Capítulo 1: La chica nueva

Start from the beginning
                                    

—Eres una chica trabajadora, lo entiendo —le sonrió una vez más para darle confianza—. Te diré una cosa, es el mejor currículo que he recibido hasta el momento. Pero solo quiero saber un par de cosas, ¿cómo te interesaste por la cocina?

—Desde niña, mi mamá trabajaba y a veces no tenía mucho tiempo de cocinar. Aprendí por necesidad, pero con el tiempo se hizo un gusto, se convirtió en lo que más amaba. Me gustaba el olor de la comida, reconocer sabores, buscar nuevos platos. Siempre hacía experimentos en la cocina, andaba en busca de tips, de nuevas recetas. Fue una linda etapa, después ya aprendí las técnicas, pero aún recuerdo cuando decía que quería ser la mejor cocinera del mundo, la verdad es que aún quiero serlo. —La chica sonreía al evocar esos recuerdos, sin querer Kate se sintió contagiada de esa energía positiva. Era tan joven, sabía muy poco de cómo funcionaba ese mundo. Pero esa ilusión, esa pasión por la cocina, esas ganas de ser siempre la mejor y buscar aprender era algo que a ella le gustaba. Y a Adriano también.

—¿Qué es para ti la cocina?

—Es más que una carrera, muchos se meten a esto por el dinero o moda. No me gusta eso, para la cocina se nace. Es un talento, usted debe entenderme. Cuando cocino siento como si estuviera en mi propio mundo, como si fuera dueña de todo eso. Los alimentos son maravillosos y delicados, son lo más importante para las personas. No sirven de nada si no se cocinan ni se presentan de la mejor manera. Para mí, cocinar es una pasión, es un arte. Es más que un hobby, es mi vida. Yo nací para esto. —Los ojos le brillaban cuando hablaba, a Kate le recordaba cuando era joven, ella pensaba exactamente lo mismo. Sintió nostalgia al escucharla, era triste que todas esas ilusiones se vayan con el tiempo, ahogadas en el trabajo y la rapidez de la vida.

—Sabes que no prepararás platos directamente, ¿verdad?

—Claro, solo cortes y una que otra cocción. —Tenía que tomar una decisión rápido. Ya había entrevistado a todos, no podía pararse de ahí sin tener a alguien definido. Priscila Hudson fue quien más le agradó, tenía mucho potencial y ganas de aprender. Ella era la elegida.

—Pues bien, te tengo una buena noticia. Te acabas de convertir oficialmente en la nueva practicante de The Oak Room hasta los próximos seis meses, luego veremos. —Por un instante Priss no dijo nada, ni siquiera reaccionó. Pero entonces su sonrisa se hizo más amplia, parecía estar a punto de ponerse a saltar de felicidad.

—¿De verdad?

—Claro. Solo tengo que informar a recursos humanos y ya estás dentro. Podemos hablar ya mismo de tus horarios incluso. —Priss aún no salía de su sorpresa, era el sueño de muchos jóvenes entrar a la cocina de un chef tan famoso y ella lo sabía, solo tenía que darle unos minutos más para que lo asimile.

—¿Me puedo desmayar? —Casi al mismo tiempo las dos rieron. Le iba a gustar mucho tenerla en la cocina, y esperaba que Adriano también la apruebe.


*****************


Una vez pasada la emoción era momento de tratar los asuntos formales. Kate le explicó a Priss cuál era el proceso. Le pidió todos sus datos, medidas para darle su nuevo uniforme, le dio un posible horario de trabajo y le explicó sus labores. Por supuesto, hizo especial énfasis en explicarle las estrictas reglas de Adriano.

—Como ya sabes, la puntualidad es principal. El horario de los practicantes es rotativo, puedes verlo.

—Hay un problema, yo llevo el curso de cocina por las noches los martes y jueves, y hay un horario de jueves en la noche.

—Ah bueno, ese no es problema, lo modificaremos. La idea es que te vaya bien con tus estudios y en tus prácticas. Todos los practicantes que vienen traen sus propios cuchillos y he de suponer que tú tienes los tuyos.

Calidad TotalWhere stories live. Discover now