Capitulo 14 A

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Erza y Jellal regresaron una semana después de que Natsu se marchara a Venecia.  Lucy se trasladó a Bolinas la noche antes, y el lunes siguiente por la mañana, camino del trabajo, pasó para devolver las llaves. Había dejado la casa lo más limpia posible, la cocina bien fregada, sábanas y toallas nuevas en la habitación grande, y un ramo de flores de bienvenida. Jellal la había telefoneado el domingo para darle las gracias. Y Lucy se llevó una sorpresa cuando Erza abrió la puerta en el momento que ella estaba dejando las llaves. Su hermana llevaba unas mallas negras y un jersey negro ajustado, debajo del cual había un bombo considerable. Estaba de cinco meses. Por lo demás, seguí tan esbelta como siempre, lo que hacía que la barriga destacara todavía más. Lucy se rió nada más verla.

-¿Qué te hace tanta gracia?- le preguntó Erza, insegura.

-Nada. Es que estás muy mona- Lucy señaló al proyecto de sobrino o sobrina, y en ese momento apareció Jellal con una gran sonrisa.

-Impresionante ¿verdad?- dijo, orgulloso de su pareja, y le dio un abrazo a Lucy. Las hermanas se abrazaron también, por imitación, y al hacerlo, la barriga de Erza se interpuso entre ellas.

-Tiene buena pinta- dijo Lucy, al tiempo que entregaba las llaves a su hermana.

-Gracias por sacarnos del apuro estos cuatros meses y medio- se apresuró a decir Jellal. Habían vuelto un mes antes de lo planeado. El rodaje se había desarrollado sin mayores problemas.

-A mí no me vino mal- dijo Lucy, y al momento se ruborizó- Bueno... quiero decir que..., en fin, que lo he pasado bien.

-Si, eso parece- terció Erza- ¿y Na-chan? digo... Natsu

-En Venecia. Puede que no vuelva hasta la Navidad.

-Eso os dará tiempo para reflexionar- dijo Erza, siempre pinchando- Mamá me hizo llegar los recortes de la prensas. Has despertado a todo un nido de avispas, con eso de ir a Los Ángeles. Y si seguís juntos, la cosa solo puede ir a peor. Espero que estéis preparados- dijo, lacónica.

-Procuramos ir paso a paso- dijo Lucy, citando a Natsu-

¿Quieres venir mañana a cenar?- Jellal intentó cambiar el tema.

-No puedo. Tengo cosas que hacer- Lucy no lo dudó ni un segundo. Lo último que deseaba era aguantar los exabruptos de su hermana, o que le volviera a decir que lo primero que haría Natsu en Venecia sería encapricharse con la protagonista femenina. Bastante preocupada estaba Lucy por ese motivo como para encima tener que oírlo por boca de su hermana, otra vez.

-Bueno, pues otro día. Ah, por cierto, necesitaremos que cuides otra vez la casa este fin de semana- dijo Erza, como si acabara de acordarse. Ni siquiera se le ocurrió preguntarle primero si le iba bien. Como de costumbre, daba por hecho que ella diría que sí.

-No puedo- Lucy saboreó las palabras. Le había costado pronunciarlas, no estaba habituada. Para ella, Erza sería siempre la dominante hermana mayor que le inspiraba miedo. Se llevaban demasiados años como para que Lucy se sintiera una persona adulta, con una vida propia, cuando hablaba con ella.

-Pues tendrás que hacerlo. Nos vamos a Los Ángeles para organizar la pos-producción. Hemos de ver un par de casas que se alquilan, y quiero conocer al nene de mamá. Si no me equivoco, tú aún no lo conoces- Erza la miró inquisitivamente, lista para arremeter contra de ella si es que le habían presentado al joven en cuestión y se lo había guardado.

-No le conozco, no. Mamá estaba trabajando en un nuevo libro cuando fui a ver a Natsu, así que no pasé por su casa- Ambas sabían que su madre no aceptaba llamadas ni visitas cuando estaba escribiendo,  las dos se preguntaban si dicha norma sería aplicable también a Sting. Tal vez sí. Erza le explicó que su madre había terminado ya el libro y que por eso había accedido a verlos, a Jellal y a ella.

-Da igual. Necesito que te quedes con Happy el fin de semana. Si no hay más remedio, podrías llevártelo a Bolinas. En cuanto alquilemos una casa, podremos tenerlo con nosotros. Lo que pasa es que nos vamos este fin de semana y estamos obligados a dejarlo aquí.

-Yo voy a estar fuera- dijo Lucy, mirando a su hermana de hito a hito. Era cierto, pero también sabía que la postproducción podía durar meses.

-¿Fuera? ¿Donde?- Erza estaba perpleja. No recordaba que su hermana le hubiera dicho una sola vez que no. Era una gran novedad. Por lo visto, su historia con Natsu la había liberado. Jellal se abstuvo de decir nada pero sintió ganas de vitorear a Lucy, y de hecho le mandó una sonrisa de aliento sin que Erza se apercibiera de ello.

-Me marcho a Venecia el viernes, estaré allí un par de semanas. Seguro que Meredy podrá encargarse del perro. Ella e está sustituyendo. De hecho quería preguntarte si podía dejar aquí a Charle unos días, pero me imagino que no.  

Jellal se apresuró a responder por Erza.

-Claro que puedes- Quiso validar su osadía- Meredy puede sacar de paseo a los dos perros, y Happy se sentirá menos solo si tiene la compañía de Charle- Habían convivido durante cuatro meses y medio, se llevaban bien. Erza, muda, se quedó mirando a Lucy con gesto incrédulo y censurador. Las chicas de los recados no tomaban decisiones ni se largaban de un día para otro. Erza tenía sus coordenadas en plena rebeldía.

-Pero¿ tú has pensado lo que supondrá enfrentarse a los paparazzi en Venecia?- le preguntó con frialdad a su hermana. Parecía que intentara castigarle por su independencia.

-Si, lo he pensado. Haremos lo que podamos. Aprovecharemos un descanso en el rodaje e intentaremos ir a Florencia unos días.

-¡Qué buena idea!- exclamó Jellal, entusiasmado, mientras que Erza simplemente la miró preguntándose en qué o quién se había transformado su hermana. El cambio, en Erza, era más que obvio, por ser visible, pero en Lucy pasaba desapercibido a la vista, pero era más profundo. Hasta el momento no parecía que la maternidad hubiera suavizado el carácter de Erza. Era tan dura como de costumbre.

-Tenemos los resultados de la amnio- dijo de repente Erza- El bebé esta bien- Un gesto de desilusión cambió fugazmente su semblante- Es niño- Ambos preferían una niña, pero a Jellal le bastaba con que el bebé estuviese sano- Esto va a ser más difícil de lo que se suponía. A mí no me van muchos los chicos...- Sonrió al decirlo, y su hermana no pudo evitar reírse.

-Seguro que lo harás muy bien- dijo Lucy, pensando para sus adentros que Erza era demasiado dura como para ser madre de una niña Por no decir que no la veía haciendo de madre. Era ese un asunto que los había sorprendido a todos. SU madre, Irene, no se había repuesto del todo. La perspectiva de ser abuela la hacía sentirse vieja, para empezar, y a ella nunca le habían gustado muchos los bebés, ni si quiera de joven y los suyos propios. Menos le iban a gustar ahora, con un hombre veinticuatro años más joven en su vida- ¿Qué nombre le vais a poner?- preguntó Lucy. Erza y Jellal habían estado hablando de ello y en principio se decantaban por llamarle como el padre de Erza. El de Jellal, falleció también, se llamaba Oscar, un nombre que no gustaba a ninguno de los dos.

-Seguramente le pondremos como papá. Pero primero queremos ver qué cara tiene.

-Estoy impaciente por que nazca- dijo Lucy. Todavía no acababa de creerse que fueran a tener un hijo. Quién lo hubiera pensado- Por cierto, estás estupenda. Lo único diferente es esa pelota de baloncesto que llevas debajo de la camiseta.

-La doctora dice que es bastante grande-Erza parecía preocupada. Y le temía bastante el parto, pero sabía que tendría a Jellal a su lado. -El padre como vez, mide un metro ochenta y dos, así que probablemente sea bastante alto- Erza y Lucy eran las dos bastante altas, también, aunque Lucy siguiera viendo siempre más alta a su hermana, por ser la mayor. Así la recordaba en todo momento, como mirándola desde más abajo.

Lucy se fue a trabajar y el jueves por la tarde pasó a dejar a Charle. Ellas se marchaban a Los Ángeles al día siguiente y Lucy tomaba un vuelo a Venecia con escala en París. Tenía ya el equipaje hecho y estaba nerviosísima, Hablaba con Natsu dos o tres veces al día, y él estaba entusiasmado y se moría de ganas de verla.

Erza estaba fuera cuando Lucy fue a dejar a Charle, Jellal la invitó a pasar. Lucy había terminado la jornada y salía de viaje al amanecer.

Continuara...

Tiempo Prestado  [Adaptación Nalu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora