Capítulo 22: Callando no se soluciona nada.

16.6K 2.4K 1.1K
                                    


Fabri me quiere y yo lo quiero a él

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

Fabri me quiere y yo lo quiero a él. ¿Alguien puede entender lo alto que uno siente volar estando feliz? Como si nada ni nadie tuviera lo necesario para alcanzarte, como si nadie pudiera estorbar lo feliz que está tu corazón. Tenés un cielo enorme solo para vos y tus alas. ¿Se puede volar tan y tan alto? Sí, la respuesta es nada más ni nada menos que sí. Pero, así como podemos volar tan alto, así podemos caer tan bajo. ¿Se puede caer tan y tan bajo? Sí, la respuesta es nada más ni nada menos que sí.

Anoche, cuando Fabri me dejó en casa, fui la chica más boba y enamorada del planeta. Cantaba y bailaba como una tonta mientras me colocaba mi ropa para dormir, e incluso tuve ganas de ver alguna serie romántica en donde el tercer capítulo ya te aburre. Pensaba que nadie iba a quitarme ese éxtasis, y que de ahora en más nada saldría mal, pero me equivoqué. Mucho.

Me dormí extrañada de que Fabri no me haya enviado un mensaje antes de dormir, no es que lo exigía, simplemente que ese detalle era característico de él, me escribía cada noche. Sin embargo, no tuve problemas, lo triste fue al despertar, donde todo comenzó...

Desayunaba a las apuradas porque Clas me había dicho que vendría por mí a pesar de que me había negado, no obstante, comenzaron a pasar los minutos y Julián se quejaba por su tardanza. Lo llamamos a su celular y entraba a su buzón de manera automática. No puedo negar que desde ese instante presentí que algo malo sucedía. El timbre de casa resonó en todo el hogar, por lo que fui casi corriendo a atender, mas él no se encontraba detrás de mi puerta, en lugar de Fabri estaba su hermana mayor: Agnus. El ácido estomacal que se estaba formando dentro de mía, comenzó a arder cada vez más.

―¿Agnus? ―suelto al abrir la puerta.

―Hola, Mati, perdón por no llamarte antes de venir ―Su voz sonaba afligida―. Es solo que Fabri...

Detrás de mí también se sumaron mamá y Julián, escuchando con atención a Agnus.

―¿Qué pasó con él? ―inquiero.

―Está en el hospital. Ayer volvía de cenar junto a Austin y lo encontramos tirado al lado del auto de mamá ―Sollozó de forma desgarradora y yo sentí que comenzaba a caer pese a que mis piernas seguían firmes.

―¿Cómo está? ¿En qué hospital? ¡No puede ser! ―espeto.

Mamá sostuvo mis hombros mientras que Julián parecía estar en estado de shock.

―Tiene fracturada una costilla, varios hematomas y no sé qué más ―Seguía hablando entre sollozos―, pero está estable aunque no despertó. Lo sedaron bastante y tuvimos mucho miedo.

No sé qué pasó conmigo, pero la abracé sin más. Seguro porque ella lo necesitaba, seguro porque ambas lo necesitábamos. Me respondió con fuerza y ambas no pudimos evitar llorar.

―¿Saben quién fue? ―cuestionó Julián, saliendo por fin de su estado.

―No ―respondió Agnus al separarnos―. Pensábamos que quizás fue un robo, pero está todo intacto. No sabemos cómo alguien pudo haberle hecho esto; los policías dijeron que tal vez fue intencional, una venganza, pero él no se mete con nadie. ¿Cómo puede ser esto posible? ―expone―. Hace poco instalaron cámaras de seguridad así que David irá a verlos en la comisaría.

El mundo color MatildaМесто, где живут истории. Откройте их для себя