La Vampira Justiciera (II)

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Narra Kara

Me siento muy agotada, más de lo habitual. Bueno, siempre me siento cansada cuando el reservorio de vitaminas empieza a estar vacio. El día ha sido demasiado intenso, mucha acción y mis emociones han estado al límite. Quizás por eso, en esta ocasión sus efectos sólo me han durado casi 15 días. Aunque, tengo la sensación que cada vez duran menos, o bien necesito más dosis para continuar funcionando. A lo mejor, mi cuerpo se ha vuelto dependiente a ese maldito fármaco y cada vez necesita más dosis.

Sólo falto tener de salir volando para el cementerio donde estaba enterrada la falsa Kara Danvers. Fui más lenta del habitual, casi me pilla Lena. Volé con el cadáver y lo oculte en otro sitio del mismo cementerio, horas más tarde. No quería que descubrieran que seguía con vida, por no comprometerlas.

Había empezado a trazar un plan para terminar con CADMUS y no quería implicar a nadie más. Me es relativamente fácil aniquilar la base del Sahara. Pero como dijo el General Jon, sólo caerían los peones de la organización. La cual era fuerte y sobrevivía porque debía de tener mil ojos por medio mundo. Probablemente, los auténticos jefes debían pasar desapercibidos y con una buena imagen pública. Y las revelaciones del topo, le debe estar poniendo muy nerviosos.

Vuelvo a leer todo lo que se ha filtrado sobre el ejército y sus actuaciones. Hablan de detenciones ilegales de sospechosos, ejecuciones sin juicio digno, ataques indiscriminados sobre presuntos culpables y cobrándose víctimas inocentes... Los artículos estaban bien documentados, en fechas, horas, ubicaciones. Aunque no se revelaba la fuente con la cual se obtuvo. Pero la información no era vaga, era correcta. Lo sé, porque soy responsable de casi la mayoría las atrocidades que denuncia.

Debo de seguir con esa misión, atrapar el topo y sacarle partido por mis planes. No tengo sueño, aunque me sigo sintiendo débil, salgo de mi apartamiento para ir a ver a Cat Gran. La vigilaría las veinte-i-cuatro horas si hacía falta, tarde o temprano se encontraría con la persona que estoy buscando. Antes me cambie de ropa, me puse un traje más ajustado, con minifalda roja. Y con la letra S, más mayor, en parte del torso. Otro uniforme que a veces usaba para mis misiones.

Eran las siete de la madrugada, y la magnate de las comunicaciones de National City está ya en sus oficinas. La veía a través de la ventana de su despacho. Se tomo de pie su primer café y luego encendió su ordenador portátil. Una vez que estuvo abierto, se conecto a una red de internet. Accedió a su correo personal y se le cambió el rostro. Literalmente, tuvo una subida de adrenalina que le proporciono mucho placer.

Intuyendo que no sería tan fácil conocer al topo, decidí improvisar. Aterrice en el gran balcón de Cat y di golpes en el vidrio. No soy tan mala y no quiero que la pobre tenga un soponcio. Aún así, su rostro de muñeca traviesa se desdibuja algo. Cierra automáticamente la pantalla del ordenador. Y viene disparada como un rayo hacia donde estoy. Sé que me abrirá la puerta, pues le puede más su curiosidad periodística que la prudencia. No parece ni tener miedo por mi extravagante traje. Aunque me había dejado la capa roja en casa.

- ¡Pero Linda, que hace aquí fuera! ¿Por cierto como ha llegado hasta aquí?- mira de lado a lado y de abajo hacia arriba. Cuando se hace la loca, esta adorable. De cínica no la gana nadie.

- Lo lamento, no soy la persona que se refiere. Soy Supergirl.- me presento, a la vez que le ofrezco la mano derecha. Cat me la coge y aprieta formalmente. No evito acariciársele por unos segundos. La siento palpitar de lujuria.

- ¡Pues sí tu lo dices, pues Supergirl! ¿Pretendes volvernos a todos locos? Para empezar, eres una copia de Kara Danvers... y ahora me sueltas que no te llamas Linda.

- ¡Avatares de la vida! Debe de ser una alma gemela, de otra galaxia lejana a la mía.- me rió, me encanta ironizar.

- ¿Y bien, que deseas Supergirl? ¿Probar el manjar de mis labios y las delicias secretas de mi cuerpo?- se me acerca y alarga su mano derecha hasta mis pechos y me los acaricia brevemente. Le cojo la mano y la aparto de mi cuerpo. E invado su espacio íntimo con fingidas intenciones de besarla.

Tan sólo túWhere stories live. Discover now