Bésame, luego te explico© [✓]

19. Los Tres Mosqueteros

Capítulo 19

-Entonces los tres éramos amigos y lo olvidamos Tara y yo porque tuvimos un accidente y no volvimos a hablar desde entonces... ¿Correcto?- Preguntó Will como por cuarta vez en media hora. Hemos tratado de contarle la historia pero parece que no le entra al cerebro.

-Sí, Will. ¿Ya entendiste todo?- Le respondí un poco irritada, me sorprendía su capacidad de hacer preguntas como respiraba.

-Sí, sólo una duda.

-¿Sí?- Era extraño volver a ver a Chase después de un largo tiempo, varios años para ser más exactos. Era extraño tener este sentimiento dentro de mí que me decía que todo estaba bien, un sentimiento de comodidad y seguridad que sólo había sentido con mis padres y Will, ahora también con Chase.

-¿Por qué llegaste antes?- No entendí a la que se refería hasta que volví mi vista a él y me di cuenta que él miraba a Chase.- Tara me dijo que vendrías en unos días, no creí que tan pronto. No es que no esté feliz de volverte a ver pero creo que caíste de sorpresa.

-Lo sé y lo siento. Pero si te soy sincero, el día en el que Tara me habló sentí demasiada felicidad porque están juntos, porque aun cuando hubieran olvidado sus subconscientes lo trajeron a donde mismo y quería verlos juntos, a los dos; quería explicarles todo, quería volver a ser feliz con las dos personas más importantes en mi vida, así que me apresuré en venir para poder explicarles todo muy bien y si después de eso perdía a uno, o a los dos, me iría y nadie sabría que estuve aquí.

-Bueno, ya no tienes que irte. No te recuerdo por completo pero aun así sé que si te quedas más tiempo podremos volver a ser lo que éramos antes. ¡Los Tres Mosqueteros!- Dije para que supiera que no quería que se fuera.- No compartimos muchos momentos después del accidente, así que debemos recuperar el tiempo perdido.

-Lo pensaré. Mi familia está viendo si regresar. Traté de convencerlos pero dijeron que lo pensarían y por lo pronto me dejaron venir para volver a verlos... Y, ¿qué hacemos?

-No sé tú, Chasey, pero nosotros tenemos que hacer la tarea.- Le dije reventando su burbuja y la de Will que creía que se escaparía de ella.

-Bu, ¿y si les ayudo?

-No es como que no sepamos qué hacer, estamos en el mismo grado.- Lo miré a los ojos intensamente. No me había dado cuenta pero sus ojos fue lo primero que recordé en la casa del árbol, tan verdes como el pasto que recorría cada centímetro de aquel parque que marcó nuestra infancia. Y su pelo, castaño como el mío, pero el suyo tenía un toque que me hacía recordarlo de pequeño; su cabello no había cambiado casi nada.

-Pero quiero ayudar.

-Está bien. Creo que si hacemos esto entre los tres podremos terminar muy rápido y podemos ir a ver una película.

-Entonces, ¿qué estamos esperando?

(...)

Habíamos terminado la tarea hace como media hora y Chase y yo habíamos perdido a Will en cuanto la película había comenzado. Para estos momentos, Chase y yo estábamos hablando de nuestras anécdotas de nuestros últimos años y Will ni se inmutaba. Podría aparecer un alíen en cualquier momento y él ni cuenta se daría.

Cuando la película ya estaba a la mitad, decidimos ir por unas botanas a la cocina ya que sabíamos que Will no se molestaría en venir con nosotros. Ya en la cocina, puse a hacer unas palomitas y Chase estaba sirviendo unos vasos con limonada. De repente me acordé de algo que tenía que preguntarle a Chase.

-¿Chase?

-¿Sí?- Me contestó sin despegar la vista de lo que estaba haciendo.

-¿Te puedo pedir un favor?- Dejó los vasos servidos en la barra de la cocina, guardó la jarra de limonada y se volteó a verme.