↬prólogo

6.6K 637 209
                                    

Recuerdo a la perfección aquella vez en la te conocí, como si hubiera sido ayer.

Siempre fui el típico niño tímido y débil, perfecto blanco para matones fuertes y rebeldes. Cada que salían de los callejones mas oscuros de Shiganshina buscando causarme problemas, ahí estabas tu e intentabas defenderme.

Tú, siempre fuiste el estúpido impulsivo que actuaba sin pensarlo dos o mas veces, mas sin embargo siempre estaré agradecido por estar siempre dispuesto a ayudarme, bueno, al menos intentarlo.

Todo ese afecto cambio radicalmente de un día al otro. Cada que posabas tus enormes ojos turquesa con destellos dorados en los míos sentía un hueco en mi estomago, un nudo en la garganta, que mi corazón latiera desbocado contra mi pecho con fuerza, como si estuviera tocando la puerta para salir, y el peor de todos, sentía un calor incomodo en mis mejillas.

Fui a mi biblioteca favorita en el pueblo, busque en mas de mil libros y no di con nada, mas que con enfermedades realmente horribles de el siglo. Me sentía un idiota por no saber que me pasaba.

Aunque fueras mi mejor amigo, no quise preguntartelo, lo mas seguro que recibiría en respuesta seria una estupidez.

Hable con Mikasa con la esperanza de saber que era lo que pasaba conmigo, al comentarle mi estado ella permaneció callada, al paso de unos segundos ella murmuro apenada un: "Estamos en las mismas" e hizo uno de sus típicos gestos en el que subía su bufanda hasta la mitad de su pálido rostro.

Opte por dejar que estos síntomas se fueran solos, algún día se irían, al menos eso creí. . .

Esa amistad cambio de un día a otro por amor...

Solía pensar que nunca estaríamos juntos...

Solía pensar que lo que sentía era malo...

Solía pensar que nunca me amarias...

𝐒𝐎𝐋𝐈𝐀 𝐏𝐄𝐍𝐒𝐀𝐑 ¦ ereminOnde histórias criam vida. Descubra agora