Capítulo Diecisiete

ابدأ من البداية
                                    

--Que guapo Frank.-- le dijo Miguel, luego de pasarse la comida.

--Si hubieras participado en el concurso con esa cara, seguro y me ganabas-- dijo Rubén, para luego reír --. Olvídalo, nadie me hubiera ganado ¡SOY LA REINA GAY!

--Oh cállate, lo sabemos.-- me irritó su último grito, por lo que masajeé mis sienes.

--Me tiene envidia.-- aseguró.

--Aja.

--Ya, sigan comiendo-- ordenó Samuel, para luego acabarse de un trago el zumo --, tenemos mucho que hacer.

--¡Nyah! Como Reina ordeno que lo hagáis vosotros, yo tomaré otra siesta de belleza.

--Lo que usted deseé su majestad.-- Alejandro rodó los ojos luego de hablar.

--Hablando de realeza-- Samuel se acomodó en su silla, y miró con una ceja alzada a Rubén y a Miguel --, tenemos que hablar de su romance, creo que había sido muy específico con eso de las reglas de la casa ¿No?

Una extraña tensión se formó en el lugar, mientras todos mirábamos a la pareja --No hay mucho que contar-- Rubén fue quién habló, con seguridad --, ayer no tenías problema.

--Ayer todos estaban borrachos, ustedes siempre hacen ese tipo de juegos y no olvidemos que estábamos en mitad de una fiesta ¿Como podría reprenderles en ese momento?

El silencio continuaba por parte de los demás, yo solo me dedicaba a comer.

--Samuel, tenemos que serte sinceros. Esto lleva muchos años, desde que llegamos aquí nos hicimos novios.

No molestamos a nadie.-- aseguró Miguel, tomando con firmeza la mano de su compañero por sobre la mesa.

--No, pero es la única regla de la casa ¿Tanto les costaba seguirla?

Miguel y Rubén se miraron, estaba seguro de que no sabían que responder. Me dio pena verlos así, más cuando sus manos ligeramente se soltaron, no es su totalidad pero sí disminuyeron la fuerza.

--Samuel, escúchalos.-- pidió Alejandro.

Todos observamos al castaño, esperando una respuesta, pero ¿Para qué? Recordé el miedo de Guillermo, el de ser expulsado de la casa por romper la única regla de la casa.

--¿Nos vas a echar?-- Rubén hizo la preguntó que nadie se atrevía a hacer.

Samuel dejó de lado su comida, soltando los cubiertos para apoyar los codos sobre la mesa. Sus manos se unieron ocultando su boca, sin dejar de ver a la pareja --Tengo que pensarlo.-- contestó luego de un rato.

Me enfado bastante su respuesta, ¿Realmente iba a sacarlos? Era completamente absurdo a mí parecer, y también para los demás, pude ver sus rostros inconformes. Mas sin embargo, nadie replicó.

--¿En serio?-- interrogué a todos, recargándome en la silla, arrojando el tenedor al plato causando un fuerte ruido --¿No dirán nada?

--Luzu-- escuche a Frank, quién me miraba serio de frente, me hubiese reído por los dibujos en su cara pero seguía enfadado --, la casa es de Samuel, él decide.

Absurdo, eso me pareció --Vamos chicos, ayer fue un gran día, olvidemos esto y continúen desayunando.-- pidió Guille.

--¡No!-- me crucé de brazos --Creo que hablo por todos en esta mesa al decir que no me sorprendió en absoluto este romance. Rubén y Miguel se la pasan el día juntos y, cómo tú habéis dicho, siempre tontean.

La Casa GAYحيث تعيش القصص. اكتشف الآن