Intenta protegerme, Sensei | KakaSaku

Capítulo 2

La joven pelirosa se miró al espejo viéndose de forma diferente a como era en el pasado. Aún contenía aquel rombo que le hacía verse poderosa y la máscara negra que le hacía verse misteriosa. Su piel comenzaba a palidecer aún más y sus mejillas se ruborizaron solas al notar la presencia de aquel hombre detrás de ella. Estaba en su apartamento y aun así Kakashi entró sin permiso. La pelirosa se giró para mirarlo a los ojos.

Enmascarado y enmascarada se miraron.

—L-Lo siento, Kakashi-sensei—se disculpó Sakura de forma miedosa. Sabía que él no le haría nada. No como aquel hombre pero... era imposible no desconfiar. No volver a recordar ese sucio recuerdo.

—No tienes que disculparte—el peliplateado se sentó sin permiso en el sillón que había en la entrada observando a la pelirosa—. Te has hecho muy fuerte—afirmó mientras pensaba en cómo podía sacar el "tema" —. ¿Quién te enseñó a dominar el fuego?

—E-Es una larga historia...—dijo mientras peinaba su cabello cepillándolo como podía. Debía de prepararse pues ese día Ino le había dicho de salir con las chicas. Ya que la mitad de ellas estaban embarazadas y casadas: Sakura debía de ponerse al día.

—¿A quién protegiste en aquella misión?

—A un chico.

Al ver como Sakura le respondió, supo que el chico al que protegió no tuvo nada que ver. El interrogatorio iba bien.

—¿Puedo preguntarte a qué se viene esa máscara?

Sakura solo abrió sus ojos esmeraldas como contestación al hombre. Esa máscara solo se la quitaba un momento al día para ducharse. Era el único momento en el que no se quería mirar en el espejo.

—¿Por qué la lleva usted?

—Entiendo...—dijo observando al detalle a la pelirosa. Tsunade no le dijo mucho. Le dijo qué le sucedió para que cambiara pero no le dijo quién causó eso ni qué escondía tras la máscara. Eso traía nervioso a nuestro peliplateado.

—¿Q-Qué hace en mi apartamento?—tartamudeó. El simple hecho de tener a un chico en su casa hacía que recordara algo que no quería recordar.

—Vine a avisarte.

—¿De qué?

—Quizás deberías de ir a ver a Naruto. Está preocupado por ti.

Sakura dirigió su mirada hacia el suelo pensativa. Sabía que rechazar a su mejor amigo le haría ver sospechosa pero en cuanto vio como Naruto se lanzaba hacia ella, recordó como aquel hombre sin piedad se lanzó hacia su cuerpo frágil. Recordó como sus manos sucias le tocaron.

—Sakura—escupió el peliplateado—. Sé lo que te sucedió sin detalles—la pelirosa se sobresaltó. Dejó de mirarse en el espejo para dirigir la vista hacia su sensei. Lo decía de forma indiferente pero ella sabía que estaba preocupado—. No hace falta que hablemos de ello, lo prometo. Pero eres fuerte. Y es un desperdicio que hayas cambiado.

—Las personas cambia-

—Cuando quieren cambiar—musitó—. Sakura—se levantó del sillón para dirigirse a su alumna. Sabía bien que no quería que la tocaran pero, debía de hacerlo: Puso sus dos manos en sus hombros, agarrándola no con fuerza, sino, con suavidad. Sakura se sorprendió. Miles de recuerdos que debería de borrar pasaron por su mente. Comenzó a sufrir al notar su tacto—. Sé que no te gusta esto.

La pelirosa intentó soltarse de su agarre pero no pudo. ¿Qué haría? Tampoco quería lastimarlo. Sus intenciones eran buenas. Confiaba en Kakashi.