[Parte 22]

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(POV. NARUTO)

Realmente no contaba con esto, obviamente no hablaba muy a menudo con él ni con Karin pero... Fue extraño.

-¿Enserio sois primos?.- preguntó Itachi un poco incómodo.- Bueno, si se parece a Deidara aunque sea un poco, estoy tranquilo.-

- No sabía que estabas en Tokyo, Naruto...  Karin no me comentó nada... Bueno, tampoco hablo mucho con ella, la Agencia me quita mucho tiempo, ya lo sabes, es la historia de siempre... Creí que seguías en Corea... ¿Cuanto hace que estás viviendo en Japón?.- preguntó Deidara tratando de salvar la situación.

- Cinco años.- contesté. Mi tono era seco y Deidara se asombró, realmente la situación era incómoda.- Vine en Mayo de hace cinco años.-

Sasuke dejó caer los cubiertos y quedó con la mirada pérdida. Itachi suspiró y Deidara alzó una ceja, no comprendía que pasaba allí y, honestamente, yo tampoco. Cuándo Sasuke se levantó para ir al baño, noté que estaba en shock.. Itachi se levantó para ir tras él pero le indiqué que iría yo, cuando entré al baño le vi lavarse la cara y le alcancé un poco de papel.

- Me casé en Mayo de hace 5 años... Si te hubiera conocido... No tendrías que estar pasando por esto- susurró Sasuke.

Le abracé antes de besarle con calma y acariciarle la nuca, él se separó y me besó la frente, era raro, Sasuke no me besaba la frente. Cuando volvimos a la mesa, Itachi cogió la mano de Sasuke y sonrió, supongo que sabía por todo lo que había pasado Sasuke y le dolía, pero parecía muy feliz cuando yo le tomaba la mano.

-Ahora... Ahora estoy con Naruto. Itachi... En estos meses con él... Los golpes se han convertido en abrazos y los gritos en besos, los abusos ahora son películas con palomitas y mis errores son guiños de ojo... Si tengo pesadillas no me golpea, me abraza y me trae agua... Y no.... No abusa de mi cuando tiene oportunidad... Es mas... Aun no lo hemos hecho.-

Deidara se asombró cuando Sasuke dijo eso, le extrañaba y no terminaba de entender porqué, aquella pregunta me extrañó pero Sasuke dijo que no quería hablar de ello, Itachi me miró con seriedad y me fulminó con la mirada, todo se estaba descontrolando y no entendía porque.

-No fue culpa tuya, Naruto, fue mía.- dijo Sasuke antes de agradecer a la camarera que nos retiró los platos.- Hice mal las cosas, elegí mal la sorpresa, hablé de más, actué mal, y te ofendí... De echo... Estoy haciendo mal las cosas ahora mismo, lo siento Itachi... ¿Podemos cambiar de tema? ¿Hay alguna noticia nueva?.-

Deidara dijo que estaba trabajando en una nueva oficina y la conversación cambió totalmente, observaba a Sasuke jugar con su copa de  vino con una sonrisa triste y la mirada perdida. Estaba seguro de que se estaba culpando a sí mismo y echándose en cara todo el giro drástico que tomó la cena. Tras comernos el postre, Deidara e Itachi pagaron su parte y se fueron, pero yo me quedé allí con Sasuke.

- Tu no tuviste la culpa, Sasuke, no te culpes... Yo no soy un dios y tu no eres escoria, yo me agobié, fue mi culpa.- dije, entrelazando nuestras manos. Acaricié su mano con mi pulgar y sonreí.- ¿Quieres ir a por un helado? ¿O ver una pelicula en casa?.-

-¿Qué hice mal Naruto? ¿Fue el traje?  ¿Mi cuerpo? ¿Mi comportamiento?.- Saqué la cartera y pagué nuestra parte antes de levantarme y darle un gran beso allí mismo, sin importarme que la gente nos mirase.- ¿Qué?.... Delante de todos....-

- Tienes el cuerpo mas excitante todo Japón, tú eres una persona maravillosa y el traje es lo más sexy que he visto en muchos años.- susurré contra sus labios.- La culpa fue mía porque pensé... Que te estaba obligando, y que aquella pregunta era para que parase...-

Sasuke sonrió y salimos de allí, cogidos de la mano, a él no parecía molestarle y a mí me hacía muy feliz. No estábamos lejos de nuestras casas así que fuimos al parque a dar un paseo, Sasuke reía discretamente mientras yo fingía el drama de la calavera de Shakespeare con una piedra.

- Oh no, querida piedra, usted tenía razón, pero nadie ama a Sasuke más que yo.- le hablé a la piedra, Sasuke reía con discreción y parecía feliz de estar allí conmigo.- El hombre más hermoso y atento del mundo está conmigo.-

Se sonrojó antes de arrodillarse delante mía y besarle, acariciando mis mejillas con sus manos. Hablar de lo que pasó aquel día me ha echo recordar lo frágil que fue, y en ese momento estaba muy excitado, pero preocupado.

- Vamos a mi casa, Naruto.- me dijo a milímetros de mis labios.- Te prometo que ésta vez no va a ir mal... Lo haremos con confianza.-

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