Tiempo Prestado [Adaptación Nalu]

Capitulo 7

Para empezar bien la semana les dejo este capítulo. Voy escribiendo el clímax de la historia. Una vez que la tenga lista, calculó en un mes, las actualización serán súper seguidas.

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Irene no se atrevió a hablar con Erza hasta finales de Julio, dos semanas después de la visita de Jellal. Había decidido decírselo primero a ella. Y su hija mayor reaccionó como era de esperar.

-¡¿Qué tú qué?! - exclamó Erza, sin dar crédito a sus oídos- ¿Que tienes novio? ¿Desde cuándo?

-Hace casi un año- le confesó Irene, tratando de aparentar una calma que no sentía. Antes de telefonear se había tomado tres copas de champán- Es un hombre muy agradable.

-Ya ¿Y a qué se dedica?

-Produce y dirige película.

-¿Le conozco yo?- Erza estaba conmocionada por la noticia- ¿Cómo se llama? Supongo que tendrá su propia productora- Dada la edad de su madre, le parecía lo más lógico. Probablemente era un pez gordo del mundillo. Aun así, le seguía pareciendo extraño. Erza se sentía incómoda con la idea de que su madre tuviese un amigo.

-Sting Eucliffe- dijo Irene. Erza pensó un momento y asintió con la cabeza. Hasta ahí, nada grave. Era un nombre respetable- Conozco a su hijo, se llama igual. Ha hecho un par de películas buenas. No sabía que su padre también fuese productor.

-Es que no lo es. El padre de Sting era neurocirujano y murió hace diez años. Estamos hablando del que tú conoces- De pronto se sintió más valiente. Había legado el momento de la verdad y el champan estaba haciendo su efecto. Ese mismo día Sting le había dicho que él la quería, independientemente de lo que pasara y de lo que sus hijas pudieran opinar, y que no estaban haciendo nada malo, al contrario. Amar a alguien, por más que hubiera una amplia diferencia de edad, no era ningún delito. Irene se lo recordó a sí misma, ella tenía sesenta y dos años,  aunque él creyera que tenía cincuenta y cinco. No se veía capaz de decirle la verdad.

-Oye, espera un momento- dijo Erza, que parecía no entender- El Sting Eucliffe que yo conozco es un quinceañero.

-No, Erza. Tiene tu edad. Cumplirá treinta y nueva el me que viene.

-¿Y tú cuántos tienes, mamá? - le espetó su hija- ¿Sesenta y dos? ¿O ya sesenta y tres? ¿No te parece un poco ridículo? Qué digo, ridículo, encuentro directamente repugnante que una mujer de tu edad salga con un hombre tan joven ¿Qué le pasa a ese Eucliffe? ¿Necesita dinero para su próxima peli?- Jellal acababa de entrar a la habitación y se sintió mal nada más oír el comentario. Erza podía ser muy dura cuando embestía con todo. Jellal había tenido oportunidad de verla en acción, con su hermana y con otras personas. En el fondo, Erza era buena gente, pero tenía una tendencia a entrar a matar. Jellal se lo perdonaba por que la quería, pero los demás no.- Creo que es la cosa más humillante y mas vergonzosa que he oído toda mi vida. Espero que recuperes la cordura lo antes posible, mamá.

-Y tú los modales- le cortó su madre- Sting es una persona respetable ¿sabes? no necesita de mi dinero. Y yo soy una persona respetable también, además de tu madre. Tengo el detalle de contarte esto antes de que lo sepas por otra persona. No estamos haciendo nada malo, ni nada que cualquier persona dejaría de hacer si se le presentara la oportunidad. Sting es veinticuatro años más joven que yo, y si nosotros podemos sobrellevarlo, tú también. Ya hablaremos- dijo, y colgó antes de que su hija pudiera reaccionar. Erza no podía creer lo que acababa de oír, ni que su madre lo hubiera colgado el teléfono. Eso era una novedad. Y no era la primera vez que discutían. Las dos tenían mucho carácter, pero esta vez Erza había ido demasiado lejos.

-Creo que mi madre tiene alzheimer- preguntó esta, tratando de poner cara seria.

-¿De dónde has sacado eso? preguntó esta, tratando de poner cara seria.