Capitulo 16 B

560 45 1
                                    

Natsu hizo sentar a Lucy en una silla y corrió  al cuarto de baño a por una toalla. Luego la ayudó a quitarse muy despacio la cazadora. Ella dio un respingo de dolor, y Natsu vio que tenía el brazo en un ángulo extraño. No le dijo nada, pero estaba casi seguro de que se lo había roto.

-Dios mío, cariño... Lo siento mucho... No pensé que... Deberíamos haber ido a otro sitio... o quedarnos aquí.

Tuvo que contener las lágrimas al verla llorar. La rodeó con sus brazos mientras ella temblaba violentamente sin decir palabra. Estaba conmocionada. Él se quedó allí sentado, meciéndola, diciéndole que la amaba, hasta que llegó el médico. Natsu le explicó lo ocurrido. El médico empezó a examinarla y vio que le estaba saliendo un feo cardenal allí donde se había golpeado contra la pared, antes de llegar a la góndola. Para el corte que se había hecho en la mano, necesitó siete puntos, y la muñeca la tenía rota. Natsu quedó anonadado.

El médico le puso una inyección a Lucy para adormecer la mano antes de coser la herida, otra más para sedarla y la del tétanos. Cuando llegó el ortopeda para colocarle una pequeña férula de fibra de vidrio, ella estaba grogui. Los doctores no quisieron arriesgarse a llevarla al hospital, habida cuenta que podía volver a pasar. El ortopeda dijo que había visto varios paparazzi acechando fuera. La muñeca y la mano le dolerían unos cuantos días, dijeron, pero si era necesario podía viajar. Natsu quería sacarla de Venecia cuanto antes. La cacería y no quería correr el riesgo de que los paparazzi sobornaran a alguien para tener acceso a la suite. Los tiburones captaban el olor de la sangre y de ahora en adelante no los dejarían en paz. El idilio veneciano había terminado en tragedia. Lo mejor era que Lucy regresara a casa.

Natsu estuvo toda la noche despierto, velando por ella, acariciándole las mejillas y el pelo. Le puso una almohada de bajo del brazo herido, y Lucy se despertó una o dos veces cuando él le aplicó hielo a la mano, pero estaba tan sedada que solo le pudo decir gracias y que le amaba, antes de dormirse otra vez.

 Le puso una almohada de bajo del brazo herido, y Lucy se despertó una o dos veces cuando él le aplicó hielo a la mano, pero estaba tan sedada que solo le pudo decir gracias y que le amaba, antes de dormirse otra vez

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

 Por fin, a eso de las seis de la mañana, los efectos del sedante quedaron atrás y recuperó el habla. Después se echo a llorar otra vez.

-Estaba tan asustada- dijo, mirándole con pánico en los ojos- Creí que nos iban a matar.

-Y yo también- dijo él, angustiado- a veces la cosa se pone así. Entre unos y otros pueden acabar linchándote- jamás se había sentido tan indefenso. Él solo quería dar un último paseo romántico en góndola con ella, estaba totalmente desprotegidos. No había habido modo de escapar a la turba- Perdóname, Lucy. Ha sido justo lo que yo quería evitar. Alguien debió avisarles. alguien del restaurante o quizá de aquí. Tienen informadores, y nunca saber quién ha sido. El pobre gondolero no entendía nada- Le había caído una suculenta propina, pero Natsu dudaba mucho de que eso le hubiera compensado el mal trago. El pobre estaba muerto de miedo, aunque probablemente había sacado más dinero que la rata de cloaca que los había delatado a los paparazzi.

Tiempo Prestado  [Adaptación Nalu]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant