El mundo color Matilda

Capítulo 4: ¿Desde los 12 años?

―¿En serió? ―Julián se rió en mi cara―. ¿Ya tengo tu número desde hace bastante tiempo? Basta, no sé qué haría sin vos ―continuaba riendo.

―Sí, le dije eso... ¡Me pone nervioso! ―Me justifiqué―. ¿Qué otra cosa iba a decirle?

―Ya sé, pero no podrías... no sé, aceptar el número de forma casual y después enviarle un mensaje diciendo: Matilda, gracias por tu número. Ah, y con el emoticón de...

―¿La lunita insinuadora? No.

―¿El emoticón con los ojitos de corazones?

―¡Menos, Julián!

―Tirando un besito con corazón.

―¡Julián!

―Tirando el besito sin corazón.

―Hecho, y al lado otro sonriente.

Ambos chocamos las manos.

―Por cierto, este fin de semana se casa una de las mejores amigas de mi hermana ―Le comento.

―¿Francesca? Sí, ¿no te acordás? Mamá organizaba la boda. No puede ser,y yo que estaba ilusionado con que dejaría a su novio por mí ―Se lamenta actuando―. ¿Por qué me enamoro de las chicas equivocadas?

Río ante sus palabras y le doy un codazo en las costillas. Él se queja y se tira a despeinarme. Con Julián somos mejores amigos desde los 13 años, a partir del cumpleaños de él y Matilda. Todo el mundo piensa que somos el agua y aceite; que él es el simpático y yo el amargado. Que él es el payaso y yo el aburrido, sin embargo, la gente puede pensar lo que quiere y no saben cuánto se equivocan.

¿En serio creen conocer a las personas con solo verlas? Las personas somos un envase, un recipiente que contiene una esencia. Le esencia es lo que importa, ya que el recipiente se desvanece cada día con el paso del tiempo. Yo río, lloro, soy feliz y también tengo mis días malos. Mi familia, Julián y otras personas me conocen, saben quién soy. Los demás dicen que soy neutral, que no tengo emociones y que no mi importa nada realmente. ¿Ellos qué conocen de mí? ¿En ningún momento les interesó saber por qué soy así? La respuesta es esta: Sinceridad y calidad. Las pocas personas que se acercaron a mí, se acercaron sinceramente y con buenas intenciones, las demás solo son el público que juzga. Igual, como leí una vez, en la amistad prefiero la calidad antes que cantidad.

―Eh, eh ¿qué sucede aquí? ―Una voz se escucha detrás de nosotros.

Nos damos vuelta y vemos a Blake, el nuevo psicólogo de la escuela. Blake había terminado sus estudios aquí cuatro años atrás. Luego se graduó de Licenciado en Psicología, y a pesar de que él podría tener su propio consultorio, decidió tomar el puesto que se encontraba vacante en este colegio. Él es una de esas personas que jamás te juzgaría y que estaría siempre para ti. Hasta el día de hoy sigue siendo parte del grupo de amigos de mi hermana mayor que también estudiaba aquí. Además, es como un hermano para mí.