❀ Capítulo 14

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[Maratón de cinco capítulos dedicada a: la_hija_del_Vhope]




Las vacaciones de otoño habían llegado, las hojas de los árboles habían caído, al igual que la amistad y el amor de los mellizos Park; los centros educativos habían brindado unos días de descanso a sus estudiantes, por lo que muchos aprovechaban estos pequeños “recesos” para salir con sus familiares o en otros casos, como el de TaeHyung: dormir y pasársela en su habitación todo el día.

Había transcurrido exactamente un mes desde lo ocurrido con HoSeok y TaeHyung, ambos se habían dirigido miradas por todo este tiempo, pero nunca se atrevían a entablar una plática sobre lo que verdaderamente había ocurrido aquel día.

HoSeok, por su parte, pensaba que todo ya estaba olvidado, que solo fue por despecho o simplemente... un impulso. En cambio, TaeHyung ya se estaba creando un mundo entero en su mente, él ya se estaba ilusionando, a pesar de que su mellizo había retomado su relación con el pelinegro. Dos mentes distintas y tan parecidas a la vez, pues tanto el castaño como el novio de su hermano, estaban confundidos, no sabían qué hacer.

TaeHyung yacía en su cama, no había desayunado, ni probado bocado alguno desde el día anterior, no tenía ganas de salir desde hace dos semanas atrás y no pensaba hacerlo ahora que estaba librado de las asignaturas y proyectos de la universidad. No pensaba hacer nada. Sin embargo, toda esa perspectiva que tenía sobre su próximo mes quedó arruinado en el momento en que su madre irrumpió en su habitación y lo llamó dulcemente por su sobrenombre.

— TaeTae, hijo, tienes que levantarte y alistar maletas — dijo ella de la forma más suave y dulce, con la que una madre te puede hablar. El mencionado solo siguió los pasos de su madre hasta que esta se detuvo al frente del armario del menor y comenzó a retirar sus prendas como su calzado del pequeño cuarto.

— ¿A dónde iremos? — fue lo único que preguntó, pues ya estaba acostumbrado a los viajes que siempre realizaba su familia en cada época de otoño o verano. Antes esto lo hubiera emocionado y puesto de gran humor, pero ahora ocurría lo contrario, ahora solo gritaba mentalmente que su madre se retirara de su habitación y lo dejara en paz.

— Nosotros no iremos a ningún lado — contestó. — Tú y Jimin, sí.

Los ojos del pelicastaño se abrieron de manera amplia y solo esa simple frase, que lo incluía a él y a su hermano, hizo que se colocara de pie y negara repetitivamente.

— No iré a ningun lado, mucho menos con JiMin — aseguró el chico.

La mujer detuvo cualquier movimiento que estaba ejerciendo y miró a su hijo con el ceño fruncido, ya estaba cansada del comportamiento tan arisco de uno de sus mellizos.

— Tu hermano trata de arreglar las cosas entre ustedes, pero lo único que haces es alejarlo y despreciarlo. Eso no es justo, TaeHyung. JiMin se esfuerza mucho por ser el mejor para ti y...

— Y es un idiota al creer que lo perdonaré tan fácilmente. — la interrumpió.— ¡Tú misma sabes de lo que fue y es capaz! — gritó lo último. La mujer lo entendió, entendía a qué se refería su hijo, pero no comprendía el porqué TaeHyung no era capaz de ayudar a su hermano o si quiera socializar con él.

Un suspiro salió de los labios del menor y con una negación de cabeza, regresó a su cama. Quería dormir hasta el día siguiente o si era posible, dormir toda la vida.

— Tu hermano se esforzó mucho para lograr este viaje — susurró la mayor. — Él y HoSeok están muy emocionados por...

— Por tener sexo — completó el pelicastaño.

— ¡TaeHyung! — reclamó la madre. — HoSeok quiere...

— ¿HoSeok irá también? — TaeHyung no dejaba de interrumpir a su madre, pero el escuchar el nombre de la persona que el deseaba ver lo ponía de esa manera. La mujer se alegró al ver un poco de emoción y felicidad en los ojos de su hijo, por lo que asintió rápidamente.

— HoSeok estará presente, al igual que JiMin — la sonrisa del castaño desapareció al escuchar el nombre de su hermano, pero la emoción seguía en su interior. Había esperado tanto por ver y hablar con HoSeok y el pensar que él requería de su presencia en ese viaje, lo hacía inmensamente feliz. — Irás, ¿cierto? — el miedo en la pregunta de su madre era totalmente palpable.

TaeHyung se lo pensó por un momento, pero al final accedió. Necesitaba aclarar las cosas con el novio de su hermano y llegar a un total acuerdo.

La sonrisa se hizo presente en el rostro de la mujer y a los pocos minutos tanto la madre como el hijo estaban ordenando todo para el viaje, que se llevaría acabo al día siguiente. Algo muy apresurado, pero muy necesario.

Ambos terminaron cansados y con dos maletas repletas de ropa y todo lo necesario para el viaje. TaeHyung trataba​ de parecer indiferente a la situación, pero no podía evitarlo, él realmente no tenía palabras para expresar todo lo que sentía. Creía que las cartas estaban cambiando a su favor hasta que...

— Le diré a JiMin que sí aceptaste acompañarlos en el viaje — avisó la madre. Tae salió de su sueño en ese momento y algo confundido y temeroso, preguntó:

— ¿A que te refieres? ¿Qué tiene que ver JiMin en todo esto?

— Cariño, JiMin fue el que convenció a HoSeok para que tú los acompañaras en su viaje. — dijo con total normalidad.

La realidad golpeó a TaeHyung y en ese momento, sintió un verdadero dolor en el pecho.

— JiMin te quería junto a él en ese viaje. Él se encargó de todo — la mujer no sabía que con aquellas palabras lo único que hacía era dañar a uno de sus hijos, y lo dañaba de la peor manera.

Una rabia invadió el ser del menor y lo obligó a no decir nada, a no emitir media palabra. Ya estaba cansado de aquello, él pensaba que todo estaría a su favor de ahora en adelante... pero eso no pasaría.

— ¡Serán unas vacaciones muy divertidas!— alegre, así se encontraba la mujer. Estaba totalmente feliz de que todo estuviera yendo por un buen camino, en cuanto a la relación de sus hijos se tratara.

El castaño no contestó nada, solo se sentó en la orilla de su cama y apretó sus manos hasta formar un puño, ya no aguantaría más burlas de parte de su mellizo, ya no sería aquel idiota que HoSeok utilizó.

El castaño no contestó nada, solo se sentó en la orilla de su cama y apretó sus manos hasta formar un puño, ya no aguantaría más burlas de parte de su mellizo, ya no sería aquel idiota que HoSeok utilizó

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