Capítulo 16

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Ya era hora de que las cosas cambiaran. De que un golpe de suerte la golpeara.

Sakura se sentó en aquella silla que aquel desconocido le tendió. Con aquella máscara no lograba saber quién era, pero parecía bueno. Bien, parecía.

—Puede descansar. Este es mi refugio—dijo el hombre con voz fuerte—. Ellos no vendrán aquí, quédese el tiempo que necesite.

—Gracias, pero si algo he aprendido es que debo moverme lo más que pueda.

—Como desee. Solo diré que mientras esté aquí nadie le tocará, Sakura-sama.

La Haruno no dejaba de observar a aquel muchacho. Se moría de ganas por saber quién era el enmascarado. ¿Y si era un truco? O... ¿y si era Kakashi? No. Sacudió su cabeza de derecha a izquierda al ver que estaba mal lo que pensaba. Debía sacar a aquel hombre de su mente. Ya no eran nada.

Nada.

¿Esa simple palabra describía su relación?

Apretó su puño con fuerza. Con todo lo que estaba ocurriendo no debía dejar que la melancolía se apoderase de ella.

—Hace mucho tiempo—comenzó a explicar el enmascarado—. Había comenzado una guerra. Luché, pero quedé muy malherido.

Sakura prestó atención sus palabras. No sabía a qué vino, fue tan de repente que era imposible no querer curiosear.
Él lo estaba haciendo para que ella no pensara en aquello que tanto le dolía.

—Lo cierto es que nunca había pensado en eso llamado amor. Todos me miraban raro cuando les decía que nunca había confesado mis sentimientos a alguna chica. Digo, sí; tenía novias. Pero no fui capaz de amarlas. Hasta tal punto que me desesperé. Pensé que yo era una excepción; que esos sentimientos no podrían surgir en mí. Hasta que fui a aquella carpa—pausó, observando los ojos esmeralda de Sakura. Sonrió—. Ahí conocí a la chica que cambiaría mi mundo. Fue poco a poco mientras me curaba. La veía sonreír, luchar por lo que ella quería. Apenas la conocía y sentía que era transparente, que yo podía ver sus sentimientos.

El chico se sentó en el sofá que decoraba aquel refugio. Miró a la Haruno, sonriendo.
Desde luego él no tenía malas intenciones. Ella lo había notado de seguida.

—El último día, cuando mi herida sanó, decidí decirle lo que sentía. Estaba nervioso. Y lo hice.

La Haruno tragó saliva. No era idiota; sabía quién era aquel chico desconocido.

—Ella ya tenía alguien a quien amar—rio debido a los nervios—. Así que me retiré. Feliz de haberla conocido. Y batallé en la guerra. No volví a verla ma-

—Lo siento—se disculpó la pelirrosa—. Lo siento mu-

—¿Por qué se disculpa? Enamorarse de usted jamás sería un error.

—Pero no pude corresponderlo.

—A veces no trata de ser correspondido o no. Yo fui feliz con saber que encontré a alguien a quién amar—suspiró—. La cuestión es que estoy aquí por usted. Escuché sobre su historia. Sobre el clan Hatame, sobre su relación con Kakashi-sama... y después, en mi aldea se rumoreaba que habría un escuadrón para dar con la "traidora".

—La historia que ellos cuentan-

—Sé que no es la verdadera—interrumpió—. Nunca haría algo así. Por eso me apunté. Quería encontrarle antes que nadie. Salvarle. Saldar mi deuda con usted. Ocuparme personalmente de todo si era necesario. Me hice fuerte gracias a usted, y quería que lo viera.

La Haruno sonrió al escuchar aquellas palabras. Las necesitaba. Necesitaba algo así después de todo lo que estaba pasando.

—Le agradezco todo. No se imagina lo que signific-

Intenta protegerme, Sensei | KakaSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora