El mundo color Matilda

Capítulo 33: ¿Te encuentras bien, Lorena?

#Sorpresa(2/2)

#SusanitaTieneUnRatón,UnRatónChiquitiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinnnnnnn

―¿Escuchaste? No estás embarazada ―Le repito a Lore las palabras de la doctora. Es más, casi hasta con lágrimas en los ojos de la sorpresa.

Lorena no reacciona, solo mira fijo a la doctora con la boca abierta.

―¿Te encuentras bien, Lorena? ―interroga ginecóloga.

―¿En... serio? ―tartamudea ella.

―Nada más que la verdad ―Le responde.

Lore me mira y sonríe con lágrimas al no creer la buena noticia que le acaban de dar. Lleva las manos a su boca y salta para abrazar a la doctora, quién al principio se sorprende, pero luego le devuelve el abrazo.

―Pero... ¿cómo puede ser? Mi periodo hace ya varios días que no viene y soy regular ―expone Lore.

―Bueno, eso era antes de que perdieras la virginidad. Con tu primera relación tus hormonas cambian y tu cuerpo debe adaptarse ―explica―. Sin embargo, también tus análisis no salieron muy bien; tenés las defensas bajas, nada de vitaminas, nada. Tenés anemia, por eso los mareos, tu fatiga, debilidad. No se trataba de un bebé. ¿Tus padres?

Ambas nos miramos.

―Mis padres... no creo que les interese mucho mi anemia ―contesta con una sonrisa que se contrasta con sus ojos―. Trabajan día y noche.

―Es mi deber explicarles...

―No, por favor, prometo cuidarme, comer, venir regularmente aquí, hasta medíqueme, pero no le diga nada de esto a mis padres ―ruega.

―Está bien, pero si no llego a saber de ti, tengo tus datos registrados. Llamaré a casa de tus padres.

El miedo se apoderó nuevamente de Lorena.

―Lo juro, lo prometo, voy a cuidarme ―expone.

―Yo también prometo cuidarla ―acoto.

La doctora suspira con seriedad y luego dice:

―Bueno, entonces te daré a ti todos los recaudos necesarios y las pautas para que comience el tratamiento, ¿si?

Después de almacenar en mi memoria interna cada ítem y palabra de la doctora, salimos del hospital jurando mil veces más que volveríamos. No obstante, ella tenía razón, de alguna manera Lore debía hablar con sus padres y contarles lo sucedido. Ignoro totalmente la relación que tienen con ella y tal vez los conoceré dentro de poco, pero debía darle tiempo para conocerla a ella primero. Mi reciente ¿amiga?, parece una buena persona a pesar de lo sucedido un mes atrás. Ella no tenía a nadie más que a Damián, él era su único amigo, novio y persona con la que hablaba. Obvio, no era más que una farsa, pero él era su refugio. ¿Cómo puedo odiarla por eso? Yo tengo a personas que están ahí para mí siempre, todo lo contrario a la chica rubia que camina a mi lado, que desde hace apenas dos días atrás se encontraba más que perdida.