ...—lo miré juguetona y moví mis cejas, haciendo que estas subieran y bajarán. Se sentía tan natural, aunque no lo era, porque, todo había cambiado... todo había cambiado... cambiado....

¿Cierto?

—Hola Maggie... —soltó una carcajada. Seguramente él también me había extrañado. Ninguno de los dos era fácil olvidar para el otro, simplemente éramos poseedores de esencias memorables, que en su momento, estando juntas lograron encajar, y se hicieron una sola, hasta que la mentira nos alcanzó y la verdad salió a flote.

Mentir es más peligroso de lo que me imaginaba.

—¡Ni lo piensen! se supone que ambos aprendieron la lección... —Jack suspiró estresado. Por primera vez desde que había llegado, se mostraba incómodo con la situación. No lo culpo, no te culpo hermano. Se suponía que todo había quedado atrás.

Pero suponer, es solo eso, imaginar que algo es posible.

—Tranquilo Jack, solo quería pasar a darle la bienvenida a Maggie, es bueno tenerla de vuelta, ya era hora de que volviera a donde pertenece, con su familia —Logan se acercó a mi hermano para darle una palmadita en la espalda, mostrándose algo que no es, y con esto me refiero a inofensivo, pero solo entonces, mientras tanto, me dio tiempo para perderme en sus palabras "donde pertenece", ¡vaya Logan! te equivocas bastante, después de todo, ya no estoy tan segura de "pertenecer" aquí, contigo, porque sé que a eso te refieres, a ti, y yo, no te pertenezco más... ¿no es así—Estoy seguro de que Maggie y yo, podemos ser buenos amigos, ambos aprendimos la lección, Maggie es... —Logan detuvo su mirada en mí y me escaneó con ella, una vez más, no estaba sorprendido, había crecido, habían cambios. Abrió la boca para limitarse a añadir. —muy joven. ­

MAGGIE (en edición)Where stories live. Discover now