Bésame, luego te explico© [✓]

30. Tú fuiste mi primer beso, ¿verdad?

Capítulo 30

El final de clases se acercaba y con él, las vacaciones de verano. Por lo que, daba como resultado salir con mis amigos a nadar. Mala idea. No había nadado desde ese día y no creo estar lista todavía para volver a hacerlo, mucho menos con un corazón roto. Probablemente se congelaría en cuanto tocara el agua. No, muchas gracias, mejor me quedo en mi casita.

Ya habían pasado un par de semanas desde la intervención y aún no me hablaba con Will. No sé cómo en las películas hacen ver fácil las conversaciones con tu ex, no es nada fácil ni doloroso, simplemente existíamos.

¿Será porque ustedes nunca fueron algo de verdad?

Pero igual debería ser fácil. Además, ¿quién te preguntó?

Las únicas palabras que compartíamos eran "hola" y "adiós", por no decir que cuando a cualquiera de los dos nos iba mal en el día, sólo asentíamos con la cabeza en modo de saludo y ya no volvemos a hacer contacto visual por lo que resta del día. Lo bueno es que ya salgo más y puedo compartir momentos divertidos con mis amigos... Y Will. Aunque bueno, él es mi amigo también, supongo.

En fin, entre más se acercaban las vacaciones se acercaba aún más el baile de graduación. Y eso significa buscar una cita, porque sé de antemano que si no llevo cita alguna mis amigos querrán emparejarme con Will. Aunque si él lleva cita... No, me enojaría con él de por vida. ¿Qué? Nunca quise mostrarlo, pero soy igual o más celosa que él. Además, él es sólo mío, de nadie más.

Era...

No, pues gracias por la ayuda. Tú siempre tan comprensiva.

Cuando quieras. Juro que sentí como mi consciencia sonrió. Estúpida consciencia. Te oí. Ups.

Entonces entré a la escuela con mi mejor sonrisa de conquista, con la mejor ropa de mi armario y fresca como una lechuga. Si quiero encontrar cita antes del viernes, tengo que cautivar y no dejar ver que aún tengo el corazón roto.

Nunca les conté a mis amigos, ya que se empeñaban en hacerme recapacitar con respecto a lo de Will, pero varios chicos me pidieron salir con ellos. Obviamente les dije que no, sin embargo, porque son muy insistentes me dijeron que cuando me recuperara los buscara para salir. Ellos serán mis primeras víctimas. Y justo uno acaba de pasar frente de mi campo de visión.

- Hola Dylan. – Sonreí súper inocente. Volteó a mirarme y me sonrió de vuelta.

- Tara, ¿qué te trae a hablarle a un mortal? – Cerró su casillero e hizo ademán de que lo siguiera.

- Bueno, pues venía para saber si ya tienes pareja para el baile. – Dije un tanto nerviosa. Aunque tuve novio, mis nervios por hablar con un chico no se me quitaron para nada.

- Estás de suerte, justo le iba a pedir a una amiga en la tarde si no tenía pareja, aunque lo dudo mucho. Llegaste justo a tiempo para evitarme la vergüenza. – Sonrió con diversión.

- Entonces, ¿serás mi cita? – Pregunté esperanzada.

- Por supuesto, pero primero tienes que hacer algo.

- ¿Qué cosa? – Pregunté sin prestarle mucha atención. ¡Ya tengo pareja! Y Will no se me acercaría demasiado. Su cercanía me pone nerviosa, aún más de lo que me pone hablar con chicos. Hace que se me acelere el corazón a tal punto de querer salirse de mi pecho y chocar contra su rostro para que vea que estoy ahí.

- ¿Podrías hablar con tu ex para que no me fusile por llevarte al baile? – Subí mi mirada rápidamente, que bajé previamente por los nervios, y miré su rostro. Vi miedo en su mirada, sin embargo, no me miraba a mí, sino a algo detrás de mí, o más bien a alguien, Will.