Sosiego (Capítulo especial)

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ADVERTENCIA

NO LEER SI SÓLO QUIERES DEJAR A LA IMAGINACIÓN EL AMOR ENTRE ADARA Y NAHEK

ESTE SERÁ UN CAP ESPECIAL, NO ES PARTE DE LA HISTORIA ORIGINAL Y ES UN REGALO, PARA AQUELLAS MENTES SUCIAS Y COCHAMBROSAS XD NAHHH PARA AQUELLAS QUE TIENEN MENTE PERVERSAMENTE SEXY, AUNQUE NO HAY NADA EXPLÍCITO (SIENTO SI DECEPCIONO A MÁS DE UNA) PERO SI TIENE ALGO ESPECIAL, ES NARRADO POR NAHEK. 

ASÍ QUE ESPERO Y SACIEN SU CURIOSIDAD XD LAS QUE DESEEN HACERLO, YO NO LO HARÍA Y ES QUE CREO QUE NAHEK ES BELLO ASÍ, Y CREO QUE HAY SUFICIENTES LECTURAS EXPLÍCITAS YA EN WATTPAD... POR ESO ES ESPECIAL, ES EXTRA.


"Y desde entonces soy porque tú eres, y desde entonces eres, soy y somos, y por amor seré, serás, seremos."

Pablo Neruda

Vi subir a Adara aquellas figuras sólidas que conducían al piso superior, aquella mujer me perturba de muchas formas, y hacía que me confundiera con todas esas sensaciones desconocidas para mí. Era abrumador algunas veces, y frustrante para mí que estaba tan acostumbrado al control. A que todo fuera como debía de ser, sin retraso, sin perturbaciones.

El haberla visto en peligro hoy, me había trastornado, había perdido todo control sobre mí, tanto que había mostrado mi verdadera naturaleza, sin importar que alguien pudiera verme. De todas formas Adara me aceptaba. ¿Como podía amarme? me pregunté.

Algo dentro de mí parecía hacerse pequeño, me estrujaba y me comprimía. Cuando la vi luchando con aquella figura femenina. Lilith era lo más parecido a un mito, así lo llamarían los humanos. Una historia, una memoria perdida en la atemporalidad de mi existencia. Pero había resultado ser de lo más real. Era peligrosa, y algo me decía que para Adara lo era más. Si Lilith deseaba recuperar su poder, lo más lógico sería que buscará las habilidades recién descubiertas de Adara.

Ver a Adara enfrentándose a ella sin titubear, con valentía me había hecho sentirme orgulloso, esa es la palabra que debería usar. Había probado ser una mujer excepcional, no era la misma que había tratado de huir de mí. No había rastro  de esa niña asustadiza que quería esconderse de su destino.

Luchar al lado de ella, como iguales había sido un momento que siempre sobresaldría entre mis memorias, a pesar de ser innumerables, este recuerdo sería atesorada por mí. No obstante verla enfrentarse así, sin que yo pudiera defenderla, me hizo pensar en perderla. En mi existencia antes de ella. En esa soledad, que era mi propia prisión atemporal. Esa sensación desconocida de nuevo se apoderaba de mi cuerpo físico. Sentí una opresión que no tenía sentido, no había nada que estuviera presionándome físicamente, pero podía sentirla. Era constante e irritante.

Ambos estábamos aprendiendo uno de él otro, ni yo era el mismo que pretendía que lo amarán como si fuera una obligación, ni ella era la misma insegura e indecisa. Aunque seguía frustrandome a veces. Sin embargo dejaría de ser Adara, si no lo hiciera, y no quería que dejara de serlo, Adara me hacía experimentar todas as facetas de los sentimientos humanos. Odiaba, amaba. Podía explotar en celos y aún así siempre buscaba su bien, buscaba que ella estuviera a salvo incluso de mí.

Tenía habilidades, era algo que me había sorprendido y me tranquilizaba a la vez. Sin embargo eso no iba a detenerme de protegerla.

Hice caso a mis impulsos y no estuve tranquilo hasta que como un simple mortal decidí imitar a Adara subiendo aquellas escaleras, hasta llegar a su cuarto. No iba a estar en paz hasta saber que estaba bien, que no le ocurriría nada, eso calmaría esa extraña sensación inquietante en mí.

Cuando la muerte se enamoreWhere stories live. Discover now