Capítulo 07

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Ágata

―Vamos, no puedes estar enojada conmigo ―dice Kay a mi lado.

Hoy es domingo, ¿Y qué tienen de importante los domingos? Bueno, pues varias personas no trabajan, incluyéndome... aunque aun tengo tarea por hacer. Rayos.

―No estoy enojada ―digo y trato de alejarme de él. Mamá me ha pedido llevar los platos al comedor pero este raro espécimen no me esta ayudando para nada y de hecho ahora mismo estoy a unos cuantos segundos de gruñirle.

Dejo caer los platos con un poco de fuerza, haciendo que los panques se eleven un poco antes de caer en su lugar nuevamente.

―Sí bueno, de donde yo vengo, a eso ―señala mi mano que aun esta cerrada con fuerza sobre el plato―, se le llama estar enojado.

Giro el rostro, evitando su mirada e ignorándolo de cierta forma. Vuelvo a dirigirme a la cocina con Kay siguiéndome de cerca, podría rebasarme si quisiera, es unos veinte o quince centímetros más alto que yo después de todo pero no lo hace, respeta mi espacio supongo o sabe lo que le conviene.

―¿Cuándo regresa papá a casa? No quiero tener que comer cosas dulces del desayuno hasta la cena ―pregunto.

Mamá gira el siguiente panque y voltea a verme.

―Se supone que debería de llegar hoy pero espera ―eleva la... la cosa con la que se voltean los panques, bueno, esa cosa parece ser para amenazarme―mi comida no sabe mal, ¿No lo crees Kay?

Le lanzo una rápida mirada y la desvío tan rápido que mi cabeza no alcanza a relacionar su expresión con algo lógico.

―En lo personal, a mi me gustan las cosas dulces señora Johnson ―dice.

Hummm... ¿debería tomar nota sobre eso?

―Bueno, yo no creo que les haga mal un poco de dulce ―mamá saca de la sartén el panque y lo deja en un plato que ya tiene una montaña de ellos. Siendo sincera, se ven esponjosos y la cocina huele bien pero eso es normal cuando mamá esta por aquí.

Sí, me siento atraída por los olores dulces pero eso no quiere decir que necesariamente me vaya a gustar este sabor.

―¿Entonces de verdad no estás enojada conmigo? ―susurra Kay tan cerca que me sobresalta haciéndome abrir los ojos y fruncir el ceño. Por un instante muerdo mi labio.

―¿Sucede algo? ―pregunta mi madre.

Sacudo la cabeza aunque es un gesto que no va a ver.

―No es nada ―digo y acto seguido tomo la mano de Kay y salimos juntos de la cocina.

Siento como se esfuerza en seguir mi ritmo, aunque en realidad no hay mucha diferencia entre nuestras alturas.

Diez o quince centímetros no es mucha diferencia ¿Verdad? Sip, todos estamos de acuerdo con eso.

Legamos hasta la sala de estar cuando jalo de su brazo y lo hago quedar frente a mi.

 El cabello de Kay es ligeramente rizado y lo lleva hacia su lado derecho, lo que hace parecer que su cabello este revuelto, no sé si eso es algo intencional, tal vez piensa que eso combina de forma maravillosa con su sonrisa... 

―¿Decías? ―cuestiono, tratando de hacer que sea él quien comience con la platica que ambos sabemos que será incomoda pero que él se empeña a sacar a la luz.

―¿Sigues enojada conmigo? ―pregunta sin problemas― Ese tipo realmente me miraba con si quisiera matarme ―se cruza de brazos y se envuelve a si mismo haciendo el gesto de tener frío― ¡Ugh! Dime que ese no es tu novio.

Bajo El Mismo CieloTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang