Las cadenas de las normas

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Narra Kara

A las 11h en punto, todos ya estábamos en la antesala del despacho del General Jon. Nadie hablaba, tratando de lidiar con los nervios. Mi mente estaba lejos de aquellas cuatro paredes impersonales y grises. Pensaba en mi familia y el encuentro con Álex. Tenía sentimientos reencontrados y contradictorios a la vez.

Me había adaptado a vivir sin muchos afectos. De hecho, sólo tenía a Lena. Era mi faro, mi estrella que me guiaba cuando la oscuridad amenazaba al horizonte. Y tenerla a mi lado era suficiente para sentirme feliz.

La puerta del despacho del general se abrió y nos hizo entrar. No estaba solo, había con él otros altos cargos del ejército, con un rostro muy serio. Los saludamos formalmente y se nos fue presentando uno por uno. Y luego empezaron los parlamentos.

- El ejército os agradece que habéis aceptado formar parte del proyecto Supers.- empezó n tal Comandante Eaton.- Si hay alguien que no quiera pertenecer al grupo que lo diga ahora, aún está a tiempo. Os advierto que una vez que estés a dentro no se puede tirar para atrás. La información que se les facilitará es confidencial y secreta, y sobre ningún concepto se debe revelar. ¿Estáis dispuestos a dar vuestra vida por vuestro país, Estados Unidos?

Contuve la respiración y miré a mis compañeros. Percibía sus corazones palpitar velozmente. El germen del miedo se había instalado en ellos. Daba respeto el reto que nos proponían. Miré a Lena, que la sentía algo inquieta. Creí intuir sus pensamientos. A ella tampoco le hacía nada de gracia tanto de secretismo. Me gustaba su actitud crítica con todo. Si ella continuaba yo también, me dije.

La mayoría acepto rápidamente. Lena, aún con reservas, se reafirmó con su decisión. La última en responder fui yo. Percibí un poco de alivió en el rostro de mi amiga. Maggie se nos quedo mirando, como si se hubiera dado cuenta de algo. ¿O estaba celosa? Pero aquel no era el momento para mis paranoias fuera de contexto.

- ¡Sabíamos que aceptarías!- dijo orgulloso el General Jon.- Pues muy bien, el Comandante Eaton os explicara todo.

- Para empezar, os pedimos llena dedicación al proyecto. Estar siempre disponibles para la acción, para realizar las misiones, viajar y lo que surja. Se os ocultara vuestro expediente militar. De hecho, está prohibido contar a nadie que seguís sirviendo en las fuerzas armadas de Estados Unidos. Para vuestros amigos y familia lo habéis dejado. Debéis buscar trabajos que os permitan cierta libertad de movimiento, para que nadie sospeche de vuestra doble vida. Recibirán asesoramiento y ayuda para alcanzar este objetivo. Se os facilitará nuevas identidades.

- ¿Qué?- no pude evitar interrumpir, no entendiendo nada. Lo encontraba tan descabellado.- ¿Nos está pidiendo que tengamos una doble vida? ¿O bien, que desparezcamos para nuestras familias?

- Doble vida. Se trata de fingir la máxima normalidad en vuestras vidas, para que nadie sospeche que sois agentes secretos.- le aclaro el General Jon mirándola directamente a los ojos.- A parte, usted Teniente Danvers tiene el trabajo ya hecho. Ha ocultado todo este tiempo a su familia su paso por el ejército y su rango de oficial. ¿No es así?

- ¡Sí señor!- respondí de forma seca.

- Lo sabemos casi todo de ustedes, los hemos estudiado a fondo antes de ofrecerles acceder al proyecto.- aclaro el Comandante Eaton.- Sabemos vuestras vidas, linajes, puntos fuertes y débiles.

- Nos puede informar mejor sobre consistirá nuestra misión.- exigió Lena. La veía muy seria, quizás más del normal. Tenía un buen instinto sobre lo que estaba bien y mal.

- Proteger al país de la constante amenaza terrorista. Sea por células de radicales religiosos, o bien de la creciente incursión extraterrestre para invadir el mundo.- intervino un tal General Forrester.- Actuaréis al margen de la ley para recolectar pruebas y desactivar al enemigo. A veces, deberéis de infiltraros en organizaciones sospechosas para desmascararlas. O una simple tarea de espionaje. Empiezan a ser muchos los rivales de nuestro país.

Tan sólo túWhere stories live. Discover now