Olvídate de mí. Mackie”

Con eso me sentí un poco mejor, él no volvería a aparecerse con sus cursilerías baratas ni a acercarse a mi amiga. Al poco tiempo mi teléfono sonó, una llamada: Jeremiah.

-¿Qué quieres?-dije sin rastro de amabilidad

-¿Mackie?-me preguntó

-No, Mackie está dormida y con el corazón roto. Así que, como te escribí, olvídate de ella.

-Lo lamento, yo no quise herirla. Tengo una explicación, mira…

-A mi no me interesa que tengas que decir. Escucha tú, mi amigo. Mackie es una persona a la que quiero mucho, y no me gusta ver sufrir a las personas que me importan. No trates de reparar el daño con una estúpida llamada, sólo estás quedando en vergüenza. Que tengas buenas noches-colgué.

Después de aquella llamada me sentí aún  mejor, ya no me preocuparía que Jeremiah volviera a aparecerse y le rompiera nuevamente el corazón a Mackie.

Maia y yo nos dormimos en paz cuando nos dimos cuenta de que Mackie estaba en un profundo sueño.

(…)

-Cinco, seis, siete, ocho.

La música retumbaba en el lugar a todo volumen . Hace unas horas habíamos conocido a Johnny Warproose. Un tipo simpático y serio a la vez. En pocas palabras: profesional. Ahora mismo estábamos con los ensayos. El director nos había dado el privilegio de practicar en el mismo escenario en el que bailaríamos en unos días. Warproose estaba en las butacas observando nuestros movimientos. Cuando la música paró, se puso de pie y aplaudió alegremente.

El día del evento…

-¡Maia! ¿Has visto mis pantalones?-gritó Mackie.

-Sí, están en… ¡WOW! ¡Mack, ponte algo ahora! – exclamó ella cubriéndose los ojos- Alguien podría entrar y verte en paños menores, y créeme que no se llevaría una grata sorpresa.

-¡¿Qué voy a hacer?! Sé que los d… ¡OH! ¡Aquí están!- y con eso, volvió corriendo al baño.

-No tiene remedio…-susurré.

-Estamos de acuerdo-comentó Maia.

-¡Mackie, apúrate! La camioneta vendrá en una hora y aún faltamos Maia y yo.

-¡No me queda! ¡El pantalón no me entra!- se la escuchó gritar del otro lado de la puerta.

-Déjame ver-me abrió- ¡Estos son míos!

-Ups-sonrió inocentemente- Me equivoqué.

-Aquí están los tuyos, Mackie- se los tendió Maia.

-Gracias.

Dos minutos más tarde ya estaba completamente lista, y con la ropa que le correspondía. Después entré yo, y finalmente Maia. Para el maquillaje y el peinado nos ayudamos mutuamente: Maia ayudaba a Mackie, Mackie me ayudaba a mi , y finalmente yo ayudaba a Maia.

Más tarde Nathalie golpeó la puerta avisándonos que ya habían venido por nosotras. Enseguida bajamos y nos unimos al resto del grupo. En cada semáforo que el vehículo se paraba, nuestros nervios se iban incrementando cada vez más y más.

Cuando finalmente llegamos al grandioso lugar donde saldríamos a escena nos pusimos a hacer un breve ensayo general, sólo para asegurarnos de que no haya errores en cuanto estemos en el escenario.

A eso de las 20:30 comenzó a llegar mucha gente. No pude evitar sentir curiosidad y esconderme tras bambalinas para espiar un poco. Al parecer no era la única porque casi la mitad del reparto imitaba mi acción. Se escuchaban sollozos, plegarias, comentarios. Típicas cosas de alguien nervioso. Era nuestra primera vez y nos hallábamos todos muy ansiosos y desesperados porque todo saliera tal y como lo habíamos practicado.

-Muy bien, chicos. El lugar está repleto-habló Nat-. Se que todos estamos muy nerviosos y entusiasmados. Recuerden ser ustedes mismos, relájense. Imaginen que es solamente un ensayo más. No se preocupen por cuantos pares de ojos están observándolos, preocúpense por cuantos pares de manos estarán aplaudiendo una vez que acaben de demostrar su talento. Ahora es hora de que salgan ahí y den una buena impresión.

Todos aplaudimos. Las luces se apagaron y nosotros salimos al escenario ubicándonos en nuestras posiciones.

El estruendoso ritmo de “Boom Boom Pow” de Black Eyed Peas retumbaba en las paredes de aquel teatro. Incluso podía sentirlo en mi corazón que latía muy fuertemente debido a los nervios.

La gente gritaba, aplaudía y nos lanzaba flores. Sin duda es una experiencia que jamás olvidaré. Observé al resto de mis compañeros, todos teníamos una enorme sonrisa en nuestros rostros. Algunas de las chicas hasta soltaban lágrimas de emoción. Y no dudo en que el cualquier momento yo estaré en las mismas condiciones que ellas.

Ya en el backstage nos pusimos a saltar, gritar y festejar. Nos dimos un hermoso abrazo grupal, y luego cada uno se fue por su parte con sus amigos más íntimos. Yo me acerqué a Maia y a Mackie, quienes estaban abrazándose felizmente. Al verme chillaron de la emoción y me arrastraron hacia ellas para volver a formar un abrazo.

-¿Mackie Styles?-dijo una voz. Pero no podía distinguir a la persona por la cantidad de gente que estaba amontonada.

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Twitter: @CCEEWP

Casada con el EquivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora