The Promise [Camren]

Capítulo 17

Celos, esos malditos celos que la hacían decirle cosas que realmente no quería decir. Lauren agarró su chaqueta, y fue a buscarla ya que quizás era la última oportunidad para arreglar las cosas con ella. Cuándo salió de la casa, pudo notar que estaba sentada en el borde de la carretera con su cabeza entre sus piernas.

"Camz..." Susurró Lauren haciendo que la morena tensara su cuerpo.

"N-no te acerques..." dijo como pudo.

"Por favor" suplicó Lauren.

"¿Qué quieres?" La miró con rabia haciendo que la ojiverde sintiera un dolor en el pecho.

"Quiero que entremos" dijo la ojiverde mientras Camila limpiaba sus mejillas.

"Yo sólo quiero ir a casa Lauren..." su voz sonaba bastante agotada.

"Lo siento por todo lo que te..." la interrumpió.

"No quiero que lo digas si mañana vas a volver a tratarme igual" una lágrima volvió a caer por su mejilla, y Lauren se agachó rápidamente, no quería que derramara otra lágrima por culpa de ella.

"E-estaba celosa..." dijo Lauren nerviosa, y el rostro de Camila cambió  completamente.

"¿Qué?" Preguntó mientras limpiaba su mejilla.

"N-no soporto verte con ella" una lágrima empezó a deslizarse por el rostro de Lauren.

"Laur..." la interrumpió.

"Me duele porque yo te dije que te amaba, y tú sólo me dijiste t-tantas cosas feas" tomó un poco de aire. "Y ahora ver que te estas interesando por una persona que acabas de conocer... duele mucho Camila" limpió su mejilla mientras que Camila la observaba atenta. 

"¿Aún me amas?" Preguntó la morena mientras se acercaba a la ojiverde y la tomaba de la mano.

"Nunca te deje de amar" sonrió Lauren tristemente.

"Lauren yo..." no la dejó terminar.

"¿Te gusta?" Preguntó nerviosa, y Camila acarició su mano suavemente para darle un poco de tranquilidad.

"N-no lo sé Lauren..." bajo la mirada.

"Dame una oportunidad, y te prometo que serás la mujer más feliz de todo este maldito mundo..." dijo Lauren mientras acariciaba su mejilla. La ojiverde sabía que este era la única oportunidad para ser feliz con la persona que realmente amaba, pero sin embargo tenía miedo por lo que le pudiera decir la morena.

"T-tú estas con alguién..." susurró generando en Lauren una chispa de esperanza.

"Ella no importa Camz, yo puedo dejarla..." Susurró Lauren, y Camila sólo cerró los ojos. "Sólo dame una oportunidad" volvió acariciar su rostro suavemente.

"N-no sé que..." la interrumpió de nuevo.

"Sólo dime que quieres intentarlo" la ayudó a levantarse para luego tomarla de la cintura generando cierto nerviosismo en la morena. "O-o... Dime que lo mejor es que te deje ir, y te p-prometo que lo haré..." dijo tristemente. Lauren de verdad no quería escuchar la segunda opción, pero debía esperar cualquier cosa después de haberla tratado como una completa mierda desde que la volvió a ver.

"Y-yo quiero..." hizo una pausa, y Lauren sólo pudo cerrar sus ojos del nerviosismo. "Quiero que sigas con tú vida Lauren..." en ese instante Lauren la soltó suavemente, y abrió los ojos para mirar al suelo.

"¿Eso es lo que realmente quieres?" Preguntó Lauren dolida pensando que quizás Camila le estaba jugando una mala broma.

"S-sí, es lo que quiero..." Dijo la morena sin convicción.

"N-no te creo" la acercó a ella haciendo que quedaran a centímetros. "P-por favor Camz..." suplicó, pero Camila la alejó cenando en Lauren un gran dolor interno.

"L-lo siento tanto Lauren..." su mirada bajo hasta sus labios, y luego se dio la vuelta para ir de nuevo a la casa.

Cuando Lauren vio que Camila entro a la casa se sentio como una estúpida por llegar a creer que ella podría sentir lo más mínimo. Limpió su rostro, y se dirigió a la casa con una gran dolor en su pecho. "Ya sabes donde queda el cuarto. Así que puedes subir, y acostarte cuando quieras" dijo Lauren secamente mientras cerraba la puerta.

"T-tú, ¿Dónde vas a dormir?" Preguntó Camila bastante apenada por todo lo que acababa de pasar.

"Aquí" se sentó dándole la espalda. "Si necesitas algo, sólo llamame..." sentenció y Camila sólo suspiró.

"Descansa Lauren" dijo para luego desaparecer.

Lauren se acostó en el sofá, y empezó a llorar como una niña pequeña. Ella de verdad pensó que todo iba a ser diferente, pensó que lo iba a intentar, y llegó a pensar que por fin su vida tendría algo de sentido si ella aceptaba, pero algo que Lauren tenía claro es que siempre se equivocaba.