Capítulo 18: ¿Fiore dónde está?

20.7K 2.8K 1.1K
                                    

LEER LA NOTA DE AUTOR, POR FAVOR.

LEER LA NOTA DE AUTOR, POR FAVOR

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

―Me dijo que me ama.

―Algo medio obvio para todo el mundo, pero sí, lo dijo ―dice mi hermana Iris.

―Pero estaba bajo los efectos de los remedios ―arguyo.

Bostezo por incontable vez y acomodo mi almohada en contra de la pared para apoyarme en ella y no quedarme dormida; la charla con Iris estaba lo bastante interesante para merecer un par de minutos más despierta. Habían pasado casi cuatro horas desde que llegué del campamento del colegio y tengo bastantes cosas que contarle a ella y a Fiorella, que la visitaré el día de mañana para ponernos al día.

Sorprendentemente mi hermana me invitó a comer y dormir en su cuarto, por lo que acepté algo dubitativa y a gusto a la vez. A pesar de que me lleva casi cinco años, solíamos hacer esto muy a menudo hasta que Iris cumplió los 19 años y las cosas cambiaron entre las dos, entre ella y todo el mundo, en realidad. No, ella nunca fue una mala hermana y nunca lo será, solo que pasó por una circunstancia personal que lo derrumbó todo y puedo con felicidad afirmar que las cosas hace un tiempito que comenzaron a tomar otro rumbo. Nos volvimos a acercar y ella no solo lo hizo conmigo, sino que con la familia, con sus sueños y proyectos también. Volvía a ser Iris de nuevo... y yo extrañaba a Iris. Mi corazón comenzó a palpitar frenéticamente en el momento que golpeó la puerta de mi habitación para decirme que comamos pizza en la suya.

Ella también acomodó la almohada y me dijo:

―Sería algo así como estar borracho y dicen que los borrachos no mienten ―asegura.

―¿Pero no es apresurado? Digo, una persona ama verdaderamente cuando conoce a ese alguien y con él comenzamos a hablar un par de semanas atrás. No sé qué te parecerá a vos, pero para mí es raro ―disiento.

―Puede que no haya tenido trato con vos frente a frente, pero si con Juli, y desde los 13 años que se la pasa casí los trecientos cincuenta y tres días del año en casa. Te conoce muchísimo, quieras o no aceptarlo, es así.

―En el campamento, después de que pasó eso, cambió totalmente. Te juro que pensé que estaría avergonzado y que de nuevo no me hablaría como la otra vez, pero fue todo lo contrario, me miraba y sonreía, ¿entendés? ―Iris levantó las cejas sorprendida―. Fabricio Clas sonreía. Es... su sonrisa...

―Sigo sosteniendo la teoría de que nunca dejaste de tener sentimientos hacia él, solo que después de lo que te hizo, los enviaste al fondo de tu corazón y te hiciste la desentendida por años ―expone mi hermana―. Cuando a una persona le da igual otra, justamente eso: le da igual, en cambio cuando Fabricio está en casa, evitás a toda cosa estar presente y lo ignorás de pie a cabeza.

―Parezco una tonta cuando pienso en él, y aunque no quiera aceptar lo que me decís, me parece que nunca me dejó de gustar realmente. Más bien, era la costumbre de que nos ignorábamos mutuamente desde los 13 años la que me hizo pensar que lo había olvidado ―concuerdo con sus dichos―. Enamorarse es incómodo y frustrante...

El mundo color MatildaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt