21. Pesadillas

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"Siempre voy a atraparla. Ya una vez vi caer a quienes más amaba. No puedo, ni voy a dejar caer a la mujer que amo jamás."

Robin tenía los ojos apretados. Sentía que su mundo daba vueltas, y el pecho le dolía. Starfire había sido atacada por su culpa. Mientras lloraba, una mano le acarició el cabello.

-Robin, sólo fue un mal sueño. Nadie ha sido herido-Dijo alguien a Robin mientras le acariciaba el puntiagudo cabello negro. Finalmente Robin abrió los ojos. Estaba en su cuarto, en la Torre T, y Starfire, su novia y futura esposa, estaba a su lado sonriente.

-¿Starfire?-Preguntó extrañado, para luego lanzarse a sus brazos y estrechar su delgada figura con fuerza.

-¡Pensé que te había perdido!-Exclamó entre lágrimas de alivio.

-Ya, ya. Todo está bien, amado novio Robin. Yo estoy aquí, y nunca va a pasarme nada-Dijo ella besando su mejilla.

-Vamos, querido novio Robin, que Cyborg ya ha preparado la cena-Dijo Starfire mientras salía del cuarto.

Robin salió, feliz y aliviado, siguiendo a la chica, sin embargo, apenas salió, vio que la sala de la Torre T había sido redecorada. No, esa no era la sala. El suelo era de paja, había luces muy brillantes y las paredes y el techo habían sido reemplazados por una tela plástica de rayas blancas y rojas...un circo. El circo donde él y sus padres eran acróbatas.

Robin sintió que el aire le faltaba, todo se veía desencajado, y los sonidos se oían distorsionados. Siempre que recordaba ese lugar sus sentidos dejaban de funcionar. Cayó de rodillas, y se encontró en medio de dos cuerpos: sus padres.

-¿Mamá?-Llamó Robin moviendo el hombro de la mujer. Al no obtener respuesta se arrastró hacia su padre.

-¿Papá?-Lo sacudió también, y de nuevo, no obtuvo respuesta. Robin se quitó el antifaz y lo lanzó.

-¡MAMÁ! ¡PAPÁ! Mami...papi...Por favor, no me dejen solo....no me dejen, por favor-Suplicó Robin mientras los sacudía al mismo tiempo, de nuevo, sin obtener respuesta.

Se tiró al suelo, enmedio de sus padres, y comenzó a llorar desesperado. Abrazaba ambos cuerpos, se aferraba a ellos como años atrás hizo. Sentía de nuevo como su mundo se resquebrajaba.

Finalmente alzó la mirada y vio, a unos metros de él, el cuerpo inerte de Starfire. Ella también había caído. Su cabeza y su nariz sangraban.

-Starfire...-Susurró.

Se arrastró hacia la chica, la cargó y la puso en su regazo. Le apartó el cabello pelirrojo de la cara, y soltó un grito de furia y dolor.

-¡Lo siento tanto! ¡Todo esto es mi culpa, Star!-Exclamó Robin mientras lloraba aferrándose al cadáver de su novia. En el fondo, oía el sonido de su comunicador T una y otra y otra vez.

Todos han caído, por tu culpa.

-¡STARFIRE!-Gritó mientras se despertaba. Estaba en su cama, en su antiguo cuarto. Su comunicador sonaba insistentemente desde su mesita de noche.

"Seguro es Cyborg, quizá encontraron algo"

Robin se enderezó y se estiró para poder tomarlo.

-Cyborg, ¿qué pa...? ¡TIM!-Exclamó mientras encendía la luz. Su hermano estaba al otro lado de la línea.

-¡DICK! Dios, no puedo creer que contestaras. Starfire y yo llevamos horas intentando llamarte-Exclamó Tim desde el otro lado de la línea.

-¡Starfire! Por favor, déjame verla, por favor. Te lo ruego-Pidió Robin al chico.

-Ehhhh...ella no quiere. Dice que no cree prudente que la veas en el estado en el que está-Dijo Tim preocupado.

-Por favor. Necesito verla. Por favor-Suplicó Robin ante la imagen de su hermano.

-Está bien, Tim. Por X'hall, ambos podemos soportarlo.

Robin esperó tembloroso a que la imagen de Starfire apareciera en la pantalla. Estaba aterrado de lo que iba a ver, y rezaba por ser lo suficientemente fuerte como para soportarlo. Finalmente, Starfire, golpeada y herida, apareció en la pantalla.

Ni en un millón de pesadillas, Robin había visto a su novia así de herida. Ni en la peor de sus pesadillas imaginó que Starfire sufriría tanto por su culpa. Lloró, y ahogó un grito de dolor.

-Star...mi dulce Starfire...¿qué te han hecho?-Murmuró Robin, más para él que para ella.

-Mi querido novio Robin...es glorioso verte de nuevo-Dijo ella con lágrimas en los ojos.

-Starfire, lo lamento demasiado. No fue mi intención perderme esa cita. Zatanna...ella me hechizó y si no te hubiera dejado sola tanto tiempo...no quiero que me odies, Starfire. Yo te amo, y no puedo soportar que me odies-Dijo Robin entre lágrimas.

-Richard...yo jamás podría odiarte-Dijo ella.

-¿Me dijiste Richard?-Preguntó sonriendo.

-Tú ya me has dicho Koriand'r, querido novio Robin. Yo te amo, y sé que en las relaciones amorosas pueden pasar errores. Ni los humanos ni los tamarianos somos perfectos. Todos podemos equivocarnos. Robin, no tengo mucho tiempo, ¿vale? No sabemos dónde estamos. No hay pistas ni nada que nos pueda decir nuestra ubicación. Sabemos que es un punto muerto para las localizaciones. Sólo eso...

Se oyó cómo la puerta se abría, y Starfire se quedó quieta.

-Oh muchachooooos...-Canturreó el Guasón desde el fondo.

-Ay no-Murmuró Tim.

-Amado novio Robin, tengo que irme. No sé si sea la última vez que te vea, pero te amo. Te amo de verdad. Adiós, mi amado novio Robin-Dijo Starfire.

-¿Starsy? ¿Qué haces, criatura?-Preguntó el Guasón.

-¡Nada!-Exclamó Starfire.

-Ay, los jóvenes de hoy, ¡tan mentirosos! ¡Incluso en los demás planetas!-Exclamó el Guasón con falsa afectación.

-Quizá necesite un correctivo, ¿no es verdad?-Preguntó Madame Rouge con acento francés.

-Completamente de acuerdo, amiga mía-Dijo el Hermano Sangre.

-¡NO! ¡DÉJENLA EN PAZ!-Exclamó Robin mientras la impotencia le ganaba. No había nada que pudiera hacer por ella en ese momento.

-Lo siento Chico Maravilla, o mejor Dick. Creo que nos conocemos lo suficiente para llamarte Dick, ¿no crees? El caso es que nuestro jefe quiere que tu novia sufra lo que le debes-Dijo el Guasón mientras sacaba una palanca de su saco.

-¿Tú jefe? ¿QUIÉN DEMONIOS ES TU JEFE?

-El peor de todos tus enemigos-Dijo el Guasón-Ahora, si me disculpas...¡tengo un asuntito que arreglar con tu preciosa novia!

-¡SI LA TOCAS YO MISMO TE MATARÉ!-Exclamó Robin furioso.

-Encuéntrame primero.

Robin escuchó los golpes que le daban a Starfire, los gritos de ella, que lo llamaban con desesperación, y los de Tim que le ordenaban detenerse. Finalmente la llamada se cortó, dejando a Robin dolido.

Su peor enemigo...

Slade.

Se puso de pie furioso y se dirigió a la cueva. Ya después le reclamaría a su padre por sedarlo. Ahora tenía algo más importante que hacer. Una vez dentro, vio a todos y cada uno de los Titanes, originales, Este y Honorarios investigando el posible paradero de Star, Tim, la Hermandad del Mal y las bombas que amenzaban con destruir la ciudad.

-¡Robin! Despertaste-Dijo Raven sonriendo.

-Raven, Chico Bestia, Cyborg, Jericho, Abeja y Bruce. Necesito que me acompañen a un sitio-Dijo Robin secamente.

-¿A dónde?-Preguntó Bruce mientras se ponía la máscara de Batman.

-Iremos por Slade.

Los Jóvenes Titanes: The Biggest FightWhere stories live. Discover now