Los Jóvenes Titanes: The Biggest Fight

33. Los problemas de Raven

"¿Starfire? Starfire, por favor, necesito que respondas. Necesito saber si sigues con vida"

Raven intentaba encontrar a Starfire, pero la conexión parecía inexistente, como si no existiera la persona con la que se tenía que comunicar. Raven temió que su amiga finalmente hubiera sucumbido ante sus heridas, y que por eso era imposible que le respondiera; porque ella estaba muerta. Compartió sus temores con Cyborg, pero este intentó tranquilizarla.

-Tranquila Raven. Quizá Star sólo está inconsciente. Yo no creo que esos idiotas la dejen morir, teniendo en cuenta lo que está en juego y todo lo que apostaron por ella-Señaló al ejército de Tamaran y a los otros Titanes.

-¿Cyborg? ¿Qué pasará si nuestro plan falla? ¿Qué haremos si Star o Robin mueren, y el
Guasón, el Hermano Sangre y el Jefe ganan?-Preguntó Raven bajando la mirada.

-¿Qué dices? ¡Vamos, Rae! Esa no es la Raven que yo conozco. La Raven que conozco es valiente, no le teme a nada, y no piensa de esa manera-Dijo Cyborg alzando suavemente su barbilla.

-Esa Raven, de ese entonces, no enfrentaba lo que enfrentamos en este momento, Cy.

-Raven, sinceramente, hace más de un año nos enfrentamos a tu padre demonio y le pateamos el trasero. Después, derrotamos a la Hermandad del Mal. ¿Crees que no podemos patear el trasero de unos idiotas locos, con un ejército alien y la Liga de la Justicia de nuestro lado?-Preguntó él sonriente. Raven sonrió también.

-De acuerdo. No tendré pensamientos negativos por ahora-Dijo ella con una risita-¿Encontraron el comunicador de Robin?

-Ya casi. Sólo necesito que mi rastreador trabaje cinco minutos más. Y entonces podremos ir tras él, salvar su trasero ninja y traer a Star a nuestro hogar-Dijo Cyborg mientras regresaba a su computadora.

Raven se elevó y cruzó la piernas intentando meditar, cuando Terra se le acercó.

-¿Puedo sentarme contigo?

-¿Tienes que hacerlo en verdad?-Preguntó Raven abriendo un ojo y mirándola con recelo.

-Raven, vengo en son de paz. De hecho yo quería hablar contigo-Dijo Terra alzando las manos. Raven soltó un suspiro y asintó.

-De acuerdo.

Terra elevó una roca y se sentó en ella para estar al mismo nivel que Raven. Ambas chicas quedaron en medio de un incómodo silencio, hasta que Raven, algo fastidiada y aún alterada por lo que vio horas antes entre ella y Chico Bestia, le dijo secamente:

-Tienes diez segundos para decirme lo que quieres, o mejor déjame sola. No ha sido una buena temporada para mí, mis emociones están a punto de hacernos estallar a todos y lo que menos necesito es que vengas a echarme en cara que Chico Bestia te prefiere.

-No...no. Yo no tengo ninguna intención de echarte nada en cara. Sólo quiero hablar.

-¿Qué puedes decirme que me interese?-Preguntó Raven.

-Raven...yo...vengo a contarte la verdad sobre mí. Sobre lo que pasó hace un año en la guarida con Slade-Dijo Terra mientras bajaba la mirada.

-Te escucho.

-Yo nunca fui aquella estatua de piedra que ustedes vieron. Nunca estuve allí dentro. Sólo huí. Nunca tuve amnesia tampoco-Dijo Terra.

-¿Me dices esto porque...?

-Para que te des cuenta de que si no busqué al Chico Bestia antes, es porque no quería hacerlo, y quería decirte que no tengo ninguna intención de separarlos-Dijo Terra con pena.